↳ 🍸 Capítulo XVII ೃ࿔

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El día finalmente había llegado, hoy declararía mis sentimientos hacia Mei.

En este momento estaba metiendo las maletas de ambos al carro. La madre de Mei me había ayudado dándome la idea de ir al lago, cerca de ahí tenían una cabaña, así que no debíamos preocuparnos por alojamiento.

Terminé de guardar lo necesario en el baúl de la camioneta y regresé a la casa, Mei estaba bajando las escaleras con cuidado, luego de eso se acomodó el cabello y siguió caminando, pero yo camine más rápido hacia ella y la abracé.

—Te ves muy hermosa —susurré en su oído y deposité un beso en su mejilla.

—Gra-cias —respondió sonrojándose.

—¿Ya estás lista para irnos? —pregunté tomándola de los hombros.

—Sí —asintió—. ¿A dónde iremos?

—Es sorpresa Mei, si te lo digo ya no tendrá chiste.

—Eres malo Min, eres malo —habló haciendo un puchero.

—¡Pfff! Que cosas dices cariño —hablé acercando a ella para dejar un corto beso en sus labios.

—¡Ves que si eres malo! —habló haciendo una mueca—. ¡Quiero otro beso!

—¿Tu qué? —hablé evitando reírme—. Repítelo que no te escuché.

—Quiero otro beso Min Yoon... —no la deje terminar de hablar ya que la besé.

Sus labios encajaban perfectamente con los míos, era un beso lento y cálido.

Nos despedimos de las señora Xiang, y también nos despedimos de la madre de Mei. Junto a Mei caminamos hacia el auto, le abrí la puerta a Mei, luego me subí yo al otro lado, encendí el motor y comencé a manejar hacia la dirección que me había dado la madre de Mei.

(...)

Hora y media más tarde finalmente habíamos llegado, estacioné el auto en el garage de la casa, ayudé a Mei a bajar del auto y juntos entramos a la casa.

—Hoy si —se giró —. ¿Dónde estamos?

—Estamos en la casa del lago de tu familia —me acerqué a ella abrazándola por detrás.

—¿Cómo sabias de esta casa?

—Tu madre me ayudo —sonreí.

—Se lo tuvo muy guardado —negó riendo—. ¿Qué haremos?

—Podemos ir a caminar, o también podemos ir a bañarnos al lago —me puse frente a ella—. ¿Qué quieres hacer?

—¡Vamos al lago! —exclamó como niña pequeña.

(...)

Mei estaba nadando en una pequeña parte del lago, yo solo me limitaba a mirarla y cuidar de ella. Internamente estaba pensando lo que debía decir, no podía aguantar un segundo más, sentía que mi corazón palpitaba más rápido de lo normal.

Joder Yoongi contrólate —me repetí a mi mismo—. Mei es tranquila, Mei te quiere, ella realmente te quiere —inhalé y exhalé un par de veces.

Luego de unos minutos me tiré al lago, y la tomé a ella de la cintura, atrayéndola hacia mi. Noté como ella hacía una mueca de duda, aclaré mi garganta y comencé a hablar.

—Mei yo... —inhalé y exhalé una vez más—. Desde la primera vez que te vi quedé hipnotizado por tu belleza y me entró una gran curiosidad por conocerte, con el paso del tiempo así fue —reí nervioso—. Pero estoy seguro que aún hay más cosas por descubrir —vi como se formaba una sonrisa en su rostro—. Mei a lo que yo quiero llegar, es que me gustas. Me gusta como eres, la alegría que le pones a mi vida es indescriptible y por eso yo...quería saber si tu... ¿quieres ser mi novia?

—Yoongi yo... —suspiró—, si quiero ser tu novia —sonrío.

Sin pensarlo dos veces la besé. Sus labios eran mi droga, ella en sí era mí droga.

Salimos del lago y caminamos hacia la casa entrando por el lado de la cocina. Nos volvimos a besar y sentí como ella enrollaba sus piernas en mis caderas, ambos seguíamos mojados y el bikini que llevaba puesto no era de mucha ayuda, la subí en la mesa del comedor y me deshice de la parte de arriba de su bikini. Acerqué mi boca a uno de sus senos y comencé a lamerlo, mientras que con una mano jugaba con su otro seno. Ella tiró la cabeza hacia atrás gimiendo. Eso hizo que me excitara más, volví a unir nuestros labios mientras abría más las piernas de ella, rozando mi creciente erección contra ella.

La dejé completamente desnuda e introduje uno de mis dedos en ella, noté como ella mordía sus labios para evitar gemir.

—Tranquila linda, nadie te escuchará —besé su cuello mientras metía otro dedo más en ella—. Así que puedes gemir tan alto como quieras.

Me coloqué un preservativo y entré en ella, poco a poco iba subiendo la intensidad de las penetraciones. Mei jadeaba pidiendo más, la tomé de las caderas y seguí entrando en ella.

—Me voy a ve-nir Yoon-gi ¡ah! —habló Mei entrecortadamente.

—Oh no cariño, aún no.

Salí de ella y la tomé entre mis brazos, para cargarla hasta la habitación con cuidado de no resbalar. Una vez ahí, la recosté y ella se giró para quedar sobre mí.

—¿Segura que quieres hacer esto? —pregunté y ella solo se limitó a asentir.

Sentí como me deslizaba nuevamente en ella, la tomé de las caderas y ella comenzó a dar saltos agilizando el acto. En la habitación se podían escuchar nuestros cuerpos chocando, además de nuestros gemidos, claro.

(...)

Me quite el preservativo y lo boté, busqué un bóxer y me lo puse. Luego regrese a la cama junto a Mei, ella solo se había puesto una camiseta mía, su ropa interior y estaba arropada, la abracé acariciando su cabello.

—¿Estas feliz?

—Sí —sonrió—, contigo siempre lo estaré, te amo.

—Yo también te amo pequeña —besé su nariz—. ¿Quieres comer algo?

—No —negó—, por ahora solo quiero descansar.

—Está bien —sonreí y me acomodé para dormir junto a ella.

—Está bien —sonreí y me acomodé para dormir junto a ella

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AMOR CIEGO || MIN YOONGI  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora