¿Cumpleaños Feliz?

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A pesar de lo movido que ha sido el día nuestra energía no ha decaído. Llegamos a la casa para alistarnos para la noche que me he asegurado estará llena de sorpresas. Subimos a la habitación, me desvisto y me doy una ducha rápida. Le aviso a Bianca que he salido, pero no me responde. Cuando me le acerco noto lágrimas en sus ojos.

–¿Y ahora que te sucede?

Sin contestarme, me pasa su teléfono. Es la foto que nos hizo Álex y que había colgado en mi estado.

–Es hermoso lo que escribiste.

–Eso es lo que inspiras en mí. Ahora vamos a secar esas lágrimas –le digo pasando mi mano por sus mejillas– y métete al baño que tenemos que alistarnos ya.

Estoy casi lista. Llevo un vestido largo color violeta con apliques de encaje, de pierna descubierta y escote en la espalda. Complemento con un guillo y diminutos aretes de diamante, el pelo recogido y el toque de un rico perfume. Voy a la habitación contigua y tomo una caja negra con un gran moño azul. Cuando regreso, Bianca ha salido del baño. Está de espaldas por lo que no se percata de mi presencia. Trae la lencería que le regalé esta mañana. El rojo le sienta perfecto a su piel. Camino muy despacio hacia ella, coloco la caja en el suelo y la abrazo por la cintura.

–¡Qué rico hueles! –exclama–. ¡Y qué hermosa estás! –me dice al darse la vuelta.

–No más que tu amor –le digo.

–¿Eso es para mí? –pregunta al ver la caja.

–Así es.

–Jess, ya basta.

Tomo la caja y la coloco sobre la cama. Camino hacia la cómoda y tomo una de las cremas. Pongo una cantidad en mi mano, la froto contra la otra y me coloco frente a ella. Aplico un poco en su cuello, luego en sus pechos y también en su cintura.

–¿Te gustan los regalos?

–Sí –dice asintiendo.

–Pues no veo cual es el problema: a ti te gustan los regalos y a mí me gusta dártelos.

–Ha sido demasiado. Mas que consentirme, me estás mal acostumbrando.

–Son solo cosas.

–¡Cosas muy costosas! –enfatiza–. Ni siquiera alcanzo a imaginar cuanto has gastado en mí el día de hoy.

–¿Saberlo haría alguna diferencia en lo que sientes por mí?

–No.

–Vamos, ábrelo –insisto–. Cuando lo vi lo único que pude pensar es que estaba hecho para ti y debías tenerlo.

Abre la caja y saca de ella un hermoso vestido negro de dos piezas, con encaje en la parte superior. La falda es de corte holgado, muy elegante y sé que resaltará su hermosa silueta.

–Es perfecto.

–La una para la otra: tú de negro, mi color favorito; yo de violeta que es el tuyo –digo girando en su frente.

–Lo aceptaré, pero por favor, ya no más regalos –dice con gesto serio y luego sonríe.

–Solo dos más. Prometo que serán los últimos –le digo poniendo las manos en posición de súplica y lanzándole un beso.

–¿Cómo resistirme a eso? –dice entornando los ojos hacia arriba.

–Toma –le digo mientras le extiendo una caja de terciopelo.

–¿Qué es?

–Sé que me dijiste que no te gustan las prendas, así es que si no te gustan las devolveré –le digo rápidamente, adivinando su intención de protestar.

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⏰ Última actualización: Nov 16, 2022 ⏰

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Dos Locas Enamoradas Vol. I JessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora