Angustia

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Después de que Samus había encontrado su típica liga rota en el suelo, ella lo encontró y le hizo un nudo para volver amarrarse su cabello en una cola de caballo. El capitán entró a la habitación  de Ridley Con una maleta, a pesar de el honor que sentía por haber visitado su habitación, el se concentró en Samus.

- saludos, señora Aran, soy el capitán de esta nave. Es un gran placer conocer a la caza-recompenzas más importante de la galaxia.

- El placer es mío, A qué se debe su presencia?. - Samus se levantó de esa capsula y mostró firmeza ante el pirata.

- Usted, puede contar conmigo mientras el señor se encuentre ocupado. Ahora, tome esto.

El pirata le dio la maleta a Samus.

-No lo habrá hasta que el Señor Ridley se lo indique.

- De acuerdo, sin más preámbulo, me retiro.

- Espera. - El pirata volvió a mirar a Samus.

- Sí señora?.

- A Ridley no le gustaria que hable de esto tan rápido con un pirata pero es obvio que a este desalmado asesino ah perdido la cabeza. Qué demonios le sucede? ustedes me odian igual que él, porque me querría como su amante?

El capitán suspiró.
- Eh conocido a lord Ridley desde hace tanto tiempo, incluso, como sabes, batalle contra ti y la Federación hace años. Y jamás había lo había visto tan obsesionado con alguien, su obsesión fue creciendo cada año desde su última derrota. Jamás pensé que esa obsesión se convertiría en esto.

Samus miró un momento el suelo pensando en esa conclusión que no podía obtener.

- Espero que haya podido sentirse mejor señora, me retiro.

Samus respiro hondo y miró la maleta que le había dado.

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- Muy bien, dentro de 12 horas necesitaré su presencia de vuelta...

Mientras Ridley hablaba con sus piratas. Samus caminaba con la maleta en sus manos sobre el pasto que había en el lugar, rocas, nitrógeno y oxígeno en el aire, sí, respiro hondo como jamás lo había hecho. Parecía un bosque de la tierra, incluso había un lago en el horizonte el cual comenzó a ir hacia allá.

Una vez que Ridley dejó la nave y la nave se fue él la siguió.

Samus volteó a verlo detrás de ella y espero a que hablara.

-  Te gusta el lugar? Yo mismo lo encontré, sabía que necesitarías agua dulce en la hundirte.

- Ya podremos continuar con lo que sabias que hablaríamos. Sabes?

Ridley cerró sus ojos y tocó el tema del que sabía que Samus quizo hablar hace horas.

- Vas Aceptar tu destino, te quedarás aquí conmigo y los piratas, estoy seguro que harás un gran trabajo como una líder. Fin de la discusión.

- Aún quieres manipular Metroid? -

- Sí. - Ridley sabía que lo preguntaría.

Samus se levantó y saco el arma que escondía dentro de ese vestido extraño.

Ridley se sorprendió un poco y rió de hironia.

- Sabía que planeabas algo, pero esto? No seas ridícula, de verdad crees siquiera lastimarme en tu estado con esa estúpida arma?

Samus bajo el arma por un segundo y se apuntó a sí misma.

- Entonces mi labor como guardiana terminó.

- Déjate de tonterías.

- Siempre tengo algo en mente, si realmente quieres que cumpla el trato, abandonarás esa maldita idea.

Ridley gruñó y apretó sus garras, siempre la odio y quería que muriera y ahora que incluso ella está dispuesta a desaparecerse así misma, necesitaba a esa mujer, no quería que muriese así sin más.

"El tiempo de vida de los humanos es corta, si desapracese en un tiempo determinado, puedo continuar con mi viejo objetivo o puedo obligarla..."

- Bien lo haré, te daré mi palabra, ahora acepta mi propuesta.

Samus bajo el arma.

"Debo perder la cabeza para aceptar a este lagarto como un amante. " - Samus guardo su arma.

- Realmente crees que les importas? Mira dónde estás y con quién.

- Eso no te importa.

- Y qué te hará pensar que no trataré de robar a Metroid después de que mueras?

- oh sé que lo harás, pero al menos no mientras viva.

Ridley gruñó. "desgraciada humana".

- Tenemos tanto en común, estamos rodeados de tantos individuos y al mismo tiempo seguimos solos.

Samus volteo a mirarlo a los ojos.

- No tenemos nada en común, tu disfrutas de asesinar, yo no lo hago. Solo es mi trabajo.

- También es mi trabajo como líder, si hay quienes se oponen deben recibir su castigo... Y En ocasiones hay quienes no merecen vivir; a pesar de todo, Sigues siendo una asesina- dijó en tono hironico.

- Quizá, también eh eliminado estorbo y basura que no merecía existir una y otra y otra vez...  - Samus Sonrió.

Ridley le regresó una sonrisa

- Es una pena que no puedas hacerlo otra vez.

- Quizá pueda seguir intentándolo, no lo sé Ridley.

Samus se dio la vuelta y Ridley sonrió como no recordaba hacerlo.

- Bien, te dejaré un rato a solas. Estaré en la colina más alta, buscaré de comer, ven cuando tengas hambre. Y por cierto, ya puedes abrirla. - extendió sus alas y voló hacia el oeste.

Samus había olvidado que tenía en sus manos la maleta. Cuando la abrió, se asombro un poco al ver lo que tenía, su burka suit, aquella camisa corta y ese short corto, ambos azules.

Después de aquello fue hacia el lago, para tomarse un largo baño y dejar la capa de dragon.

Para Ridley el ambiente se había vuelto más que curioso, era raro porque a pesar del odio y deseo de venganza que debía sentir, lo que ahora tenía en mente era serenidad, había hecho lo que tanto deseaba y ocultaba, finalmente estaba a solas con Samus, y ella ahora estaba bajo su poder.

En aquella cima de la colina donde él se encontraba, había hecho una fogata y se pensaba en cómo podría usarla para robar una vez más al metroid y si en caso de que fuese así ¿cómo funcionaria? Funcionaria?, Samus no es estúpida y no tenía idea de qué tenía exactamente en mente ahora, puede que ahora se vea un poco diferente e incluso cambiará un poco pero era la misma mujer de siempre.

Ridley tenía su mano sobre su mandíbula mientras pensaba en todo aquello cuando sintió la presencia de Samus.

Ella se sentó cerca de él.

Ambos miraron la fogata en silencio.

Dolor (Samus X Ridley )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora