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Se levanto repentinamente al sentir su cuerpo congelarse, estaba agitado por alguna razon. Tal vez una pesadilla, no lograba recordarlo con exactitud. Se sento sobre la cama, todo su cuerpo dolia como el demonio, ¿pero que mierda le había sucedido? Estaba totalmente empapado de pies a cabeza.

—veo que finalmetne despertaste—el bicolor yacía frente a él con una cubeta vacía—disculpa mi manera tan brusca de despertarte pero...bueno, te veía algo sucio, tal vez necesites un baño—Llevaba una mirada apagada, aquellos ojos penetrantes le causaron a Izuku un escalofríos, sentía el miedo invadir su cuerpo, aquellos recuerdos de la noche anterior hicieron que sus ojos de cristalizaran de inmediato, quiso sollozar al ver sus moretones en sus brazos y piernas, pero sobretodo, no soportaba ver al ser que le proporcionó cada una de sus heridas con una sonrisa de oreja a oreja que llegaba a hacerlo estremecerse. —espero que lo que hayamos echo anoche quede entre nosotros—comenzo a acercarse lentamente al pecoso, quien al compás de los pasos del mayor retrocedia en le cama hasta toparse con la pared. —en el caso contrario, te cortare esa linda lengua que tienes, ¿entiendes?—tomó del mentón al menor, el temor bailaba en aquellos orbes verdes, por alguna razón eso ponía aún más contento a Shoto.

—S—Shocchan, ¿¡que te sucede?!, tu...tu no eres así, ¡no puedes hacerme esto, no sé supone que golpeas a la persona que amas!—gritó apretando fuertemente las sábanas, quería morderse la lengua en aquel momento, temía que Todoroki saltase nuevamente sobre él y volviera a suceder lo de la noche anterior.

El híbrido comenzó a caminar de un lado a otro en la habitación, cada sonido que hacían los zapatos del más alto hacían poner nervioso al menor, estaba teniendo un ataque de ansiedad nuevamente.

—Bien, supongo que ya no puedo ocultarte la verdad, ¿no es así, Izu?—soltó una carcajada al pronunciar aquel apodo—veamos, ¿como te lo digo para que no te duela?—se agachó a la altura del pecoso ladeando su cabeza—yo solo te enamore para luego venderte—le dedicó una sonrisa satisfecho de sus palabras y la mueca que puso Izuku al escuchar aquella declaración.

—¿pero qué?...—musito por lo bajo, comenzó a jugar nerviosamente con sus dedos, luego se detuvo a pensar un poco, soltó una risilla nervioso—es broma, ¿verdad?, n—no fue muy gracioso, pero tu siempre tuviste un sentido del humor extraño—le dirigió una sonrisa. —te perdono, Shocchan.

—¿estas tomadome el pelo, idiota?—arqueó una ceja. —espero que entiendas que a partir de ahora lo que te diré será real, y que sigas todos los pasos que te indique a la perfección—se sentó en la orilla de la cama. —Yo enamoro a idiotas como tú—clavó un dedo en el pecho del menor—para luego casarme con ellos y venderlos a precios altos en subastas, ya sabes, eso llamado tráfico de personas, aunque tú al ser hombre tardaste más en enamorarte de lo que me agrada. Aún así, no notaste mis muy exagerados problemitas—acerco su cara a la de Izuku, señalando con su dedo su cabeza—como pudiste notar anoche, estoy loco—sacó una cajetilla de cigarros de su bolsillo, para luego encenderlo. —aún así aprendí a ocultarlos con el tiempo, en este trabajo los dementes no son muy atractivos...

—¿q—qué estas?...—salió rápidamente de su cama, ignoró por completo los agudos dolores de su cadera, en aquel momento tan solo quería huir de allí y de aquel monstruo del que se había enamorado. No obstante el bicolor fue más rápido, corrió a la puerta para cerrarla tras él dejando al pecoso completamente desnudo en medio de la habitación temblando de miedo.

—¡te dije que me escucharas pedazo de mierda!—frunció sus cejas acercándose al pecoso—no te venderé, al menos no ahora. Lamentablemente resultó ser que me enamore de ti, de esa dulce actitud que tienes, de tus pecas, todo en ti es perfecto, y caí en tus redes, pero...tengo un pequeño problema con tu actitud, eres demasiado amigable con las personas, sobre todo con los chicos. Digamos, que no me gustó para nada verte coquetear con aquel ojeroso de mierda antes de la boda. No quiero que cuervos idiotas  toquen mi comida, pero resultaste ser una perra que menea la cola con el primero que se te cruza.—tomó los hombros del menor apretando los con fuerza—Así que desde ahora en más, te quedaras aquí, y serás la perfecta esposa que yo quiero—deposito un pequeño beso en el cuello de su esposo—pero te advierto, un solo paso en falso...y juro que te llevo con idiotas aun peores que yo, ¿si?

El menor asintió desviando su mirada, tratando de callar sus sollozos.

—Así me gusta.

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𓏲ᣟ 𝑖𝑛𝑓𝑖𝑒𝑟𝑛𝑜 ; 𝑘𝑡𝑑𝑘  ᳝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora