"Mudez" [Y.M] [ Omegaverse]

★12

Todos se habían ida dejando la sala sola, solo estaban YoonGi y un Hoseok nervioso por su mirada. El alfa zorro decidió quedarse para prestarle los apuntes a su amigo pero ahora pensaba que era una mala idea.

—Lleva tus cosas a mi habitación, dentro de un rato subo.

—Claro...

Se levantó luego de ver a su amigo irse hacia la cocina, se sentía muy nervioso y solo le pasaba cuando sentía que había hecho algo malo. Se tiró en la cama tapando su rostro, inmediatamente se le vino a la cabeza imagenes del pequeño omega gatito sonriendo, y de los besitos que le había dado. Algo extraño le estaba pasando y no sabía la respuesta, él no se comportaba de esa manera, nervioso.

Se sobresalto cuando vio al alfa lobo entrar por la puerta con una bandeja en sus manos, le siguió con la mirada hasta donde iba y dejaba dicho bandeja. No sabía si estaba alusinando o no pero veía los ojos de su amigo mucho más oscuros, tragó en seco cuando vio que se acercaba.

—¿Estas nervioso? —se lanzó en su cama termiando de preguntar—, solo quiero algunas respuesta.

—¿Cómo qué...? —volteó lentamente a verlo.

—¿Cómo se sintió ser besado por Jimin?

—¿A qué viene eso?

—Solo responde.

Hoseok suspiró y comenzó a recordar, automáticamente sonrió:— Se sintió bien, es como si un algodón de azúcar te basara, sus labios se sintieron como una nueve muy suavecita. Y la forma en que tiene que ponerse de puntitas es simplemente tierna. Realmente Jimin es una pequeña joya. —soltó sin filtros. Sin darse cuanta había enfadado al alfa quién aprepataba sus puños.

—Parece que lo quieres mucho.

—Bueno, todos lo quieren.

—Y como no si es una persona muy especial. —dijeron ambos al mismo tiempo, se sorprendieron al saber que pensaban lo mismo por el lindo omega.

—Hoseok... Dime la verdad, ¿te gusta Jimin? —preguntó con un nudo en la garganta, su lobo estaba gruñendo en advertencia.

—No lo sé YoonGi. Sabes que nunca me he enamorado o mostrado afecto hacia un omega. Quizá solo sienta cariño por Jimin. —se lanzó a la cama frustrado.

—Eso espero... —susurró como advertencia hacia su amigo.

Ahora ambos estaban confundidos; uno no sabía que sentía y otro no sabía si confiar en su amigo.

—En la bandeja hay bocadillos. Deja tus cuadernos en la mesa, me pondré al día después, ahora solo quiero dormir. —dijo dándole la espalda a Hoseok.

—Esta bien. Recuperate pronto, mañana tenemos que celebrar tu cumpleaños.