Ana Steele era sumisa de Christian Grey y luego lo dejó. 2 años después, regresó a Seattle, donde debe enfrentar su pasado, sus miedos y, por supuesto, no olvidar al Sr. Grey.
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No puedo creer que se lo dije a mis padres. No puedo creer que no estén disgustados de mí. No puedo creer que mi madre le dio una paliza a Elena. No puedo creer que después de todo lo que se ha revelado esta noche, todavía cuente con el apoyo de mi bella Ana.
Estoy en la parte de atrás del Mercedes de mi padre con Ana acurrucada a mi lado. Mi padre conduce y mi madre está en el asiento del pasajero. Nos dirigimos a Bellevue para comenzar un plan de acción. A pesar de que Elena me dio tres días antes de que publicara esa foto, después de lo que mi madre le hizo esta noche, sé que va a atacar, y pronto.
Ana llamó a Gail para comprobar a Phoebe y nos dijo que estaba profundamente dormida en nuestra cama. Pensar en mi pequeña me mantiene tranquilo. Me pregunto cuánto tiempo tengo que esperar para sacarle a Ana el tema de más niños. ¿Puedo pedirle que se salte su próxima inyección?
Me salgo de mis pensamientos cuando Ana besa mi mejilla. Ni siquiera me había dado cuenta de que el auto se había detenido. Tomo la mano de Ana y entramos en la casa de mis padres. Mi madre nos lleva a la cocina y me quito la chaqueta y la dejo caer alrededor de Ana porque se ve fría y me quito la corbata de moño y la guardo en mi bolsillo. Sera mejor ponerse cómodo.
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Casa de Carrick y Grace Grey
Mi madre nos da un café a todos y me río entre dientes cuando Ana agrega azúcar, crema y leche. Ella siempre ha sido rara con sus elecciones de bebidas calientes.
"¿Así que, que hacemos?" Yo sonrío cuando mi padre dice nosotros y no tú. Él tiene mi espalda.
"No lo sé. No puedo planear sin saber qué más tiene sobre mí. Podemos tener en nuestras manos esa foto, pero ella puede tener otras. Tengo a Welsh y Barney mirando a alguien que tal vez pueda evaluar su casa. Conozco a Elena y ella no confía en los bancos, así que dudo que tenga cajas de seguridad, lo que significa que todo lo que tiene sobre mí estaría en su casa. Sé que ella tiene una caja fuerte en su oficina y una en ella... su... mazmorra" Tengo que mirar hacia abajo cuando lo digo. No me gusta la idea de que mi madre sepa que alguna vez estuve en un calabozo siendo el juguete de Elena.
"¿Entonces entrar a esa casa y rápido es primordial?" Ana pregunta y yo asiento. Ella comienza a morder su labio y casi puedo ver los engranes girando en su cabeza.
"¿Qué estás pensando bebé?" Se ve un poco nerviosa pero luego respira hondo.
"Vamos a echarla de la casa". Ella dice y me toma unos segundos entender lo que quiere decir, pero luego hace clic. Linc era dueño de esa casa y cuando murió le dejó su patrimonio completo a Ana, lo que significa que Ana, y no Elena, es dueña de esa casa.
"No podemos simplemente echarla de su propia casa, querida. Podría hacer que arresten a las personas por, allanamiento de morada y entrada ilegal. La lista sigue y sigue". Mi padre, siempre en modo abogado.
