Comienzo 2

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Mientras que mi casa estaba infestada de gritos, la escuela era más pacífica... demasiado pacífica.
Un lugar.. tan grande, lleno de niños y niñas, puede llegar a ser muy solitario a veces... muy frío.
Los días simplemente pasaban, era una total rutina, despertaba, me arreglaba, iva a la escuela y hacía lo que tenía que hacer, no hera la gran cosa.
La única interacción que tenía era unos simples "me prestas ×?", "le dices a ×?", "treminaste los ejercicios?".
No hera tan malo, pero no puedo negar que me dolía estar tan excluida.

Un día, de la nada, mi corazón dolía demasiado.
Fui corriendo al baño, y simplemente no aguanté más. Estalle en lágrimas, sintiéndome cada vez más miserable por no poder hacer nada, más que llorar.. como una mocosa insolente.
Normalmente alguien llega para consolarte, pero nadie llegará por mí, y lo sé muy bien.. nadie me ayudará.. nadie me salvará.
Sin darme cuenta ya era la hora de irnos. Yo me encontraba todavía en el baño, así que simplemente lavé mi cara.
Tomada de la mano de mi madre, solo quería salir corriendo, y que tal vez, con algo de suerte, me atropelle un auto... pero soy débil. A pesar de que ya no quiero seguir así.. pero a la vez me digo que hay personas que la están pasando peor que yo, que solo pienso en mí.. que solo soy una mal agradecida.
Sol: Que es esto? Desabrocho mi pequeña camisa, para ver nada más que una mancha más grande que mi mano.
Desesperada, intenté quitarla con todo lo que veía, agua, esponja, jabón, cloro, alcohol, incluso intenté quitarme ese trozo de piel, pero solo lograba que el lavamanos se manche con mi sangre.
Desesperada, no sabía que hacer más que esconderme debajo de mi cama, por el temor de que mi madre lo descubriera.
Y cuando lo hizo..
Madre: ...
Sol: ...
Ella solo salió del baño, con un rostro pálido y asqueado.
Por primera vez.. escuché a mis padres hablar.
Madre: creo que la niña está poseída
Padre: que dices? Como que poseída? No puede ser...

Mi familia era muy religiosa, demasiado diría yo. En las esquinas de mi cuarto habían crucifijos, al igual que en la sala, el comedor y hasta en el baño, además, mi madre guardaba un pequeño látigo en un cajón, desearía no haber descubierto para que era...

Ding Ding Ding

Sol: oh, las amigas de mi madre
Madre: ... luego seguimos hablando de esto.
Mis pequeños ojos vacíos se dedicaban a ver la blanca puerta.
Madre: ... y tú que miras? Vé y ponte algo decente.
En ese momento mi padre se va a trabajar.
Nuevamente tenía que poner mi mejor sonrisa, escuchando como esas señoras hablaban de sus "aventuras".
Señora 1: awww que dulzura! Me la comería a besos!
Señora 2: Quieres un dulce princesa?

Lo único bueno de que vengan esas señoritas es que puedo ver el lado más dulce de mi madre, ella... hasta me abrazaba
Señora 1: Oh dios mira la hora! Mi marido ya deve estar llegando! Adiós querida nos vemos la próxima! Bye bye princesita!
Señora 2: Oh espérame! Adiós amiga!
Madre: Adiós dulzuras! Nos vemos otro día! Cierra la puerta ... que haces parada aí?  Vete a tu cuarto

Y así, otro día termina

Fin?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora