Parte 3

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Quería empezar una nueva vida, olvidar el pasado y poder continuar pero, fue donde volví a caer y ya no sería yo quien lastimaría. Al tener mis 19 años me fui del país de donde me crié, entre a una universidad de Inglaterra llamada Oxford, allí conocí a una mujer, casi perfecta, mi profesora de música la cual estaba casada y tenía un hijo de dos años…
Ella al igual que yo sintió una atracción. Al acabar las clases nos escabullíamos en auditorios y salones para hablar y poder tener acercamientos sexuales, fueron meses que disfrute al máximo. Al llegar las vacaciones quedábamos en vernos en lugares más cultos cosa que me molestaba ya que yo era más de ir de paseo abrazadas o cogernos de la mano, quería que el mundo entero viera lo felices que éramos o bueno, yo era feliz.

Con el tiempo mis compañeros de clase empezaban a sospechar de aquel romance que tenía con la profesora y, unos chicos que no les agradaba mucho por ser lesbiana me agredieron en los baños de la universidad, lo que recuerdo de eso es, que, fui a tomar un poco de agua y entraron uno a uno agrediéndome verbalmente, quise defenderme pero no pude, cinco tipos contra mí, me dejaron inconsciente, y al despertar en el hospital estaba la profesora esperando que yo despertase solo para decirme que no montara cargos en contra de aquellos chicos ya que podrían delatar aquel romance que teníamos y arruinaría su vida por completo, en ese momento supe que solo era una aventura para ella, solo con quien se divertía sexualmente…
Cuando fui de nuevo a clases supe como la profesora no me miraba de la misma forma, le hable por redes sociales hasta que me contesto y esta fue la conversación:

-Yo: Profesora dígame, como esta?

-Profesora: En que le puedo ayudar.

-Yo: En clases la note un poco distante…

-Profesora: Bueno, sabes la razón y prefiero no tocar más el tema si no le molesta.

-Yo: Estoy tratando de entender y no sabe lo mal que me pone el no poderla tener cerca.

-Profesora: Va contra las reglas y no voy a arriesgarme más…

Cada una de esas palabras hacia que mi oscuridad volviera, era algo que no podía controlar.
La profesora siempre se quedaba en el auditorio después de las clases, calificando o pasando notas, yo como muy bien sabia eso fui después de clases, discutimos por un rato pero terminamos teniendo sexo, lo que no sabíamos era que uno de los chicos que me había agredido anteriormente había dejado una cámara gravando, ya que sabía que la profesora y yo siempre nos veíamos después de clases. El video se había vuelto un poco famoso, pronto llegaría a los ojos del esposo de la profesora y de su hijo de dos años…
Vivía en un apartamento pequeño, cerca de la universidad y en un fin de semana sentí como tocaron a mi puerta fuertemente, casi a la madrugada, era el esposo de la profesora haciendo reclamos de por qué le había quitado su mujer, y lo entendía en cierta parte, arruine en parte el matrimonio pero no fui la única quien tomó esa decisión.

Cuando fui a la universidad vi que habían suplantado a la profesora así que fui a preguntar de por qué no había ido la profesora a darnos la clase y la expulsaron de su trabajo y paso todo a lo que ella temía, su vida estaba destruida aunque yo seguí enviando mensajes, preguntando por ella pero nunca contestaba, nunca más volvió a contactarme ni yo a ella, solo fue una aventura como lo traducía ella.
Ir a la universidad y ver como los hombres me miraban con cara de morbo y las mujer con cara de asco, me hacia una mierda y volvían las mismas cosas de antes, que creía que había dejado en el pasado.

Desde ese entonces no volví a la universidad y solo tenía un trabajo de medio tiempo que si mucho me alcanzaba para pagar el alquiler de mi apartamento. Había retomado las drogas, en mis tiempos libres solo me drogaba, tiempo que tomaba mi corazón para pudrirse más, me miraba al espejo y no veía nada lindo en mí, entre en una depresión por lo cual perdí el trabajo que tenía en ese entonces. Contacte a mi madre para que me ayudase a pagar parte del alquiler mientras buscaba un nuevo trabajo. Las cosas habían empeorado de la nada, el día en el que sucedió no solo mi cuerpo huyo, mi alma también quiso desaparecer por completo y estaba sola en mi habitación sentada al borde de la ventana pensando en cómo tratar de estar bien de nuevo, minutos después de lo inconsolable que estaba me deje caer como si volase, mi madre al escuchar la noticia de que su hija había tenido un intento de suicidio de nuevo, viajo lo más pronto posible para llegar y que su hija aun estuviese con vida…

Al despertar en el hospital mi madre estaba a mi lado, esperando mi recuperación y poder salir de aquel lugar, me volvieron a enviar a centros de ayuda, a los cuales iba obligada ya que mi madre se quedó conmigo por un buen tiempo, Salí de la clínica con todas las recomendaciones posibles y también intente muchas maneras para contactar de nuevo a Sofía, era la única quien me ayudaba y quien tenía más conocimiento de mi vida y de todo lo que había pasado, pero me dijo de una forma muy convincente que no me localizaría hasta que no cumpliera aquella tarea, no podía volverla a ver.

Después de tanta oscuridad sentía que la luz comenzaba a brillar de nuevo dentro de mí, Sofía me fortalecía de una manera en la que solo alguien fuera de este mundo podría hacer, aunque, por otro lado siempre los que pertenecemos a este tipo de males siempre caminamos al borde del abismo y uno se vuelve tan frágil como un hilo a punto de romperse.

SANAR PARA AMAR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora