uno

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Un nuevo día, 28 de febrero, Changbin se encontraba como últimamente se le había hecho costumbre, con el corazón en la garganta y la cuenta de Gmail reiniciada cada 1 minuto. Su pierna de arriba para abajo en repeticiones constantes y movimientos cortos, las uñas de sus manos entre sus dientes, y los ojos sin despegarse de su laptop.

- Changbin, podrías levantarte de ahí y ayudar con algo, ¿No lo crees? - Pronunció la voz elegante de su madre desde el sofá de la sala, que se encontraba justo detrás de él. - De todas formas, hace 10 días están mandando los aceptados, y todavía no han mandado nada aquí, obvio no quedaste, quizás JinJin te ayude la próxima vez - Changbin suspiró, hacía un mes había realizado la prueba de ingreso para una de las universidades más prestigiosas del país, y aún no le había llegado su respuesta, quizás su madre tenía razón, a su hermano mayor, Hyunjin, le habían dado una respuesta casi inmediata, y desde ahí, se había convertido en todo lo que Changbin un día soñó ser, Atractivo, simpático, inteligente, y muchas cualidades, cuales ninguna poseía.

- Tienes razón, ma - Se paró de la silla en la que se encontraba sentado, y cerró su computadora, su madre sonrió leve. - ¿Que tareas quedan por hacer? -

- Todo - Llevó su taza de té, a su boca. - No quiero ensuciarme las manos hoy, y sabes que Hyunjinnie no hará nada por lo ocupado que está por la vuelta a clases - Se levantó del sofá, le tendió la taza, ahora vacía, Changbin solo la tomó - Lava eso, y no hagas mucho ruido, iré a recostarme hasta que llegué tu papá - La vió irse, el ruido de sus tacones sonando eternamente por su piso de madera, siempre impecable. Changbin admiraba mucho la belleza de su madre, hermosa piel de porcelana, que estaba siempre tintada de una pizca de color melocotón en la zona de sus mejillas, su postura y su porte elegante, sus aromas exquisitos, y una cabellera larga y castaña, acompañada de unos ojos color miel, que la hacían lucir inexplicablemente jovial. Hyunjin es su calco.

Perdido en sus pensamientos pasó todo su día, entre tareas domésticas y música tranquila en sus auriculares, ya eran casi las 5 de la tarde, y su padre no tardaba en venir del trabajo. Nunca entendió su rutina, irse a trabajar a las 7 de la mañana, beso a su esposa, pequeña despedida a sus hijos si se encontraban despiertos, vuelta del trabajo, pequeño saludo de nuevo, beso a su esposa, sentarse en el sofá a descansar, y no hablar en todo el día, perderse en una mirada reflejando desolación y amargura.

Volviendo a su realidad, su padre había regresado, musitando un insonoro "Buenas tardes, Hijo", una sonrisa de Changbin y un "Buenas tardes, papá, ¿Como te fue?" Sin respuesta, se dió la vuelta, y ya no se encontraba, suspiró, cansino.

Se sentó nuevamente sobre la laptop, la encendió y entró a Gmail, y ahí estaba, la carta de respuesta, sus manías empezaron otra vez, sus ojos lagrimearon de los nervios, cerró los ojos y pasó su mano por ellos, sacando todo rastro que pudiera ser objeto de burla de su madre. Con los dedos temblorosos tocó la carta.

"Es de nuestro agrado informales, Seo Changbin, que ha sido aceptado en nuestra institución, con especialidad en arquitectura"

De todo lo que realmente había escrito allí, solo pudo prestarle atención a eso, soltó un grito de la emoción, y dió pequeños saltos, mientras ahora sí, con ganas, sus ojos lloraban y su corazón ahogado de la felicidad, latía desenfrenado. 

- ¿Binnie? ¿Todo bien hermanito? - Se dió vuelta al escuchar la voz de su hermano mayor - ¿Qué pasó? ¿Está todo bien? Escuché que gritabas - se terminó de acercar a él. Changbin solo pudo señalar la computadora mientras levantaba la cabeza, y dejaba a la vista de su hermano, sus ojos hinchados y su sonrisa enorme.
Hyunjin se acercó a la computadora, abrió la boca también y sonrió feliz, abrazó a Changbin tan fuerte, que su menor solo soltó un quejido. -Felicidades, hermanito, te amo, mamá estará orgullosa - mencionó aún con él en brazos.

- ¿Qué yo que, Hyunjinnie? -

- Mamá, Changbin entró a la universidad, estudiaremos juntos, ¿Puedes creerlo? -

- ¿En serio? No me lo esperaba, Jin, como demoraron tanto, pensé que no te aceptarían... Felicidades, supongo - Dio media vuelta, pero se detuvo al oír la voz de Hyunjin.

- ¿Mamá? ¿No estás feliz? Vas a tener dos hijos exitosos - Su tono sonaba triste.

- Claro que estoy feliz, pero... Solo uno de ustedes será exitoso, Hyun, y serás tú - Hyunjin, bastante molesto ahora, iba a replicar, su menor lo detuvo.

- Jin, no vale la pena, ya iré a mi cuarto, quizás debas también - Sin más, subió más escaleras, y de ahí, no salió más, en todo lo que quedaba del día.





























Chau



Changbin, a shadow.  ~Lixbin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora