Min Yoon Gi a sus 24 años ha vivido lo que podría llamarse una vida loca, llena de lujos, fiestas, mujeres y dinero.
Mei Ling también proviene de una familia de clase alta, pero a diferencia de Yoongi ella ahora vive una vida tranquila para su eda...
Me desperté por el estúpido sonido que emitía la alarma, me quité las sábanas y torpemente caminé hacia el baño para lavarme la cara y hacer mis necesidades. Luego de terminar lavé mis manos y bajé hacia la cocina, me encontré a la señora Yun que tenía mi desayuno ya servido, tomé asiento y comencé a comer tranquilamente.
—¿Qué tal joven Min, ha dormido bien? —preguntó la señora Yun alegremente.
—He dormido excelente señora Yun.
—Mmm joven Min, su padre ha mandado a llamarlo, necesita que vaya a la empresa.
—De acuerdo señora Yun, iré en cuanto termine de desayunar.
Luego de eso me apresuré a comer, al terminar me retiré a mi habitación, tomé una ducha y me vestí de manera decente para poder ver a mi padre.
Bajé las escaleras y fui directo al garage, decidí ir en mi BMW, me subí a este y lo arranqué para luego manejar hasta la empresa de mi padre.
Cuando llegué, estacioné mi auto y entré a la empresa; tomé el ascensor y presioné el botón que me llevaría directo al último piso.
Cuando se abrieron las puertas salí de el ascensor y caminé hacia donde se encontraba la secretaria.
—Joven Min su padre lo espera adentro, por favor pase —la miré y pude notar como me desnudaba con la mirada.
—Ridícula —pensé para mis adentros —. Con permiso.
Al entrar, cerré la puerta y noté que mi padre me daba la espalda mientras miraba el paisaje de la ciudad de Seúl.
—Siéntate —ordenó serio mi padre aún dándome la espalda, tomé asiento inmediatamente—. Me quieres explicar ¿¡Por qué demonios mi hijo aparece en la portada de la revista #1 de toda Corea!?
Tiró una revista sobre su escritorio, la agarré sorprendido y leí la portada "Min Yoongi el playboy de Corea"
—¡Maldita sea Yoongi! Te he dado todo, te he dado una vida privilegiada. Tienes 24 años, ya deberías estar casado —suspiró—. ¡Por esa maldita portada de revista perderemos millonésima! Las personas con acciones en la empresa intentarán quitármela —yo solo pude quedarme en silencio pensando en que decir.
—Padre yo, lo lamento —agaché mi cabeza—.
—Claro que lo lamentarás —golpeó la mesa—. ¡Te irás a China!
—¿¡China!? —lo miré asustado—. ¿Cómo es eso posible? Padre por favor piénsalo, estás pensando muy precipitadamente.
—Nada de padre piénsalo —se cruzó de brazos—. ¡Joder Yoongi! ¡Tienes 24 años y no haces nada! — volvió a golpear la mesa—. ¡Desde que te graduaste de la universidad no haz hecho nada mas que salir a embriagarte con tus amigos y coger con Dios sabe cuantas mujeres! —gritó enojado—. Nos iremos inmediatamente al aeropuerto y no quiero peros.
Me levanté resignado de la silla y seguí a mi padre hasta el estacionamiento, subimos a la camioneta que iba conducida por su chofer personal. Y en menos de cuarentena y cinco minutos ya estábamos en el aeropuerto; subimos al avión privado de mi padre, y al entrar vi a la señora Yun sentada en un asiento tranquila.
Me senté en la última fila para no ser molestado, ya que necesitaba despejar mi mente. En todo el vuelo no hablé con mi padre, ya que técnicamente me obligo a dejar mi vida y mis amigos.
Comencé a sentir los ojos pesados y caí en un profundo sueño.
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