La mañana siguiente me desperté y empecé a organizar la habitación para irme a trabajar, me di una ducha y mientras las gotas de agua me caían encima solo pensaba en que hice para que Sofía le gustase otra persona…
Al llegar del trabajo vi que Sofía había llegado mucho antes que yo y vi como estaba empacando sus cosas en cajas y maletas, solo pregunte si iba a comer algo y me respondió un “no” demasiado cortante, me serví mi cena y al terminar me dirigí hacia el cuarto y todo lo notaba raro, las cosas de Sofía hacían que la habitación se viera algo más agradable, sin sus cosas todo se veía un tanto deslumbrante y depresivo, me recosté y quede dormida, me desperté a media noche a tomar un poco de agua y escuche las conversaciones que tenía Sofía con alguien, supongo que era quien había conocido, y me senté a su lado sin darle importancia, al verme colgó al instante y pregunte varias cosas sobre cómo estaba o como había estado su día de trabajo sus respuestas eran con un poco de impresión y le pregunte –¿cuándo te vas?- dije sin mucha importancia aunque me daba mucha curiosidad saberlo –en la mañana creo, iré a un hotel en cuanto consigo algún apartamen…- le interrumpí –sabes que puedes quedarte, no me incomoda y si quieres no verme, no me cruzare mucho, no tienes que pagar un hotel- lo dije amablemente y ella asintió la cabeza haciendo saber que se quedaría un tiempo más.
Los días pasaban súper rápido y todo en la casa estaba tranquilo, Sofía no se cruzaba y permanecía fuera de casa la mayoría del tiempo, una vez no llego a casa y me preocupe bastante, me quede la noche entera despierta esperando a que llegara para al final quedarme dormida, mi despertador sonó y la escuche dándose una ducha y dije –avisa cuando no vas a llegar- con un poco de rabia -no empecemos- me dijo, al salir de la ducha la mire de arriba abajo y no podía evitar pensar lo hermosa que es, Sofía aun sin vestirse con toalla aún se sentó a mi lado buscando algo que ponerse, mis ojos no podían dejar de verla y la situación se puso un poco tensa, me dijo-¿Qué me ves?- con una sonrisa un tanto sarcástica, no me contuve y empecé a besarla a lo cual ella no se negó, empecé a besarle el cuello haciendo que se estremeciera, corrí la toalla para seguir mi camino y no pude evitar decirle lo hermoso que es su cuerpo, mis manos empezaron a bajar tocando casi la entrepierna, hasta que me introduci en ella haciendo que salieran sonidos de su boca lo cual a mí me excitaba más, los sonidos eran aún más fuerte haciéndome saber que casi acaba, al escuchar sus sonidos los besos eran aún más apasionados y desesperados, el sexo en la relación siempre fue bueno, era algo que nos dio bastante capacidad para seguir y al terminar, no dijo ni una palabra y entro a ducharse nuevamente, yo espere a que saliera para hacer lo mismo, al salir nuestras miradas se cruzaron y solo sonreímos, al salir de ducharme Sofía ya no estaba y yo salí a trabajar, el trabajo había estado súper pesado y no quería almorzar en el café así que llame a Sofía proponiéndole salir a almorzar, quedamos en un restaurant cerca del café, cuando llegue al lugar Sofía ya estaba allí y dije –llegaste temprano- me reí un poco –tu siempre llegas tarde- me causa gracia y a ella igual, empezamos a comer y solo hablamos sobre su trabajo, Sofía había estudiado psicología, así que solo permanecía en una oficina, me contaba cómo había estado su mañana y así, al terminar nos despedimos y me dirigí al trabajo, al llegar a casa, Sofía no había llegado así que me recosté a ver una película y quede dormida.
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SANAR PARA AMAR
RomanceUna historia sobre una chica que tiene problemas con el amor propio y cuenta experiencias de sus relaciones con mujeres.