Esto está mal, siento que algo está muy mal, mi madre acaba de pedirme que me quite la camisa y mi pollera.
Madre: luego necesito que vengas a mi cuarto.
No tengo idea de lo que trama, pero no deve ser bueno.
Al entrar al cuarto de mi madre, lo primero que veo es que las ventanas están selladas. Que está pasando? Van a darme un castigo?... no, no se siente así, por primera vez en años siento un temor indescriptible.
Padre: bien, ya saves que hacer.
Sol: ... eh?
Madre: ven aquí pequeña.Ella me atrapó entre sus brazos y tapó mi boca con un trapo.
Sol: Que está pasando?!, que van a hacerme?! Sueltenme! SUELTENME!!.De mi boca no salían mas que balbuceos incomprensibles, lo único que podía hacer era intentar safarme de los brazos de mi madre mientras lloro desconsoladamente pidiendo piedad.
Mientras lloraba podía ver a mi padre atando una cuerda a la cama, seguido mi madre me puso boca abajo y ataron mis brazos y piernas.
Nunca olvidaré esos rostros, una mezcla de miedo, locura y esperanza.
Mi madre sacó el pequeño látigo de su cajón y mi padre una pequeña biblia, solo cerré mis ojos cubiertos de lágrimas, esperando lo inevitable.
Y de la nada...
Whoom tsuMi grito casi ni se pudo escuchar debido al trapo, y a que mi padre estaba rezando en voz alta mientras mi madre me golpeaba y echaba sal y limón en mi espalda.
Podía sentir como palpitaban las heridas aviertas de mi espalda, como ardía.
Las eridas empezaron a sangrar, salpicando con cada golpe a mis padres.
Solo podía llorar y gritar, esperando a que pararan
Whoom tsuWhoom tsu!
Whoom tsu!!
Podía sentir la cálida sangre que ya había manchado todo el colchón.. ese olor inolvidable, fue lo último que percibí en mis ultimos momentos de lucidez, hasta que porfin pararon.
Padre: creo que eso es suficiente.
Madre: uf.. huf... deja caer el látigo.Solo podía escuchar un zumbido, ya no era conciente en ese momento, apenas pude ver como mi madre me tiraba a mi cama como si fuera un saco de papas.
No pude ir a la escuela en varios días, hasta que me recuperara.
La mancha, esa asquerosa mancha empezó a propagarse por mi rostro. Me dí cuenta de que la zona que toque la mancha perdía su pigmento.
Ma arrodillé en el frío piso del baño como si mis piernas no aguantaran mi peso.
Sol: snif... snif.. porque me está pasando esto? Que hice?... es acaso una maldición?Los meses pasaron, y ya podía apoyarme en mi espalda.
Mi madre maquilló un poco mi rostro para ocultar.. "eso"Ni vien se dió la buelta, corrí, corrí sin darme la buelta, sin dudar en ni un segundo. No pare hasta sentir que iba a morir del cansancio.
Colapsé en las afueras de un hotel, sin aliento, escuchando el rugido de mi estómago, sin embargo no tenía hambre, el sueño me ganaba.Pude ver como dos chicos bastante altos se acercaban a mí, en busca de quién sabe que.
Y me desmayé
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Fin?
Non-FictionQue tan rápido se puede acabar una vida? Es tan facil como apagar una vela. O tan fácil como perder la pasión por vivirla. Es un camino duro, pero todos podemos cambiarlo