Jimmy Page 1

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He estado mucho tiempo sin actualizar porque no estaba pasando por mi mejor momento y eso me provocaba que no tuviese nada de inspiración.
Las cosas ya me van mucho mejor y mi objetivo es completar todos los pedidos (que son muchos) antes de que finalice el mes. Espero que entendáis por qué tuve que darme una pausa en esto y que sigáis teniendo ganas de leer mis ideas. ❤

Segunda parte del pedido.

Ambos se van quitando la ropa mutuamente sin separar sus labios

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Ambos se van quitando la ropa mutuamente sin separar sus labios. Jimmy recorre todo el cuerpo de la chica con caricias hasta que llega a su pecho e intercambia sus manos con su lengua. Pequeñas manchas rosáceas se van formando cuando el guitarrista succiona y muerde la piel, provocando que ella se retuerza bajo su toque. Por su parte, Coral enreda los dedos en los rizos del hombre suplicándole indirectamente que continúe con su juego, mientras comienza a moverse lentamente sobre su pelvis ocasionando que el fuego entre ellos vaya aumentando a niveles extremos.

Page dirige una mano a su centro y juega con su clítoris dando ligeros movimientos circulares sobre él. Seguidamente, introduce dos dedos multiplicando por mil la sensación de placer. Él se considera todo un experto y va a demostrárselo paso por paso.

—¿Así te gusta? —pregunta con un tono de voz dulce pero sarcástico a la vez, cómo si no supiese ya la respuesta.

Ella asiente con la cabeza y entonces él sonríe. Una sonrisa que Coral siempre tendrá guardada en un lugar de su memoria.

Con cuidado la tumba sobre la cama, disfrutando de las vistas que le regala su cuerpo desnudo, como si fuese el tesoro más valioso jamás encontrado. Le da un corto beso en los labios, otro en el centro de su pecho y después dibuja una línea imaginaria con la punta de su lengua en el vientre hasta llegar a su parte íntima. En ella se recrea. Explorando poco a poco a la misma vez que introduce un dedo.

Y entonces para.

A Jimmy le gusta hacerse de rogar, así que comienza a masturbarse frente a la mirada desesperada que ella le da. Coral hace el intento de acercarse a él y protestar. Pero no le da tiempo pues él toma sus manos y empujándola hacia la cama, vuelve a sumergirse de lleno en ella.

Esta vez es muy difícil para la chica controlar los gemidos que no quiere que se le escapen. El guitarrista está haciendo su trabajo tan concienzudamente que es imposible mantenerse en silencio. Cuando Jimmy besa literalmente su sexo, con delicadeza pero de manera excelente, siente que está en el pico más alto de una montaña rusa y se encuentra cerca de bajar, con la adrenalina que eso conlleva.

—No, Coral. Vas a hacerlo para mi y en mi. —Jimmy se estira hasta poder besar sus labios y se posiciona entre sus piernas. —Te vas a correr aquí. —y sin previo aviso la penetra.

Ambos gimen débilmente cuando por fin se han unido. El éxtasis entre los dos se apodera del ambiente del lugar y por ahora sólo los muebles son testigos de lo que está sucediendo ahí dentro. Sus cuerpos parecen creados para encajar a la perfección y darse placer mutuo como nunca habían experimentado con otras personas.

Coral necesita ser quién lleve ahora las riendas, así que con agilidad cambia de posición y empieza a cabalgar a Jimmy. A él le gusta ser dominante, pero más le gusta que ella le desafíe así que se deja hacer. Mientras tanto sujeta sus caderas y la aprieta más contra sí, como si eso fuese posible. Ambos tratan de callar sus gemidos uniendo sus bocas con besos llenos de deseo y desesperación. En la habitación sólo se escucha el sonido de sus pelvis chocando una y otra vez.

Sin embargo, no pasa mucho tiempo hasta que son interrumpidos. Robert abre la puerta, provocando un sonido estridente al chocar con la pared. Cogido de cada brazo por Bonzo y Jonesy, quiénes tratan con todas sus fuerzas de impedir que haga una locura.

—¡Coral Carmen Plant! —ese grito se clava en los oídos de los amantes, que inmediatamente de un salto se separan.

Jimmy se pone delante de Coral para ayudarla inútilmente a cubrir su desnudez.

Bonzo no puede creer que lo que está viendo es real. Parece una escena sacada de una telenovela y para no enfurecer más al dios dorado, gira la cara y comienza a reír en voz baja. En cambio, Jonesy con las mejillas sonrojadas, dándoles la poca privacidad que puede dar en un momento como ese, evita mirarlos fijando la vista en sus zapatos azul marino.

—Os lo advertí a los dos. Os lo repetí millones de veces. ¡Y mira cómo os encuentro! —el rubio ríe, pero es una risa tan siniestra e irónica que Coral realmente comienza a temer por lo que pueda hacer su hermano.

Obvio que sabe que a ella jamás le haría nada pero no está tan segura de sí actuará de la misma forma con Jimmy.

—Robert, ambos son adultos. Y lo suficientemente maduros como para tomar sus propias decisiones y responder ante ellas. No tienes ningún derecho a hacer ningún escándalo. —Jonesy intenta convencer a su amigo mientras que tira de él hacia la puerta. Al ver que no lo consigue, decide jugar sucio. —Ahí abajo hay gente que haría cualquier cosa por vender una noticia nuestra. ¿Quieres qué esto sea portada de periódicos y revistas en lo que queda de mes?

El entrecejo de Robert se va suavizando poco a poco como si meditase esas palabras. Aunque si las miradas matasen, Jimmy habría muerto hace un buen rato.

—¿Podéis dejar que nos vistamos tranquilos y luego continuamos con la reunión familiar? —ahora es Jimmy quién rompe el silencio. Para Bonzo es imposible controlar la risa después de escuchar sus palabras. Sin embargo, eso no impide que mantenga a un más alterado Robert tras el comentario en su sitio, al igual que Jonesy.

—Tenéis dos minutos. —su tono de voz es frío y apagado, al contrario de cómo suele ser realmente. Y dicho esto, comienza a caminar hacia la salida con la cabeza gacha y soltándose del agarre de los otros dos, quiénes le siguen en completo silencio.

A Coral al principio le daba vergüenza recordar cómo es que fueron descubiertos, pero ahora que han pasado seis años no puede evitar llorar de la risa cada vez que ese momento pasa por su mente.

Comprueba en el espejo que el vestido y el maquillaje están perfectos, pues su novio le ha dicho que hoy será una noche especial para ambos. El timbre de la casa suena e interrumpe sus pensamientos pero enseguida vuelve a lo suyo cuando Jimmy le dice que él abrirá la puerta.

Cinco minutos después, baja las escaleras para encontrarse con su hija en los brazos de su tío, Robert. Ambos hermanos se saludan con un abrazo y charlan de cosas triviales hasta que son interrumpidos.

—Mamá, mira lo que me ha regalado tío Ro —la pequeña agita las chocolatinas en el aire para llamar la atención de su madre y seguidamente curva los labios hacia abajo —pero James dice que espere hasta mañana.

—Cariño, ¿qué dije sobre llamarme James? Soy papá. —Jimmy aparece de la nada, guardando disimuladamente una pequeña caja en el bolsillo de su abrigo. Después, le da un beso en la mejilla mientras trata de esconder la risa provocada por las ocurrencias de su pequeña. —Puedes comer una o dos pero no todas en el mismo día. Luego te dolerá la barriga.

—Si no quieres que te llame James, me dejarás comer tres. —la pequeña sonríe victoriosa pensando que su padre se dejará manipular.

—Dos ahora... —y sabiendo que en ese tiempo ya estará dormida, añade— ...y otra cuando volvamos de cenar.

—Vale, papi. Te esperaré.

Los hermanos Plant intercambian miradas y sonríen al contemplar la tierna escena. ¿Quién iba a pensar que el enigmático y casi celestial Zoso fuese tan dulce y delicado cuando se trata de su hija?

El guitarrista camina hacia la puerta cogiendo la mano de la que esta noche será su futura esposa. Pero por ahora, ese detalle sólo lo saben él y el mayor de los Plant.

Y aunque parezca mentira, Robert no puede pensar en un mejor mejor cuñado y padre de su sobrina que su guitarrista del alma.

ONE SHOTS ✨ ROCKSTARS Y TÚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora