𝑣𝑖. 𝑗𝑎𝑘𝑒

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Después de aquel suceso con el joven en la habitación, no dejó de pensar en aquello hasta llegar al restaurante del hotel, donde se sentó en una de las mesas que se hallaban en la esquina.

Se quedó pensando algunos minutos antes de que un mesero llegara para tomar su orden. Durante aquellos minutos, su mente divagó hasta Tom. Realmente se había contenido así mismo. Durmieron juntos, en la misma cama, Jake se contuvo demasiado para no tocar al joven y llegar a un momento incómodo.

Se mordió su labio inferior sólo para calmar cualquier otro pensamiento. Y todavía tenían que compartir otras dos noches juntos.

Cualquier otro pensamiento se detuvo una vez cuando una chica se acercó para tomar su orden. Cuando Jake volteó a verla, las mejillas de la chica se tornaron rojas y su nerviosismo comenzó. A pesar de aquel percance, la chica se retiró aún con mejillas sonrojadas. Y antes de volver su vista al menú y divagar en su mente, se arrastró la silla que se hallaba enfrente de él, y una nueva persona se sentó.

—Han pasado ¿qué? ¿Diez años? —aquella voz comenzó a reír ligeramente.

Jake rodó sus ojos, sin embargo, una sonrisa se formó en sus labios. Tenía tiempo de no ver a su mejor amigo, Ryan.

—Idiota. No me dijiste que vendrías a la cena.

—Sorpresa, sorpresa, Jake —Ryan soltó dando un golpecito en la mesa. —Tuve contactos, y de esos contactos, subí y subí dentro de la empresa. Y heme aquí.

La plática se generó, la comida llegó minutos después de que Ryan se sentara. Jake tenía tiempo de no ver a su mejor amigo. Quizá antes de obtener el empleo dentro de la empresa y escalar hasta ser jefe. Grandes amigos en la universidad, Ryan sabe la mayor parte de su vida, aunque por ya no tener contacto con él, toda su vida ahora era un secreto para su mejor amigo. Y prefería dejarlo así.

Antes de poder darle el primer bocado a su comida, una nueva persona había llegado a la mesa. Se había aclarado la garganta, llamando la atención de ambos hombres.

—Señor... Jake —se corrigió de inmediato.

—Tom, te presento a Ryan, un gran amigo mío —al mismo tiempo, ambos hombres se levantaron de sus sillas.

Ryan saludó a Tom con un apretón de manos, sin embargo, Jake observó los movimientos torpes del joven después de haber saludado a Ryan, y algo en su estómago dio un brinco, dando un bufido cuando Ryan tomó asiento al igual que Tom.

Por alguna razón, ya no quería que su amigo estuviera ahí, y antes de excusarse diciendo que tenían muchas cosas que hacer, Ryan tomó la palabra.

—Mucho gusto, Tom. Jake, nos vemos en la cena de esta noche. Me retiro, tengo otros pendientes que hacer —se volteó a ver al joven y le guiñó un ojo.

Al parecer esto no le incomodó en lo absoluto a Tom, por lo que sus mejillas se sonrojaron y dio un pequeño ademán con su mano.

A esta interacción entre ambos, Ryan y Tom, no le agradó en lo absoluto a Jake, sus pensamientos sólo indicaban a que no quería volver a ver a su amigo en aquella cena. ¿Las razones? Aún desconocidas para el de ojos azules.

Pasaron el desayuno en completo silencio, y cada que Tom preguntaba sobre su amigo, él sólo le respondía con algo de enojo en su tono de voz, por ende, el joven dejó de preguntar.

Las horas pasaron, el tiempo de irse a la cena estaba ya casi cerca. Tom y Jake se hallaban dentro de la habitación para arreglarse y el incidente de la mañana se olvidó por completo, al menos para Jake.

Se puso un traje completamente negro, con zapatos del mismo color y una camisa blanca y corbata roja. Se peinó para atrás, estilizó un poco más su barba y en menos de una hora, ya estaba listo. Al darse la media vuelta, para avisar si el joven estaba listo, se halló con una escena que le dejó sin palabras: Tom estaba con el pecho descubierto, estaba saliendo del baño, tal parece. Cuando el castaño se dio cuenta de la mirada del ojiazul, se detuvo en seco cuando tomó de su maleta la camisa que iba a portar esa noche.

Sus ojos se conectaron. Jake mordió su labio inferior, en cambio, Tom, se sonrojó hasta las orejas y rápidamente se escondió en el baño cerrando la puerta en un azote.

Seguramente hoy Jake no iba a dormir.

Salieron del hotel, Tom seguía nervioso por lo sucedido allá en la habitación. Por su parte, Jake estaba sonriendo internamente.

Durante el transcurso de la ida hasta el lugar donde iba a ser la cena, en un hotel de lujo, parece, todo fue un silencio... no era incómodo, pero cada vez que Tom divisaba a Jake, éste se ponía todo rojo y volteaba a ver su ventanilla el paisaje.

Una vez llegaron, salieron del auto, dándole gracias al chofer.

Tom parecía un perrito perdido, Jake sólo lo guiaba entre las personas que se hallaban afuera de la estructura del hotel. Al pisar el recinto, Jake soltó un suspiro, no había señales de Ryan... ¿Por qué me preocupa tanto eso?

Cenaron. Luego de aquella cena donde ambos se habían sentado juntos, Jake comenzó a platicar con algunas personas, todo estaba tranquilo. No se había percatado que Tom ya no estaba a un lado de él.

—¿Me permiten un segundo? —las personas que se hallaban sentadas en la mesa, sólo asintieron.

Jake se levantó de la silla y comenzó a buscar a Tom con la mirada. Observó su reloj de mano, y eran las once de la noche; usualmente aquellas comidas duraban hasta media noche.

Y cuando por fin encontró la mata castaña de Holland, algo lo detuvo.

Estaba platicando con Ryan, y parecía que tenían una conversación amena. No lo hagas, Jake, es sólo tu amigo, él es tu asistente, ¿por qué carajos me siento así? Y aquello que sintió en la mañana, lo volvió a sentir en aquel momento.

«No hagas nada estúpido... carajo, ya estoy haciendo algo estúpido.»

Sus pasos se dirigieron hacia ellos, cuando Ryan observó a Jake acercarse a ellos, le saludó con una sonrisa, Tom se volteó a ver de quién se trataba, y cuando supo que era Gyllenhaal, comenzó a ponerse nervioso.

—Hola, ¿interrumpo algo? —comenzó.

Lo importante, es que su rostro no reflejaba nada de lo que pensaba internamente, ni lo que sentía.

—No, sólo Tom me estaba platicando cómo consiguió el puesto que tiene, ¿no es así, Tommy?

Tommy.

«Suficiente.»

—Es algo tarde, creo que es tiempo de irnos. Mañana tenemos que ir con uno de los empresarios más importantes de Brasil, y es durante la mañana —el ojiazul posó su mano sobre el hombro de Holland. —Así que, me dio gusto volverte a ver, Ryan, nos veremos otra ocasión.

—Antes que se vayan, iré a Nueva York por algunos asuntos, quizá los visite de vez en cuando —y nuevamente, le guiñó un ojo a Tom.

—Las puertas siempre estarán abiertas.

Y dicho aquello, se despidieron. Jake caminaba con rapidez hasta la salida del hotel, su corazón estaba latiendo al mil, y no sabía describir lo que había sucedido allá dentro, sin embargo, cuando salió del hotel, volvió a respirar, detrás suyo se hallaba un jadeante Tom por correr detrás de él.

Pidió un taxi de regreso al hotel, Tom intentaba decir algunas cosas, pero sólo parecía un pez afuera del agua: abría y cerraba su boca.

Se había creado algo más que incomodidad en aquellos minutos que estuvieron en el taxi; Jake no dejaba de ver a Tom, y Tom no sabía qué decir sin dejar de mirar a Jake.

Tensión sexual.

Al llegar al hotel, Jake pagó el taxi, ambos subieron por el elevador. Jake seguía sintiendo su corazón latir rápidamente, pensó que al llegar al habitación estaría bien. Oh, qué equivocado estaba.

«No hagas algo estúpido, Gyllenhaal.»

Cuando abrió la puerta y Tom cerró ésta, el castaño iba a encender las luces, sin embargo, Jake lo detuvo. Poco a poco se acercó más al joven hasta que sus cuerpos rozaran entre sí.

—Jake...
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UUH, qué pasará en el siguiente capítulo, UFAS LAS ESTUFAS.

Gracias por las 400 vistas, akdja🥺
Lof para ustedes, mis criaturas de la creación.

𝑶𝒉❗ 𝑩𝒐𝒔𝒔 // 𝑮𝒚𝒍𝒍𝒆𝒏𝒉𝒐𝒍𝒍𝒂𝒏𝒅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora