Lost in his eyes

01

Domingo 27 de Agosto, 6 a.m.

Definitivamente, odio las mudanzas.
Llevamos dos horas sacando cajas del coche para meterlas en nuestra nueva casa, ahora vivimos en el centro de Atlanta, mis padres dicen que va a ser más fácil para desplazarse, y obviamente, mi hermano y yo no tenemos otra opción que mudarnos con ellos, bueno, en realidad si tenemos otra opción, quedarnos con nuestro tío Charlie en Clayton County, pero sin duda preferimos mudarnos con nuestros padres.
Por si esto fuera poco, también tendré que hacer mi último año de instituto en el "Atlanta International School", el instituto con la gente más pija de toda la ciudad, pero por suerte para mi, mi mejor amiga Rose estudia en ese instituto.

Con mis auriculares puestos y cantando la última canción de Ariana Grande, por fin consigo subir la última caja a mi habitación. Después de 2 horas cargando cajas, me estiro en la cama y por primera vez me paro a apreciar lo grande que es esta habitación, nose cuanto debe medir pero sin duda es más grande que la de mi antigua casa. Tengo el baño cerca y la habitación de mi hermano lejos, y con eso ya tengo suficiente para estar alegre el resto del día. Después de colocar una parte de mi ropa en el armario, me doy cuenta de que encima de mi escritorio hay una ventana, pero las vistas no son nada bonitas, el edificio de en frente lo tapa todo, pero no puedo quejarme porque comparada con la habitación de mi hermano, esta parece un palacio. Mientras echo un vistazo a las redes sociales, me doy cuenta de que son las siete, tenía pensado ir a dar una vuelta por el barrio , para así poder conocerlo mejor, así que me levanto y me dirijo hacia la puerta de la casa, pero antes de que llegue abajo, oigo a mi madre gritar mi nombre.
— Sophia! Los vecinos de en frente nos han invitado a cenar dentro de treinta minutos, sube a tu habitación y ponte guapa, tenemos que dar una primera buena impresión.
Las palabras de mi madre me dejan en shock, los vecinos nos han invitado a cenar? Dentro de treinta minutos? Ay dios! No me da tiempo de arreglarme!
Subo corriendo a mi habitación y cojo los pantalones tejanos negros y mi camiseta blanca, voy al lavabo, me maquillo un poco y me hago una coleta alta, por suerte tengo el pelo peinado de esta mañana así que se me hace fácil poder hacerme la coleta.
— Soph! Déjame entrar en el baño, tengo que peinarme!
Sin duda esta es la voz de Owen, mi hermano pequeño, sin pensarlo abro la puerta para dejarle entrar, y lo primero que hace es abrir un cajón y sacar un peine.
— Esto de la distribución ya lo hablaremos más adelante vale Owen?– Digo con una pequeña sonrisa en la cara. — Vale Soph, estoy guapo con este peinado? — A que viene tanto interés en estar guapo? –Le pregunto con una voz de curiosa.
— Es que me han dicho que en la casa de en frente vive una chica muy guapa, y quiero que me vea guapo por primera vez. – Noto como sin querer empieza a ponerse rojo, mi hermano siempre a tenido muchas pretendientas, tiene solo ocho años, pero estoy segura de que cuando tengo mi edad será aún más guapo de lo que es ahora, ahora tiene los ojos verdes claro y es moreno, así que no me puedo imaginar como será dentro de cinco años.
— Estas guapísimo Owen, estoy segura de que le va a encantar tu peinado. — Gracias, tú me ayudarás si necesito algo verdad? – Mientras me hace esa pregunta me mira poniendo cara de angelito y sonriendo. — Te ayudaré sólo si te portas muy bien durante la cena vale? Si no, no podré ayudarte.
— Vale, entonces me portaré bien.
No puedo evitar que se me escape una sonrisa al oír esas palabras, miro el reloj y veo que son las siete y quince minutos, tendríamos que ir bajando.
— Sophia por favor ayúdame a llevar esto a casa de los Baker.
Mi madre me da una botella de vino para que la lleve a la cena, cuando ya lo tenemos todo listo para irnos, cogemos las llaves y salimos de la casa.
Es la primera vez que nos mudamos, así que también es la primera vez que tenemos una cena con nuestros nuevos vecinos, cuando llegamos a la casa de en frente, mi padre toca el timbre decidido.
— Hola Clare! Bienvenidos a mi casa, pasad por favor! –supongo que ella es la señora Baker, al abrir la puerta solamente se dirige a mi madre, pero cuando entramos en su casa, nos da la bienvenida uno por uno. La estructura de su casa es exactamente igual que la nuestra, supongo que todas las casas del vecindario son así.
— Por favor tomad asiento, la cena ya está lista, en seguida vendrán mis hijos.
En cuanto la señora Baker dice esa frase, Owen me da un golpe en la pierna y me mira nervioso, al principio no entiendo porque, pero cuando la señora Baker sigue hablando, lo entiendo todo.
— Mis hijos estarán a punto de llegar, han ido a comprar la bebida y en seguida estarán aquí, y tú jovencito, como te llamas? –en seguida entendí que se dirigía a Owen, pero creo que el no lo entendió, así que tuve que darle un golpecito en la espalda para que reaccionara. — Oh, yo me llamo Owen, Owen Parker, y estoy en tercer curso.
Noto en el que está un poco nervioso, supongo que es porque en cualquier momento puede aparecer esa chica la cual tiene tantas ganas de ver.
— Yo soy Sophia, y estoy en décimo curso.
Decido tomar la palabra porque noto como su mirada se dirige a mi. — Eso significa que ya estás en tu último curso verdad? Ya sabes que quieres estudiar el año que viene? — Si, quiero empezar a prepararme para hacer la carrera de Psicología.
— Esa es una muy buena idea, pero tendrás que esforzarte mucho para llegar a ser lo que quieres.
Justo en el momento que voy a contestar, oigo la puerta del salón abrirse, y veo a una niña pequeña de pelo negro y unos ojos grandes y verdes que viene corriendo hacia nosotros. — Hola! Yo me llamo Eva! Ah, mamá, Caleb y yo hemos comprado la bebida. — Esta es mi hija Eva. – Dice la señora Baker con una sonrisa en la cara. — Tiene la misma edad que vuestro hijo, así que seguro que podrán ser muy buenos amigos. En ese momento la atención de todos se centra en Owen. — Mama, ya esta la cena lista? Tengo mucha hambre! Grita Eva desesperada.
— Si cariño, avisa a tu hermano por si quiere venir a cenar con nosotros, aunque lo dudo.
La Niña se dirige hacia la escalera y grita:
— Caleb! Mama dice que bajes a cenar con nosotros y con los vecinos!
En ese momento todos estábamos esperando una respuesta por parte del chico, excepto mi hermano, su atención estaba enfocada en Eva.
— Dile a mama que ya le he dicho que no voy a bajar a esa ridicula cena de vecinos!
Era una voz grave, parecía la voz de un chico de unos diecinueve años, y se notaba en la voz que estaba un poco afónico.
— Disculpad la mala educación de mi hijo, no es muy fan de las reuniones que digamos.
De reojo, vi a mi madre y a mi padre poner mala cara al escuchar la respuesta del chico, supongo que les habrá parecido de mala educación, y a mi también me lo a parecido, mis padres siempre me han educado con buenos modales, y la gente que no tiene mucha educación no les acaba de caer muy bien.
Al fin acabamos de cenar y llegamos a casa, lo primero que hice fue quitarme los zapatos y tirarme en la cama sin pensarlo, caí dormida al instante.