Capítulo IV

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Caesar cierra la puerta con cuidado. Dentro ha dejado a Flufy incosnciente de nuevo. Le preocupa que alguien más pueda saber su secreto; no tiene idea de que hará con la criatura de pelo azul pero algo se le ocurrirá. Nadie, absolutamente nadie debe enterarse.

-¿Has visto a Flufy? (dice Escarlata al final del pasillo)

-No, puede que halla salido (dice nervioso)

-Estamos en una nave en mitad del espacio Caesar, no es que pueda haber salido a comprar croquetas... ¿¿Estás ocultando algo??

-No ¿Qué podría ocultar yo? (dice el chico ensalada procurando un paso calmado)

-No lo sé todavía... (dice Escarlata entrecerrando los ojos)

••••••••••••••••••••••••••

Flufy despierta para descubrir que está en una habitación oscura -¡Maldición!- piensa, es la segunda vez que esto pasa. Jura, que para la próxima ocación que vea a la ensalada le aplicará su preciado Spray-Megapimienta de Chica Poderosa y Roñosa S.A en sus ojos. 

Le da flojera levantarse así que decide seguir tumbada en el frío suelo. Termina pensando en el cómo termino en un lugar así, en el por qué su amiga Escarlata le ha estado mintiendo desde siempre y el cuándo volverá a ver a su gato Lolo. Piensa que seguro Lolo está muy feliz sin ella, de fiesta en fiesta y por alguna razón se lo imagina en un bar para gatos gays con una bufanda y una boina muy chic.

Tan adentro está en sus pensamientos que se tarda en notar un extraño sonido tras ella. Ahora se levanta de un tirón -¿y si es la parca alternativa? esa que te monta en su bici maligna para no contaminar el medio ambiente, y que si has sido malo terminas en un lugar donde solo proyectan copias de cine...- Flufy tiene mucho miedo, no quiere terminar en un lugar así. El sonido aparece nuevamente, a lo que ella se apresura a encontrar una salida o por lo menos la luz.

Se tropieza con el interruptor.

<<click>>

-¡¿Pero y tu quién eres?! (dice Flufy conmocionada)

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-¡¿Pero y tu quién eres?! (dice Flufy conmocionada)

La criatura de rasgos asiáticos más extraño y delgado cuerpo amarillo la mira con cara de que no le puede contestar, que tiene una mordaza de bondage en la boca, en otras palabras que nuestra chica es imbécil.

Captando el mensaje Flufy procede a desatarle poniéndole de una vez en libertad.

-Muchasu Guracias (dice la entidad con peculiar acento)

-Eh... ¿de nada supongo?

-Mi nombure esu Fideo Kojima, fui exiriado de mi puraneta Ramen-08 hacia ra Tierra donde ese chico verude me secuesturo...

-¡¿Caesar?!

-Asi que ese es su nombure... ya ni recuerudo er tiempo que llevo en este rugar, soro que a veces me pedia cosas raras...

Flufy entendía que ella no era la única víctima del aparentemente buen intencionado comandante. Fideo también había sido arrastrado hasta esa nave en contra de su voluntad, y al parecer llevaba demasiado tiempo a merced de esa cruel ensalada, sabría dios las cosas horribles que este le había obligado a hacer. Vengadora de los desprotegidos, nuestra heroína decidió que esto no se quedaría así. Sometería al despiadado chico por cometer semejantes crímenes en contra de personas inocentes (aunque una vez Flufy se había robado un CD de una tienda, lo cual sabía le costaría la eternidad viendo copias de cine en el infierno) El punto era que idearía un plan para escapar de esa habitación junto a Kojima, y una vez fuera desataría toda la furia feminazi de su interior. Nadie podía encararla cuando se quitaba la camiseta que tenía una pegatina de "Mi cuerpo, mi decisión" y la usaba par asfixiar varones; ni sus patadas salvajes que usaría para derribar la puerta, que mirando bien, estaba entreabierta...

¡Las míticas aventuras de Flufy la Millenial! ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora