SÁLVAME

CAPÍTULO 27

~En la oficina ~

Off no quería dejar a su hermano con ese hombre. P'Sebastian nunca le dio confianza pero no tuvo opción, solo quería que su padre termine rápido. 

—¿Qué es lo que pasa papá? 

—¿Por qué a ti y a Krist les gusta mentirme? —Cuestionó su padre. 

—¿No sé de qué hablas? 

—Pensé que eras más inteligente Off, no me digas que el estúpido de Krist te gana. 

—No hables así de él. —Murmuró molesto. 

—Siempre tuve una duda ¿por qué lo defiendes tanto si no es tu hermano? 

—Eso no me importa, él es una persona buena y amable ¿por qué no te das cuenta de eso? 

— Ese no es asunto tuyo. 

—Claro que si, no puedes seguir haciendo lo que haces, si sigues con todo esto se lo diré a mamá. 

Tal vez parezca irónico que después de mucho tiempo Off decida tomar cartas en el asunto, pero no es así, siempre quiso hablar con su madre de lo que pasaba, sabía que ella podía ser de ayuda. Sin embargo, también era consciente de que si las cosas salían mal el único perjudicado sería Krist, ya que al no ser familiares directos su "hermano" podría terminar en una casa hogar y un joven como Krist no debía poner un pie ahí, nunca. 

—Dile, no me importa, espero que se lleve a ese chiquillo. —En su rostro había una sonrisa un poco extraña, casi daba miedo. 

Off tomó su celular en su manos listo para llamar a su madre y dándose cuenta que hace mucho tiempo debía hacerlo. Sin importar nada, se sintió arrepentido de no hacerlo antes. 

—Ah… y ya que estás en tus llamadas ¿por qué no llamas a ese chico? —su sonrisa creció más al ver la expresión de su hijo. 

—¿De qué hablas? —un frío intenso recorrió el cuerpo del joven alfa. 

—De...hum ¿cómo se llamaba? 
A- Atthaphan, ha… ¡ya recordé!, Gun Atthaphan, el chico de la cafetería, al menos tienes buen gusto es un lindo y delicado omega. 

Off  sintió terror y repulsión por la persona que estaba frente a él y las palabras que éste pronunciaba. 

—¿Qué le hiciste? —preguntó al filo de los nervios. 

—Nada, aquí la pregunta es ¿Qué vas hacer tú? 

Sin más el joven tomó su celular marcando con desesperación el número de su omega. 

—¿Gun? —susurró cuando escuchó que la llama fue tomada. 

—P… Off, ayúdame... — la voz de su pareja estaba profunda y quebrada, era notorio que estaba llorando. 

—Gun ¿Dónde estás? 

—E-n…en la universidad, P'Off hay muchos hombres, tengo miedo. Ven. 

No lo dudó ni un segundo, salió de su casa a toda toda velocidad, sin siquiera recordar que había olvidado a una persona muy importante, no lo culpen, Off nunca pensó que algo así sucedería esa noche. 

Si hubiera sabido nunca habría puesto un pie fuera de la casa. 

No obstante, no era un adivino y solo decidió seguir a sus instintos; que gritaban que salve a su omega. 

Su ansiedad crecía a cada kilómetro, mientras repetía una y otra vez:

—Que esté bien, que Gun esté bien.