"Mudez" [Y.M] [ Omegaverse]

☆ 5

Después de unos tres juegos más la noche llegó. Todos estaban con hambre, bueno, casi todos.

—¡No lo puedo creer! ¡Tú! ¡Me traicionaste! —decía señalando el alfa zorro al lobo.

—Te iba a llamar... Pero ya estabas lejos. —se excusó.

—¡Yo estaba sufriendo y tú te estabas divirtiendo!

—Para eso vinimos, ¿no? —quiso reir por la expresión que puso.

Siempre en una discusión el que salía ganado era YoonGi, pues siempre tenía argumentos a todo.

Llegaron a un puesto callejero para comer Dakkochi*, una de las comidas callejeras de Corea.

Jimin abrió su boca curvenado sus labios, tenía mucho apetito, YoonGi lo vio y por su mente pasó un lindo omega gatito con su pancita grande y pidiendo comida para alimentarse él y el bebé, claro, el alfa lobo sería el padre. YoonGi sacudió su cabeza para dejar de pensar eso, pues ya estaba ruborizado. Jimin lo vio y alzó una ceja.

—No pasa nada Jimin.. Eh.. ¿Quieres? —dijo nervioso señalando la comida.

Jimin asintió y señaló las brochetas dulces, pues odiaba el picante.

—¿Ustedes chicos? Yo pago. —dijo YoonGi sacando dinero de su billetera.

—¿Enserio? ¡Gracias, Hyung! —dijo el alfa zorro y YoonGi se ruborizó.

—¡Hyung, Hyung! —repetían los dos alfa y el omega trigrillo.

Jimin estaba confundido, ¿Por qué le decían Hyung si staban en el mismo grado?

—Deme dos dulces y tres picantes, por favor —pidió dándole el dinero al cocinero.

YoonGi suspiró y vio a Jimin, lo miraba extraño, inclinó la cabeza como duda y Jimin se acercó.

Jimin no sabía como decirle, no tenía su libreta, y para colmo no sabía aun algunas señales. El alfa lobo pudo percibir el cambió en su aroma, estaba estresado.

—¿Tienes alguna duda? —le dijo mientras le apartaba unos mechones de su frente—¿Quieres saber por qué me dijeron Hyung?

Jimin asintió con una sonrisa, YoonGi suspiró, ¿tendría que decirle? No es tan malo después de todo.

—Te lo contaré después.

Jimin asintió algo triste, tenía que esperar.

Las brochetas ya estaban lista y YoonGi las repartió, Jimin y él comían los dulces mientras los picantes comían los demas.

Todos caminaron hacia la casa de Jungkook comiendo sus brochetas. Su casa quedaba algo lejos del centro.

—Dormiré contigo. Me dieron permiso. —sonrió el omega trigrillo.