El mundo de un joven llamado Fuutarou Uesugi se pondrá totalmente de cabeza al conocer cinco ¿"pesadillas"?.
¿Sentimientos?
Desastre a la quinta potencia sólo eso le podría esperar.
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Un nuevo día comenzaba para cierto joven el cual despertaba con una cara sin expresión alguna solo se limito a observar por unos segundos su ventana hasta que fue interrumpido por su pequeña hermana.
Raiha: Buenos días Onii-chan date prisa y ven a desayunar -decía mientras estaba parada en la puerta de Fuutarou-.
Fuutarou:-fingiendo emoción- Voy enseguida Raiha.
Raiha:-retirándose- Date prisa o llegarás tarde a la escuela.
Fuutarou:-Observando el reloj de su habitación- Como si eso pasara mejor me levanto ya, oh si, mejor primero me daré un baño.
Así continuaba la mañana después de su baño Fuutarou se dirigió a la cocina ya vestido con su habitual uniforme para poder desayunar algo sencillo pero que para el era delicioso ya que lo preparaba su hermana una vez terminado su desayuno se dispuso a levantarse y dirigirse a la puerta para irse.
Fuutarou:Nos vemos Raiha ten cuidado -dijo para intentar salir con dirección a la escuela-.
Isanari:-deteniéndose frente a su hijo- ¡Oh! hijo ya te vas.
Fuutarou:-solo lo miró fijamente- Asi es viejo por lo que veo volviste a doblar turno.
Isanari:Como verás hijo nuestras finanzas no son las mejores así que tengo que hacerlo además no estoy tan viejo -esto último lo dijo para después mostrar su típica sonrisa despreocupada-.
Fuutarou:-suspiró mientras comenzaba a caminar- Lo sé solo no te esfuerces tanto Raiha ya hizo tu desayuno cometelo antes de que se enfríe nos vemos viejo.
Isanari:Lo haré cuídate hijo ten un buen día.
En el camino Fuutarou como era costumbre iba caminando mientras estudiaba su cuaderno de apuntes sin prestar atención alguna a su alrededor ya que no quería distraerse y le quitará tiempo valioso de estudio sin más llegó a la escuela se dirigió a su salón enseguida tomo asiento y continuo estudiando hasta que llegó el profesor.
Profesor:-entrando y colocándose en su escritorio-Buenos días comencemos con las clases.
Alumnos:-al unísono- ¡Hai!.
Y así prosiguieron las clases hasta que llegó la hora del almuerzo una vez en la cafetería Fuutarou ordenó su comida el cual consistía en una orden de carne sin carne ya que así se ahorraba dinero y obtenía un buen almuerzo además de que el agua era gratis, tras recibir su órden se dirigió a su habitual asiento en una mesa solo para él, todo parecía normal hasta ese entonces hasta que sin darse cuenta su charola choco contra otra charola enseguida dirigió su mirada hacia el dueño de la charola.
Fuutarou: Este es mi asiento así que vete -mencionó con un tono serio y con su cara sin expresión alguna-.
¿?:-sorprendida por el comentario poco cortés del joven- Lo siento no lo sabía pero aún así esa no es manera de tratar a las personas además no hay mesas vacías así que ¿Puedo sentarme?.
