Y estaba de nuevo ahí, en una sala obscura, entre dos mesas, una tenía todo lo que necesita un suicida: armas, navajas, píldoras. Y en la otra había una especie de nota, donde se suponía que dice porque tengo que esperar en esta vida, que para mí no es más que una mierda.
Cuando decido tomar lo que hay en la primera mesa, todo empieza a desvanecerse y me doy cuenta que estoy de nuevo en mi recamara acostada, veo la hora y eran las 8:00 am, de inmediato me levante.
- ¡Mierda! Más tarde no puede ser - me dije en voz alta.
Fui a mi armario y cojo lo primero que veo, una blusa suelta color vino con unos jeans negros, me cambio lo más rápido que puedo y no me preocupo por el maquillaje, porque no me gusta. Odio a todas las chicas que están en mi colegio que se colocan kilos de maquillaje para verse bonitas, no es que yo sea la chica más hermosa de todo el mundo, pero tampoco no oculto mis imperfecciones, como lo hacen las demás.
Cuando me pongo la blusa siento un ardor en mi brazo izquierdo, y me hace recordar los cortes que tengo del día anterior.
Era jueves de ordenar pizza, una pequeña costumbre de la familia Ross, si se le puede decir familia, ya que mi madre Nataly se divorció de mi padre Alexander, pasaron algunos años y como debía sucede, ella se volvió a enamorar otra vez, pero esta vez con una mujer llamada Maddie, desde entonces tienen una relación. No estoy a favor de esta relación pero la respeto.
Estaba en mi habitación escuchando música y leyendo, amo esa combinación porque siento que me olvido del mundo, escuchaba Perfect de Simple Plan, mi banda favorita y leía The Faul In Our Star de John Green, es un libro que compre hace unos meses porque supe que harían una adaptación y me decidí a leerlo.
Me siento identificada con el libro pero el problema que tengo es que nunca me he enamorado de alguien real, si no de los personajes ficticios de todos los libros que he leído.
Estaba a punto de terminar el libro, pero en ese momento escucho que tocaban mi puerta, y mi madre Nataly llamaba detrás de la puerta.
-Vi, ¿estás ahí?- tocando otra vez la puerta, un poco más fuerte.
Me quito los audífonos, al mismo tiempo que me levanto de la cama.
-Un momento mamá- contesto con un tono preocupante, porque le había dicho que haría tarea, pero nunca la hago.
Saque rápido de mi mochila el libro de química, matemáticas y lenguas los coloco en la cama, entonces escuchó que la puerta se abría, actuó rápido y me siento en mi cama, veo a mi madre entrar, se notaba agotada por el trabajo, pensé.
-¡¿Violet me estas ocultando algo?!- dijo, se veía enojada y preocupada.
-No mamá, solo me ponía un pantalón porque estaba en calzones.- dije, siempre le decía muchas escusas a ella y a Maddie-. No te preocupes mamá, no ha pasado nada.
-Vi- suspiro mi madre.- sabes que me puedes contar lo que te preocupa, si te incomoda que tenga una relación con Maddie u otra cosa, soy tu madre pero también me puedes tomar como una amiga y tenerme toda la confianza, hija.
Le quería contestar que siempre me decía lo mismo y nunca la tomaría como una amiga, que solo era mi madre y no se debía entrometer en mi vida, pero en cambio lo pensé bien y le digo.
-Mamá como ya te dije, no pasa nada, no me molesta que estés con Maddie.-dije, pero yo odiaba que estuviera con Maddie, porque siempre estaba con ella y conmigo.- enserio mamá, te lo repito todo esta bien, no tienes que preocuparte.
Me miro con una sonrisa y se acercó a mí, me dio un abrazó y un beso en la cabeza ya que, ella es más alta que yo.
-Te amo, mi niña- me susurro al oído-
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Siempre Juntos.
Roman pour AdolescentsHola, mi nombre es Violet Ross. Tengo 16 años, soy una chica como tú, seria, divertida, bueno un poco, soy buena con quien es amable conmigo y también sabrás que tengo una mente algo suicida. Curso el 2do semestre de preparatoria, tengo amigos, buen...