↳ 🍸 Capítulo XI ೃ࿔

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Desperté y miré a mi alrededor, el sol aún no salía. Busqué mi celular en lo oscuro, cuando lo encontré revisé la hora y eran la una de la madrugada. ¿Tanto tiempo habíamos dormido?

Es que te emocionaste un poco amigo —habló mi consciencia.

Nunca, en mi vida había tenido relaciones tanto tiempo con una chica, ¿Qué tenía Mei que la demás chicas no?

Es porque te gusta la chica, genio —reclamó nuevamente mi consciencia.

Me puse mi bóxer y también cambié a Mei; solo le puse sus bragas y una blusa floja porque fue lo primero que encontré. Dejé mi celular en la mesa de noche y me volví a acomodar en la cama junto a Mei, la abracé por la cintura y volví a caer dormido.

(...)

Desperté nuevamente por el sonido de mi celular, tallé mis ojos y perezosamente contesté la llamada.

—¿Hola? —pregunté somnoliento.

—Hola hyung, soy yo Hoseok —habló mi amigo del otro lado de la línea.

—Hola Hoseok —hablé ya un poco más despierto—. ¿Para qué me hablabas?

—Oh si, estoy en Shanghai junto a una de mis hermanas.

—¿Veniste con Jiwoo? —pregunté esperando que su respuesta fuese un sí.

—Nop, vine con Chaeyeon —respondió—. Por cierto, ¿Dónde vives?

Puta madre —hablé para mis adentros—. ¿En dónde estás Hoseok?

—Estamos en el aeropuerto. ¿Podrías venir por nosotros?

—En una hora voy por ustedes —suspiré y colgué la llamada.

Dejé mi celular nuevamente en la mesa de noche y me giré a ver a Mei quien seguía durmiendo tranquilamente, debíamos ir por Hoseok así que la intenté despertar.

—Mei —la moví suavemente—. Mei, despierta —comencé a repartir besos por su cara.

—No quiero —habló sin abrir los ojos.

—Despierta cariño, iremos a traer a un amigo que ha venido desde Seúl.

—Está bien —habló Mei—. Pero ¿me das un besito más? —pidió como niña pequeña.

—Por supuesto —me acerqué a ella y la besé nuevamente.

Nos separamos antes de que pasara a más, mientras me cambiaba escuché como ella se quejaba.

—¡Puta madre Yoongi! —exclamó para volverse a sentar en la cama.

—¿Qué pasó cariño? —hablé intentando aguantarme la risa.

—¿Cómo que qué pasa cariño? —suspiró llevándose las manos a la cara—. Me duelen las piernas por tu culpa.

—¿Mi culpa? —me hice el ofendido—, ¿Acaso era yo el que estaba pidiendo ayer que lo hiciera más rápido?

—Cállate y tráeme algo para el dolor —habló mientras ponía sus manos sobre sus piernas.

—Yo te lo advertí querida —hablé riendo mientras salía del cuarto e iba en busca de pastillas para el dolor.

Cuando encontré las pastillas se las llevé a Mei, junto a un vaso de agua. Ella bebió las pastillas rápidamente. Se fue a bañar, saqué ropa para ella y me fui a bañar a mi casa.

Cuando regresé a la casa de Mei traje conmigo una pequeña maleta con ropa, ya que dejaría a Hoseok en mi casa, no quería estar junto a su hermana, ya que nuestra relación es un tanto incómoda.

Dejé mi maleta en el cuarto de invitados y busqué a Mei, lo encontré en el jardín jugando con BaoBei.

—¿Ya estás lista para irnos? —pregunté acercándome a ella abrazándola por la cintura.

—Si estoy lista.

—Está bien vamos —salimos de la casa y nos subimos al auto y luego manejé hasta el aeropuerto.

(...)

Buscamos a Hoseok y al dolor de cabeza que se hace llamar su hermana. Cuando finalmente los encontramos ambos subieron al auto junto con sus maletas. Hoseok desde el momento que conoció a Mei fue muy amable con ella, demasiado para mi gusto. Mientras que Chaeyeon era la misma perra de siempre.

Se preguntarán porque me refiero a la hermana de Hoseok de esa manera, la respuesta es fácil. Ella me separó de mi primer amor y me apuñaló por la espalda levantando falsos rumores míos en la universidad. Se hizo pasar por mi mejor amiga y traicionó mi confianza, también hizo otras cosas que sos innecesarias de contar ya que no valen la pena.

La voz de Hoseok me sacó de mi pequeña nube de odio.

—Oye hermano tengo hambre, ¿A dónde iremos a comer? —preguntó Hoseok.

—Conozco un excelente restaurante de comida china. Mi madre es amiga de la dueña —habló Mei sonriendo—. Podemos ir ahí si gustan.

—Tus conoces mejor Shanghai —habló Hoseok —, vamos ahí.

—Está bien —sonreí, encendí el carro y manejé hasta el restaurante que Mei menciono, yo había ido un par de veces con ella y la verdad la comida era muy rica. 

Al llegar al restaurante, le ayudé a Mei a bajar del auto. Los cuatro entramos al restaurante e inmediatamente nos guiaron a una de las mejores mesas del lugar; Mei se sentó a la par mía mientras que Hoseok y su hermana quedaron frente a nosotros.

Nos sirvieron la comida y los cuatro comenzamos a comer muy gustosos y de vez en cuando ayudaba a Mei a comer, Hoseok solo me miraba con una sonrisa. Eso significaba que el querría hablar conmigo luego, definitivamente tenía mucho que explicar.

 Eso significaba que el querría hablar conmigo luego, definitivamente tenía mucho que explicar

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AMOR CIEGO || MIN YOONGI  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora