Te seguiré amando en esta vida [ all x Tanjiro ]

Divertida confusión

Era una hermosa mañana en el departamento de Tanjiro Kamado.

Inosuke seguía durmiendo al igual que Zenitsu mientras que el pelirrojo preparaba el desayuno con entusiasmo.

Él era el único con energías para comenzar otro nuevo día en la academia. Además, estaba taradeando una linda y dulce melodía mientras cocinaba.

¿Dónde quedaban esa clase de personas en el mundo? Seguro que en peligro de extinción.

En ese momento, Zenitsu había despertado. No porque así lo deseaba, nunca lo hacía. Sin embargo, las patadas molestas de su amigo el azabache eran dolorosas. Y prefería tener una espalda en buenas condiciones antes de los cincuenta.

- ¡toma esto, maldito idiota!- gritó lanzándole una patada para que tuviese una probadita de su propia medicina.

El muchacho con la máscara de jabalí se levantó del suelo todavía demasiado somnoliento y confudido. Pero se acercó al rubio para darle un ataque porcino.

- ¿¡qué haces, Teritsu!?- dijo un muy enfadado Inosuke, preparado para empezar una pelea.

- ¡maldita sea, Inosuke. ¡Que soy Zenitsu!

- ¡cállate, Monitsu!- replicó el muchacho de la máscara de jabalí mientras que le daba otro ataque porcino.

- ¿chicos?

Los llamó Tanjiro desde la cocina al escuchar tanto ruido, y ambos se tranquilizaron.

Aunque en realidad, Inosuke cambió de inmediato su pijama y se dirigió hacia la cocina ya que notó un agradable olor proveniente de ella. Planeaba comer antes que Zenitsu, iba a ser el primero en desayunar. Debía de ganarle.

- idiota...

Sin embargo, su competidor no le interesaba tanto el desayuno ni el premio, si había uno. Soltó un bostezo antes de mirar su teléfono.

Lo había apagado cuando llegaron a casa la noche anterior debido a que el sonido que provocaba cuando recibía una notificación era irritante.

Una vez que encendió su teléfono, explotaron los mensajes, y el jodido sonido de la campana de notificaciones casi le rompía un tímpano. Se dio una bofetada mental por no haberlo silenciado.

- .... ¿debería de leerlos?- se preguntó sin tantos deseos de hacerlo, pero era el grupo de los cazadores.... De algo importante deberían de haber estado debatiendo.

Cuando aparecieron mensajes en privado de Sabito y Tengen, se tensó. Aclarando su garganta, los empezó a leer en voz baja:

- " mocoso de mierda" ... qué amigable...- hizo una pausa- "las fuerzas que gasté en retener a Giyuu serán las mismas que perderás en el próximo entrenamiento. En serio, juro que"....- tragó fuerte sin continuarlo.

Ya con la primera oración tuvo en claro que el hombre de cabello anaranjado estaba enojado, y él sufriría su ira.

Sin la necesidad de saber todos los insultos le había puesto Sabito, abrió el de su profesor del departamento de artes:

- "la próxima vez que tenga que hacer un rastreo ninja porque no sabes escribir bien un mensaje, usaré mi espada para"....- Zenitsu alejó su cara de la pantalla. Tenía el presentimiento de que, otra vez, serían puras amenazas.

¡¿Pero qué demonios había hecho mal!? Acaba de recibir amenazas de muerte, cierto?

- ¡Zenitsu! ¡La comida ya está!

La dulce voz de cierto pelirrojo hizo que Zenitsu dejara el aparato en el futón para luego dirigirse a la cocina.

- ..... ni modo, comer me animará