CAPÍTULO 5

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No quería dejar atrás la vida que había construido todos estos años en Inglaterra, desde que tengo uso de razón he vivido aquí, tengo mis amigos y una novia, aunque soy de origen tailandes. Me gusta estar en este lugar, pero también me emociona volver y tener una aventura.

¿Por qué me mudo?

Bueno...papá expandió su negocio, entonces Tailandia es nuestra nueva parada.
Lo malo es que al mudarme tendré que ponerme al corriente en mis estudios, mi padre me inscribió en una de las mejores universidades, no me importa si es la mejor, solo quiero estudiar y ser un buen doctor.

Aunque sé que no puedo ejercerla por mucho tiempo, ya que cuando mi papá renuncie a su cargo yo tendré que ser el nuevo presidente. Así que también estudio administración de empresas para cuando ese momento llegue. No obstante, tengo que admitir que no me gusta que mi vida ya esté establecida.

Sin embargo, trato de no concentrarme mucho en ese asunto, todavía soy joven, mi vida aún puede cambiar.

Despedirme de mis amigos es un poco difícil, por otra parte esta mi novia no se como decirle adiós, hemos pasado buenos momentos juntos a lo largo de este año, ella es una hermosa omega tiene una piel clara, una cabellera rubia con rizos, unos ojos azules casi como el océano, son increíbles, había veces en que me perdía en su mirada, me encanta su carácter y su forma de ser, pero no siento que ella sea el amor de mi vida...No siento esa conexión, esa magia. Aunque no estoy seguro que eso exista o que me vaya a suceder.

Con Jean hablamos y decidimos que lo mejor es seguir siendo amigos, me alegro mucho que aún la pueda tener a mi lado, le dije que si no encontrábamos el amor que buscamos volveríamos a estar juntos, es una mujer maravillosa. Así que no dudaría en casarme con ella y formar una familia.

Y el momento llegó, el momento de partir, al subir al avión dejo escapar un suspiró y unas cuantas lágrimas, realmente voy ha extrañar mucho estar aquí.

Después de unas horas llegamos a nuestro nuevo destino, Bangkok, es una ciudad agradable

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Después de unas horas llegamos a nuestro nuevo destino, Bangkok, es una ciudad agradable.

La nueva casa tampoco está tan mal, solo tengo que acostumbrarme, por otro lado no sé qué hacer con la tragedia de la casa de mi corazón, la verdad es que quiero experimentar el amor, esa unión que sientes cuando encuentras a tu otra mitad, dicen que es tan fuerte que no te importa si es hombre o mujer simplemente no pueden vivir el uno sin el otro. Mágico ¿verdad?

Son pocos los afortunados de encontrar su otra mitad, si no la encuentras te casas con alguien con la que te sientas a gusto y forman una familia y ya... asunto arreglado.

Me parece curioso que hasta ahora no sienta eso, he tenido algunas parejas, todas fueron mujeres, nunca me ha llamado la atención los hombres, creo que debería ser un lindo, de verdad un lindo omega para que me llame la atención.
En el fondo sé que mi madre estaría más que feliz si mi pareja fuera un alfa como ella, aunque tengo que admitir que los lindos omegas son mi debilidad. Papá me apoya en eso, él también comparte que los omegas son lo más lindo, pero lo más irónico es que se casó con un alfa igual que él.
Mi padre dice que aunque piense eso de los omegas, mi madre le robó el corazón y ya no hubo vuelta atrás.

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