Introducción

6 0 0
                                    

Hay cosas que nunca desaparecen. Entreellas se encuentra la violencia. LaModernidad no se define, precisamente,por su aversión a esta[1]. La violenciasolo es proteica. Su forma de apariciónvaría según la constelación social. En laactualidad, muta de visible en invisible,de frontal en viral, de directa enmediada, de real en virtual, de física enpsíquica, de negativa en positiva, y seretira a espacios subcutáneos,subcomunicativos, capilares yneuronales, de manera que puede dar laimpresión de que ha desaparecido. En elmomento en que coincide con sucontrafigura, esto es, la libertad, se hacedel todo invisible. Hoy en día, laviolencia material deja lugar a unaviolencia anónima, desubjetivada ysistémica, que se oculta como tal porquecoincide con la propia sociedad.La topología de la violencia serefiere, en primer lugar, a todamanifestación macrofísica de laviolencia, que se presenta comonegatividad, es decir, estableciendo unarelación bipolar entre el yo y el otro,entre dentro y fuera, entre amigo yenemigo. En general, suele darse de unmodo expresivo, explosivo, masivo ymaterialístico. Forman parte de esta, laviolencia arcaica del sacrificio y de lasangre, la violencia mítica de los diosescelosos y vengativos, la violencia de lamuerte del soberano, la violencia de latortura, la violencia exangüe de lacámara de gas o la violencia viral delterrorismo. Sin embargo, la violenciamacrofísica puede tomar una aparienciamás sutil y expresarse, por ejemplo,como violencia lingüística. La violenciade una lengua hiriente también remite,como la violencia física, a lanegatividad, pues resulta di-famadora,des-acreditadora, de-nigradora, o desatenta. La violencia de la negatividad sedistingue de la violencia de lapositividad, basada en la spamizacióndel lenguaje, en la sobrecomunicación yla sobreinformación, en la masificaciónlingüística, comunicativa e informativa.La sociedad actual evita cada vezmás la negatividad del otro o delextranjero. El proceso de globalizaciónha acelerado la desaparición de lasfronteras y las diferencias. La supresiónde la negatividad no se puede equipararcon la desaparición de la violencia,pues junto a la violencia de lanegatividad existe también la violenciade la positividad, que se ejercita sinnecesidad de enemigos ni dominación.No solo el exceso de negatividad esviolencia, sino también el exceso depositividad, la masificación de lopositivo, que se manifiesta comosobrecapacidad, sobreproducción,sobrecomunicación, hiperatención ehiperactividad. La violencia de lapositividad probablemente sea muchomás funesta que la violencia de lanegatividad, pues carece de visibilidady publicidad, y su positividad hace quese quede sin defensas inmunológicas. Lainfección, la invasión y la infiltración,características de la violencia de lanegatividad, son causa de infarto.En este sentido, el sujeto derendimiento, propio de la Modernidadtardía, es libre, pues no se le imponeninguna represión mediante una instanciade dominación externa. En realidad, sinembargo, goza de tan poca libertadcomo el sujeto de obediencia. Si larepresión externa queda superada, lapresión pasa al interior. Y eso hace queel sujeto de rendimiento desarrolle unadepresión. La violencia se mantieneconstante. Simplemente se traslada alinterior. La decapitación en la sociedadde la soberanía, la deformación en lasociedad disciplinaria y la depresión enla sociedad del rendimiento son estadiosde la transformación topológica de laviolencia. La violencia sufre unainteriorización, se hace más psíquica y,con ello, se invisibiliza. Se desmarcacada vez más de la negatividad del otroo del enemigo y se dirige a uno mismo.

Topología de la violenciaWhere stories live. Discover now