Camila en su descanso decidió ordenar una pizza para llevar a cabo su gran plan: ver a la Anti Barbie de nuevo. El 99.9% de su ser decía "sí era ella" mientras ese otro 1% decía "alta vergüenza voy a pasar si no es ella".
Una vez lista, se subió a la motocicleta y condujo hasta la hermosa mansión. Al llegar comenzó a a sentirse nerviosa, descubrir que una persona no es exactamente como siempre había creído era aterrador, aunque al mismo tiempo, alentador.
Bajó y tomó la caja de pizza calientita en sus manos, para poco a poco acercarse a la puerta de la enorme casa. Respiró hondo y presionó el timbre.
Escuchó que alguien gritaba un ¡Ya abro! y suspiró. Los pasos se escuchaban cada vez más cerca hasta que alguien abrió la puerta.
—¡Buenos días, traje su pizza!—actuó con normalidad la morena, sin quitar la mirada de los ojos verdes de la contraria, quien veía todo confundida.
—Creo que está equivocada, nosotros no hemos ordenado pizza.
Camila sonrió entonces.
—Lo sé, Lauren.—dijo y ante el nombre la ojiverde se puso aún más pálida—No me equivoqué ¿cierto? es que luces... diferente.
La ojiverde cerró la puerta en su cara, aterrada.
No, no puede ser, por favor...
—¡Hey, está bien!—hablaba la morena desde el otro lado de la puerta—puedes quedarte con la pizza.
Jauregui se quedó callada durante 2 minutos y decidió abrir la puerta solo para jalar a Camila dentro y volver a cerrar.
—¿Te gustaría comer esta pizza conmigo?—le preguntó Cabello—¡Es una Grande y la tomé como excusa para venir! La pedí justo como la ordenaste el otro día.—explicaba, tamborileando sus dedos en la caja ansiosamente.
—Está bien—suspiró la ojiverde—. Puedo explicar esto.—sonrió, se sentía muy apenada.
En ese momento Camila recordó que lo que más resaltaba de Lauren Jauregui era su belleza interior. Siempre es amable con todos y ama ayudar, por eso el mote de Barbie le iba perfecto.
Cuando la pequeña morena terminó de pensar en Jauregui, se dio cuenta de que ya estaba dentro de su habitación, lo que quiere decir que estaba bien dentro de la mansión.
—No me di cuenta de cuando entré aquí.—confesó.
Lauren le sonrió.
—Lo imaginé, estabas absorta en tu mundo.—rio sin poder evitarlo.
Camila se sintió nerviosa al escuchar su risa. Abrió la caja de pizza para distraer esos pensamientos y se sentó en el suelo, al cual se unió la ojiverde segundos después. Comenzaron a comer en silencio hasta que la de ojos chocolate habló.
—¿Por qué en la escuela te ves tan... diferente?—preguntó, haciendo que Lauren la mirara con confusión—Es decir, allá siempre traes una ropa increíble que va muy bien con tu hermoso cuerpo y un maquillaje perfecto y una sonrisa perfecta...—comenzaba a divagar.
La chica pálida terminó su rebanada.
—Bueno, fue por algo que pasó hace mucho. Pero no importa.—se encogió de hombros—Y gracias por creer que irradio perfección—rio—. Nunca creí que alguien me vería así, tan... diferente.—susurraba, mirando su ropa.
—¡Es como Anti Barbie!—señaló Camila, haciendo estallar en carcajadas a la ojiverde—No hay maquillaje, ni ropa elegante o cara...—Lauren dejó de reír, prestándole más atención—pero de igual manera te ves tan... hermosa.—terminaba de hablar, dándole otro mordisco a su pizza, no prestando mucha atención a lo que dijo.
A éste punto la ojiverde estaba levemente sonrojada, con su corazón latiendo fuertemente.
Camila Cabello fue la primera persona que la vio con sus ropas enormes y sus espinillas en la cara, afirmando que aún así era hermosa.
voten y comenten:) y sí, estoy cambiando un poco estas cosas.
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✖ Anti Barbie
FanfictionLauren Michelle Jauregui Morgado, una chica completamente hermosa-tanto que incluso ella misma lo sabe-, rica gracias a sus padres empresarios, inteligente y dedicada. Siempre impecable en su vestimenta. Es tan perfecta, que la gente la suele llamar...