03 | De palabra al hecho.
Gonzalo señala con su cabeza y mete sus manos en los bolsillos para entrar, yo lo sigo detrás y aprovecho para comerme un chicle para que no me quedé el gusto amargo del cigarrillo.
Al ir llegando a las mesas me voy cuenta que mi amiga no estaba, ni la parejita de hermanos rubios, osea Zuculini y la chica que todo el tiempo sonreía, Agustina. Así que Gonzalo es el primero en sentarse en esa mesa vacía, cuando apoyo mi culo en la silla me doy cuenta que la mayoría estaba bailando canciones lentas en la mini pista, algunos lo más grandes, supongo que familiares de cuerpo técnico y demás seguían en sus mesas esparcidas bebiendo y hablando alto.
En ese momento un mozo nos trae una cerveza destapada y Montiel lo mira fijamente, me animo y sirvo en dos copas, no lo entrego pero el agarra por si mismo y apenas moja sus labios, lo sé por lo estoy mirando.
Dios, Lozano me ve en esta mesa con Montiel y va a pensar lo peor y re que fue de casualidad todo, igual seguro enloquece y le dice a Lucas para irnos, ojalá no.
—¿Llevaste a tu novia? —me animo a preguntar alto, totalmente caradura.
Gonzalo se gira a mirarme no entendiendo, se acerca efectivamente un poco más para que se lo repita y lo hago.
—¿Que si llevaste a tu novia? ¿La chica que estaba con vos anteriormente... era tu novia, no? —cuestiono esta vez con una sonrisa.
Gonzalo sonríe al escuchar la palabra novia, a medias pero lo hace.
—Si, mañana temprano trabaja. —explica mientras miraba las parejas, también es la primera vez que se nota con fuerza su tonada diferente a la mía—. Yo volví porque bueno... es para nosotros esto.
Asiento y agradeciéndo también porque si ella no tendría que trabajar mañana yo no estaría a lado de él. Dirijo mi mirada a donde el veía y justo veo como mi amiga sonreía porque Pratto le decía algo, hasta que me ve y su sonrisa se distorsiona un poco o más bien se endurece y yo quiero estallar en risas, ya había notado a Gonzalo Montiel.
—¿Estudias algo?
Vuelvo a mirar al jugador que está vez tomaba un trago de su copa, me sorprende que quiera hablar. Entonces ya arme su perfil en mi mente.
—Medicina. —cuento, Montiel gira su cabeza para mirarme y asentir—. Estoy en segundo.
—Que bueno, eh. —comenta y sobre sus labios se escapa una sonrisa sincera.
Gonzalo Montiel era un amor, confirmado... E inocente.
O yo solo era muy linda que el se dejaba hablar por cualquiera, tomo la primera opción igualmente.
—¿Querés bailar?
El jugador se gira a mirarme algo perdido y señalo la pista, el mira luego alrededores nuestro y ahí recién a medias asiente. Le regaló mi mejor sonrisa y me levanto para irnos hacía donde bailaban los demás.
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Oportunista | Gonzalo Montiel.
Historia CortaVio su oportunidad con él y la aprovechó.