3. Psiquismo de la violencia

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El aparato psíquico de Freud es unsistema de la negatividad. El super-yose manifiesta como una instancia severade mandamientos y prohibiciones:

El super-yo conservará elcarácter del padre, y cuantomayores fueron la intensidad delcomplejo de Edipo y la rapidezde su represión (bajo lasinfluencias de la autoridad, lareligión, la enseñanza y laslecturas), más severamentereinará, después, sobre el yo,como conciencia moral o quizácomo sentimiento inconscientede culpabilidad[30]. 

El super-yo se manifiesta como«imperativo categórico», un «deberimperativo, riguroso y cruel»[31], con«un carácter severamente restrictivo ycruelmente prohibitivo». Se «encarnizaimplacablemente contra el yo»[32]. Suverbo modal principal es «deber», queconvierte al yo en un sujeto deobediencia: «Del mismo modo que elniño se halla sometido a sus padres yobligado a obedecerlos, se somete el yoal imperativo categórico de su superyo»[33]. El super-yo es una instancia dedominación interiorizada, que ocupa ellugar de Dios, un soberano o el padre.Es el otro en uno mismo. Aquí, en estesentido, es como si la violencia de lanegatividad fuera infligida por el otro.Se manifiesta como represión en unarelación de dominación.El aparato psíquico de Freud comosistema de la negatividad se organizaalrededor de la resistencia, la negacióny la represión. Está permanentemente enuna tensión antagónica entre la mociónpulsional y la represión. También lapresencia del inconsciente se debe a larepresión. El inconsciente y la represiónson, según Freud, «correlativos en granmedida»[34]. La representación pulsional(Triebrepräsentanz) reprimida «crece»«en la oscuridad» y encuentra «formasextremas de expresión», que tambiénadoptan rasgos destructivos. Lossíntomas de la histeria o de la neurosiscompulsiva nos permiten deducir que enel aparato psíquico está activa una grancantidad de violencia. Se puedecomparar a un campo de batalla, dondese llevan a cabo operaciones tales comola defensa, la ocupación, la huida, laretirada, el camuflaje, la invasión y lainfiltración. El ello y el super-yo, enúltima instancia, se comportan como uncampamento de combate, que alzan unverdadero frente. De vez en cuandotambién firman la paz, pero esta sesostiene en una relación de fuerzas muyinestable.Freud aplica igualmente el esquemade la negatividad cuando describe losprocesos psíquicos. Sigue el rastro delas huellas del otro, que elude todaapropiación por parte del yo. La cura dela enfermedad psíquica consiste en lacorrespondiente apropiación absolutadel ello por parte del yo. También lamelancolía queda remitida al otro, queanida en el yo y de este modo quedatransformado. Como el duelo, lamelancolía también tiene su origen en larenuncia (Aufgabe) a un objeto querido.Pero a diferencia del duelo y suelaboración, donde la libido abandonael objeto perdido y ocupa un nuevoobjeto, en la melancolía, el objeto seinternaliza. La débil energía deocupación (Besetzungsenergie) permiterenunciar al objeto con cierta facilidad,pero la libido liberada no encuentra unobjeto nuevo. En lugar de eso, se operauna identificación narcisista con elobjeto: 

Al principio, existía unaelección de objeto, o sea unenlace de la libido a una personadeterminada. Por la influencia deuna ofensa real o de undesengaño, inferido por lapersona amada, surgió unaconmoción de esta relaciónobjetiva, cuyo resultado no fue elnormal, o sea la sustracción dela libido de este objeto y sudesplazamiento hacia uno nuevo[...]. La carga del objetodemostró ser poco resistente yquedó abandonada, pero lalibido libre no fue desplazadasobre otro objeto sino retraída alyo, y encontró en este unaaplicación determinada,sirviendo para establecer unaidentificación del yo con elobjeto abandonado. [...] De estemodo, se transformó la pérdidadel objeto en una pérdida del yo,y el conflicto entre el Yo y lapersona amada, en una discordiaentre la crítica del yo y el yomodificado por laidentificación[35].

El objeto perdido, con el cual yomantenía una relación ambivalente,queda interiorizado y se convierte enuna parte del yo. La crítica al objetoperdido, es decir, al otro, se lleva acabo a través de una autocrítica. Enrealidad, los reproches y lasacusaciones contra uno mismo se dirigenal otro, que ahora es parte del yo. Lamelancolía se funda en una disociacióndel yo. Una parte del yo se enfrenta a laotra y la critica y la desprecia: 

Topología de la violenciaWhere stories live. Discover now