Al fin el local había cerrado y esta era la ultima mesa que debía limpiar.
Las manos me dolían por limpiar tanto, y seguro que ya me había dado una buena drogada con el olor de los productos de limpieza.
Una ves que había terminado avise a Nanette Blumer, mi mejor amiga, que ya me iba."¿Estas segura que te quieres ir sola?" Me pregunto Nanette por quinta vez.
"Si, tranquila que no me pasara nada."
"Pero ya es muy tarde y... " La interrumpí.
"Tranquila, si me asesinan te prometeré no volver a irme sola tan tarde." Le conteste, consiente de la incoherencia de mis palabras.
"Ja-ja." Fingió una risa. "Si claro ¿y cómo me prometerías eso si ya estarías muerta?"
"Fácil. Sacas la ouija." Le conteste como si fuera lo más obvio del mundo y tome la perilla de la puerta dispuesta a irme. "¡Ten preparada la ouija!" Le grite y pude escuchar un "No es gracioso" de su parte.
Debo admitir que si me daba un poco de miedo ir sola pero si Nanette me acompañaba habría hecho que ella corriera mas peligro, ya que mi apartamento no estaba ni siquiera por el mismo rumbo del de Nanette.
Camine mientras observaba el negro asfalto cubrirse lentamente de pequeñas hojas amarillentas, color ámbar y algunas hojas tan secas que crujían al ser aplastadas. Levante la mirada y vi aquel edificio blanco que fue testigo de muchos de mis llantos y gritos de desesperación. Aquel edificio blanco que se podía leer, en letras grandes y luminosas de color azul, Hospital.
Seguí mi camino con la esperanza de ahuyentar los malos pensamientos.
Abrí la vieja puerta de madera de mi apartamento e intente encender la luz de la entrada."Mierda." Susurre. Había olvidado cambiar la bombilla. Me quite mis viejos Converse y los avente en algún lugar del apartamento. Camine entre las penumbras del lugar.
"¡Carajo!" Solté un grito de dolor "¡¿Quién mierdas puso ese maldito mueble ahí?!"
«Tu, querida Trinity». Hay veces que odio a mi conciencia.
Camine cojeando hasta mi habitación. Mi dedo meñique del pie dolía como mil demonios. ¡¿Por que coño me tuve que golpear mi dedo meñique con ese maldito mueble?! Juro que en cuanto pueda destruiré ese mueble, aventare los pedazos al río y quemare el río.
«Seria de mayor provecho si lo vendes y usas ese dinero para comprar una nueva bombilla». ¡¿Por qué coño existen las conciencias?! De igual manera nadie las escucha. Solo yo. Y tuve la desgracia de que no me diga nada de valor ni importante.
Al llegar a mi pequeña habitación encendí la lampara de mi mesita de noche. Saque mi celular de la mochila de la escuela y vi la hora, 23:37. Había perdido mi reloj de muñeca y necesitaba ver la hora.
«Viernes por la noche y nosotras aquí encerradas en este lugar de mierda». Ignore a mi conciencia y me avente a la cama aun vestida, avise a Nanette por medio de un mensaje que había llegado sana y salva a mi apartamento. No espere a que me contestara y bloquee el teléfono.Abrí los ojos lentamente, para ser sincera no recordaba haberme quedado dormida, tome mi celular de la mesita de noche, este marcaba que la batería estaba completa. Tampoco recordaba haberlo puesto a cargar. Vi la hora, 11:40am. Me levante con pesadez y tome mi mochila y me dirigí al minúsculo escritorio que había en mi apartamento. Desparrame los libros de la escuela sobre la vieja madera del escritorio. Debía terminar los deberes ahora porque después no lo haría o probablemente lo dejaría para ultimo momento, y no hablo de hacerlo el domingo a las 3:00am, hablo de hacerlo el lunes en la escuela 3 segundos antes de que el profesor revise mi trabajo.
Termine el ensayo de literatura y mi estomago comenzó a hacer una huelga por comida. Decidí hacerle caso y comer algo, pero había un problema. No tenía nada para alimentarme.
Fui a mi habitación por algo de dinero para comprar algo de comida y también tomar una rápida ducha.Salí de mi apartamento dando un fuerte portazo puesto que la puerta solía atorarse.
Salí a la calle y comencé a caminar sin un rumbo en especifico en busca de algún lugar barato en el cual poder satisfacer los pedidos de mi estomago.Caminaba perdida en mis pensamientos hasta que alguien que gritaba mi nombre me saco de ellos.
"¡Trinity!" Volví a escuchar. Voltee a todos lados y no encontraba a nadie. "¡Trinity! ¡A tu derecha!" Gire a la derecha y me encontré con una sucursal de McDonald's. De acuerdo me estoy volviendo loca. Las sucursales de McDonald's no hablan. Seguro tengo tanta hambre que estoy alucinando. "¡Carajo, Trinity! ¿A caso estas ciega?" Volví a la realidad y me encontré con esos ojos azules, los ojos de Luke."¿De donde saliste?" Pregunte asustada.
"Según yo de mi madre, ya tu sabe. Pero mi mamá jura que la cigüeña me trajo de París..."
"¡No, idiota!" Le interrumpí en medio de su explicación. "Me refiero a ahorita. En este momento."
"Ah, estaba en McDonald's." Entonces no me había vuelto loca ni estaba alucinando. "Estaba llamándote para preguntarte si querías hacerme compañía. Pero al parecer estas ciega o sorda o tal ves ambas."
"Me encantaría hacerte compañía." Omití su último comentario.
Una vez que habíamos pedido nuestros alimentos y los habíamos recibido nos dirigimos a una pequeña mesa y nos sentamos a comer. El había pedido una hamburguesa Angus Premium Deluxe con papas y una cajita de nuggets de pollo. Mientras yo había pedido una Cajita Feliz. Una ves que había terminado mi comida comencé a jugar con el pequeño juguetito que venia incluido en la Cajita Feliz.
Cuando Luke había terminado de comer nos dispusimos a salir del lugar y comenzamos a caminar por las calles riéndonos de tonterías. Entonces me percate de en qué calle estábamos. Miles de recuerdos inundaron mi mente al ver el lugar donde anteriormente se erguía aquella enorme casa de color blanco con columnas de mármol, aquella casa a la que en algún momento le llame hogar. Ahora no era mas que un vil pedazo de tierra rodeado por una cerca en una calle bonita. Debí haber estado un largo rato viendo el terreno ya que Luke me pregunto si me encontraba bien a lo que yo respondí un "Si, obvio." Y seguimos con nuestro camino."Oye, ¿Segura que estas bien? Pareciera como si hubieras visto un fantasma."
"Lo siento es que ese terreno tiene una historia tan triste, que me pongo melancólica."
"Me gustaría escuchar esa trágica historia." Lo pensé por un momento. ¿Podría contar la historia sin romper en llanto? Y lo mas importante ¿puedo confiar en él?
••••••
AQUÍ ESTA EL CAPÍTULO 5!!!
DE VERDAD ESPERO QUE LES GUSTE. NO ES LO MEJOR QUE HE ESCRITO PERO QUEDE MUY SATISFECHA CON EL.
QUIERO AGRADECER A TODAS AQUELLAS PERSONITAS QUE VOTAN Y QUE COMENTAN Y ME PIDEN QUE LA SIGA :)
DE VERDAD QUE SOLO POR USTEDES LA SIGO :)
COMENTEN Y VOTEN POR FAVOR
LOS QUIERO
-Dani♡
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Espejismos [Pausada]
Подростковая литератураAntes, la belleza solía basarse en el color de piel. Hoy, la belleza se pesa. "Si eres mujer, entre más pequeño sea el número que marca la balanza, más bella serás". Trinity Price, una chica de 17 años, siente la necesidad de ser bella, de ser acept...