Frente a la ventana del cuarto de estar se encontraba el árbol de Navidad más hermoso que Jennie había visto en toda su vida.
Al otro lado de la mesa observó a Lisa a la luz de las velas; parecía distante desde que habían salido de la tienda de artesanía, pero ella lo había achacado al hecho de no estar familiarizada con aquella festividad y la había convencido para ir a comprar el árbol. En realidad había sido Harmony, que no había dejado de llorar hasta que Lisa la había tomado en brazos.
Aquello había hecho que Lisa se sintiera orgullosa y le había dado fuerzas para buscar, según ella, el árbol más grande y espectacular que hubiera en el vivero. Aquel gesto tan entusiasta le había recordado mucho a su padre.
—¿Te acuerdas de las Navidades que pasaste con papá y conmigo? —le preguntó Jennie tomando el último bocado de pollo.
—Sí —respondió Lisa con el tenedor a medio camino de su boca.
—El olor a pino y el árbol esperando a que le pusiéramos los adornos.
—No lo decorasteis hasta Nochebuena, ¿verdad?
—Era la costumbre que tenía mi padre.
—Sé que esas cosas son muy importantes para ti, Jennie.
—¿Qué cosas?
—La familia, las tradiciones… —la mirada de Lisa se había enternecido.
—Sí —respondió tomando un sorbo de su copa de vino— Y más ahora que está Harmony. Creo que es importante que un niño crezca sabiendo las cosas que han hecho que su hogar y su familia sea como es, ¿no crees?
Lisa soltó una amarga carcajada.
—No creo que ningún niño estuviera interesado en mi hogar o mi familia.
De repente, Jennie tuvo la sensación de que acababa de dar un enorme paso hacia atrás.
—Bueno, siempre hay tiempo de crear tradiciones... ¿Por qué no pasas la Navidad aquí, con Harmony y conmigo? Como en los viejos tiempos, pero con algunas innovaciones.
En la habitación se hizo un silencio ensordecedor.
—Te lo agradezco mucho —dijo Lisa por fin— Pero no voy a estar en Lima en todas las vacaciones.
El corazón de Jennie se quedó hueco de pronto.
—¿Y dónde vas a estar?
—En Los Ángeles. Voy a volver a trabajar con los programadores de Micronics para poner todo a punto para el lanzamiento.
Jennie se quedó mirándola sin decir nada, tratando de descifrar qué escondía tras esos fríos ojos dorados, pero no revelaban nada. De hecho, tenían la misma expresión que el día que se había marchado de Lima, siendo solo una adolescente, y que los primeros días que Jennie había pasado en su casa.
—¿De verdad vas a trabajar durante la Navidad?
—No, sobre todo voy a estar buscando casa en la zona.
Aquello terminó de hundirla. Jennie soportaría que pasara algunas semanas trabajando fuera, pero la sola idea de que se marchara para siempre...
—Algún sitio para el invierno —continuó sin la menor emoción en la voz— Aquel clima me viene muy bien para los problemas en la pierna.
Jennie respiró hondo e hizo un tremendo esfuerzo por no dejar ver el dolor que sentía.
—Bueno, si vienes para Año Nuevo, Harmony y yo podríamos ir a buscarte al aeropuerto...
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AFTER THE STORM
FanfictionPerdida en una carretera desierta, embarazada y en medio una tormenta de nieve. Jennie jamás imaginó volver a encontrar en aquella situación a su vieja amiga, Lalisa Manoban, convertida ahora en una exitosa y atractiva mujer a quien los medios catal...