La jaula de oro

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Las palbaras aún flotaban en el aire, en su cabeza resonaban igual de fuerte que como lo dijo el rubio, Castiel aún seguía ahí en esa celda, en esa cama junto con Dean Winchester, no le gustaba la respuesta que estaba formándose en su interior porque eso era aceptar que el mayor tenía razón...

- no sé si tengas razón en lo que dices - dio un suspiro y se cubrió más con la manta - no sé lo que significa esto, no lo sé, yo lo único de lo que estoy seguro es que amo a Lucifer pero que una parte de mi se siente atraída por ti - el rubio sonrió victorioso se le subió encima y le beso castamente -

- no le pongas nombre a esto Castiel solo déjate llevar y digamos que somos amigos.. Amigos con derecho - le volvió a besar -

- me voy - le dio un último beso y se paro a cambiarse pensando en la propuesta de Dean, que no le disgustaba en lo más mínimo - acepto - le guiño un ojo antes de retirarse se ahí -

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- jefe - llegó Jay con una amplia sonrisa, el rubio dio la última calada de su cigarrillo y sonrió a su mano derecha -

- informame Jay -

- ya está a mitad de su plan jefe, muy pronto se verá completado - sonrió de nuevo sabia que Jay estaba enamorado de él y no hiba a negar que el hombre era demasiado guapo además de ser un asesino serial de esas personas a las que le gustan a él...
Jay era un tipo un poco más bajo que el, era fornido pero delgado, cabello pelirrojo y unos bellos ojos verdes, una sonrisa ladina, con sus bellos labios finos tan deseables, Jay era joven tenía la edad de 24 años y desde los 18 empezó a matar personas empezando con su mamá, luego su padre y después empezó a matar personas a la zar. Había formado un grupo de criminales llamados "maniáticos", le hacía gracia su poca capacidad para apodos a su grupo pero al fin de cuentas le daba igual -

-mmm perfecto, no sé si mi plan se cumpla en su totalidad pero si obtendré mi ventaja, yo siempre la obtengo - el pelirrojo aun no quitaba su linda sonrisa pues es su costumbre sonreír a toda hora en precensia del mayor - Jay te puedo hacer una pregunta -

- por supuesto jefe, dígame -

- por qué nunca dejas de sonreír en mi presencia? - es mejor saber bien la razón además no le importaba mucho la respuesta -

- sonará una falta de respeto, pero usted me gusta -

- lo sospechaba Jay y agradezco tu honestidad pero sabrás una cosa querido mio yo tengo a Castiel y no lo voy a engañar - el pelirrojo hizo más grande su sonrisa mostrando sus blancos dientes -

- eso es lo mejor de usted jefe, yo solo contesto a su pregunta pero le conozco y admiro mucho que usted sea tan leal a una pareja -

- no lo admires Jay pero si lo haces se igual que yo, cuando consigas una pareja solo recuerda que si l@ amas no le seas infiel -

- no se merece lo que le hacen jefe - sonó triste su voz -

- yo siempre obtengo mi parte Jay no importa que, siempre termino ganando algo -

- espero que así sea jefe.. Por sierto hay un tema que me gustaría tratar con usted - el rubio asintió para que siguiera - me dejaría usted torturar a un interno, es casi nuevo -

- qué crimen cometió -

- el hijo de puta violo a su hermana de trece años -

- puedes hacer lo que gustes con él, entre más dolor mejor - el pelirrojo sonrió, ambos estaban unidos por que tenían algo en común, odiaban a las personas que violaban, más cuando lo hacían con los indefensos, también tenían sierto odio por algunos asesinos depende de que hayan hecho y Jay sería uno más en la lista de Lucifer de no ser por sus razones además de su sentido del humor, era un psicópata profesional y al rubio le caía bien el potencial del chico así como su locura -

- ojalá pudiera salir de aquí extraño enterrar viva a la gente -

- eso es algo que me gustaría presenciar - saco un cigarrillo y le ofreció uno al menor quien lo resivo gustoso - cómo los matabas más comúnmente? -

- los metió en una caja sin oxígeno a esperar que murieran, los ahogaba o les enterraba vivos, es lo que más hacia pero siempre disfrute más la tortura -

- si a mi igual, me gusta la tortura, llegue a quemar a varias personas vivas, eran tan hermosos sus gritos de ayuda, sin duda era un coro para mis oídos -

- si, también cuando te suplican jadeando que te detengas, cuando su sangre está en tus manos y los tipos lloran pidiendo que no los mates -

- amo las suplicas, es uno de los mejores deleites de la vida -

- concuerdo con usted, mi placer siempre fue que se desgarraran la garganta gritando -

- coincidimos en eso Jay, que dices torturamos a ese bastardo violador juntos? -

- por supuesto jefe, seria un honor - los dos sonrieron por igual dándole una calada a su cigarrillo, el rubio tenía un plan en mente donde terminaría ganando mucho si resultaba y un bastardo a quien hacer sufrir sin duda amaba estar ahí pero sobre todo ser el rey, por otro lado el pelirrojo no cabía en su felicidad iba a torturar a un bastardo con su jefe, que privilegio es poder hacer eso, sin duda hoy era su día de suerte, gritos y mucha pero mucha sangre disfrutando sentirla, gozando una muy grata compañía -...

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Continuará...

Hola amig@s como están? . 

Espero les haya gustado el capitulo, es muy corto lo sé pero igual ame a Jay, que dicen amigos, desean que Jay logre quedarse con Lúcifer, es un chico que lo ama y obvio jamás le sería infiel como lo es Cas. Que cruel ha resultado pero al menos nuestro nene tiene a alguien que lo ame 

Nos vemos, besos y abrazos ❤️😗