Capítulo cuatro

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-Última oportunidad...- murmuró Aspik. Ambos jóvenes observaron desesperanzados como el miraculous de la serpiente sólo tenía un salto más antes de quedarse sin energía.

-Lo hemos intentado todo...- dijo Multimouse.- Le he atacado de frente, por la espalda, lateral, ¡incluso desde arriba!

-Siempre te atrapa, quizás deberíamos intentarlo sin que te dividas.

-Pero ese es mi poder. Se supone que el maest... Eh, que a Cat Noir le encomendaron entregarme el miraculous del ratón porque sus poderes nos ayudarían con este villano.- explicó ella.

-Debe haber alguna manera... ¡Un segundo! Has dicho que lo has intentado de todos los ángulos posibles.- exclamó Aspik.

-¿No lo hemos hecho?

-No, lo has hecho TÚ...

Tan sólo les restaban algunos instantes para hacerse con el miraculous del villano. Era ahora o nunca. Una vez más, la horda de pequeñas Multimouses corrieron hacia Steam Warrior. Silenciosa y lentamente, como lo habían intentado en la ocasión anterior a esa, comenzaron a subir poco a poco sobre él.

Parecía que realmente el villano no se percataba de esto si no llamaban su atención, pues sus piezas metálicas no poseían tacto. Dentro de su pecho, dos de las criaturas comenzaron a desconectar los cables de su rayo.

-¡París será una ciudad gloriosa otra vez! ¡Justo como jamás debió dejar de serlo!- gritaba el sujeto disparando en todas direcciones sin control. Mas cuando intentó convertir una de las bombillas de la sala en un candelabro, sus disparos no emergieron.- ¿Pero qué...?

-Estamos presentando problemas técnicos. Disculpe la molestia.- dijo una sonriente Multimouse apareciendo de pronto frente a sus narices, sorprendiéndole. Steam Warrior miró hacia abajo y se percató del resto de ellas.

-¡Pequeñas pestes!- exclamó furioso, tomando a la que tenía en su rostro con fuerza en su mano.- Ni con un batallón completo de ustedes podrán derrotarme. Jamás podrás tomar mi poderoso rayo.

-He ahí el detalle. Ese no era mi trabajo, sólo distraerte.- dijo burlescamente la chica. Apenas tuvo tiempo el villano de voltear cuando le fue propinado un fuerte golpe en el rostro que desprendió su cabeza robótica, gracias al trabajo previo de otras dos de las réplicas. El triunfante chico serpiente sonrió con orgullo situado en su hombro.

El cuerpo comenzó a tambalearse, amenazando con caer. Todas las pequeñas copias de la chica comenzaron a correr hacia le que estaba sujeta en la mano, formando finalmente a la heroína completa. Aspik la liberó de los dedos hidráulicos y la tomó en brazos para saltar con ella lejos de lo que sería una fuerte caída.

Al aterrizar con seguridad en el suelo, Multimouse miró fijamente al héroe, decidiendo que definitivamente el traje quedaba bien en él. Este le devolvió la mirada con una sonrisa al percatarse de que era observado.

-Buen trabajo con esos cables.- felicitó él colocándola en el suelo con cuidado.

-Buen cuerpo... ¡Es decir! Buen golpe.- respondió ella, sonrojada por completo.

-Si los dos han terminado de coquetear, pueden in preparándose para recibir la paliza de sus vidas, niños.- gruñó Steam Warrior al momento que desde su cuerpo su mano se acercaba a su cabeza para ponerla de nuevo en su lugar.

-Oh, no. Eso no.- advirtió Multimouse dando un paso adelante para zafar sin problema el artefacto en su pecho.

-Será mejor que le entreguemos eso a Ladybug. No queríamos un akuma suelto en el museo de nuevo.- sugirió Aspik.

Colmillos y bigotesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora