Los entrenamientos y las pistas continuaron. Aunque Byron no dijo nada sobre la pluma su emoción por entrenar era cada vez mayor, conocía que su futuro estaba lleno de brillo.
Una noche mientras se encontraba leyendo en la biblioteca pudo ver una sombra atravesar la calle a toda velocidad, era el halcón. Hora de seguirlo y darle una sorpresa, se movió con su mayor sigilo detrás de el por un kilómetro, orgulloso de no ser detectado y poder seguir el ritmo se posó sobre un tejado desde el que podía ver al callejón donde el halcón se encontraba, las ropas de él eran bastante distintas a las que solía vestir, pero sin duda alguna conocía su cara. Busco una mejor locación para lanzar su sorpresa, estaba en tan buena forma que incluso se acuño al lado de un gato que nunca pudo sentir su presencia y observo hacia el callejón.
El halcón se encontraba mirando hacia una sombra con una gran sonrisa en él, Byron acomodo su cuerpo para poder divisar lo que observaba su maestro, paso a paso de poco en poco hasta que tuvo una vista clara. Un joven niño con ropaje grisáceo se encontraba tumbado entre las sombras con su mano en la pantorrilla y una expresión de dolor. El halcón metió su mano dentro de su capa y saco una gran daga que brillaba con el reflejo de la luz de la luna, pudo ver que los labios de los dos se movían, pero no entendía lo que decían. Se concentró tanto en poder escucharlos que perdió noción de su alrededor.
Todos los ruiseñores morirán por mi mano, eso ya está decidió.- Fue lo único que escucho decir a el halcón justo antes de que cortara la garganta del joven.
Un golpe de adrenalina dio en el corazón de Byron se desconcentro el tiempo exacto para que el gato note su presencia y largue un fuerte maullido mientras escapaba del lugar tirando varias tejas. Un segundo golpe de adrenalina hizo que su corazón suene como un tambor de batalla cuando la cabeza del halcón volteo justo en la dirección donde Byron se encontraba.
Por alguna razón, habilidad, deseo de los dioses o simplemente coincidencia Byron corrió como jamás lo había hecho en su vida saltar entre techo y techo era tan fácil como leer las palabras de los libros que tanto amaba. Pero eso no era lo que tenía en mente, debía escapar, el halcón quería muertos a los ruiseñores y él lo sabía, no es necesario ser experto para saber que si lo atrapaba su historia terminaba en ese momento. Logro sortear todo el camino de vuelta hasta la mansión. Entro apresuradamente y sin encender ninguna luz tomo todo lo que podía, su ropa, la honda, el bastón y el diario que había recibido del dueño de la mansión, miro por última vez a su amada librería, no sabía cuándo podría regresar pero algo tenía por seguro, si quería vivir y salvar la memoria de quien le dejo el mejor presente debía escapar, hacerse fuerte, encontrar a los ruiseñores y plantar cara a esta amenaza.
Salió del pueblo cubierto por la penumbra, siempre mirando sobre su hombro una actividad que jamás podrá evitar nuevamente.
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Byron " La risa" Drake
Science FictionBackstory de mi PC para DnD. Bastante precaria pero lo bueno empieza en unos días.