「 Vox 」

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Con el corazón latiendo desesperado, entró a su casa y subió las escaleras para después cerrar de un portazo la puerta de su habitación.

Definitivamente conocer a Elsa fue una de las mejores cosas que le pudieron ocurrir en su vida.

Segundos después unos toques en la puerta interrumpieron su momento

Se levantó quedando aún sentado en la cama y pudo observar unos sombra sobresaliendo debajo por la luz del pasillo del otro lado de la puerta. Abrió la puerta y regresó a su lugar. La señora Frost entró sosteniendo una bandeja con algunas galletas y algo de leche. Jack sonrió levemente por el detalle.

- ¿Te divertiste? - preguntó la señora Frost con voz dulce. Dejó la bandeja en la mesita de noche junto a la cama.

- Lo hice. Y ya he cenado, no te preocupes. - dijo refiriéndose a las galletas. La mujer rió.

- Bien, supongo que tendré que regalárselas a tu hermana.

Jack percibió un tono de burla.

- Definitivamente no. Ahí están bien, tal vez más tarde me de hambre. Oye... ¿Papá?

La mirada de la mujer se iluminó mucho más.

- Se está duchando, le conté sobre la chica de la que tanto hablas y esta ansioso por conocerla.

- Me alegro, prometo que la traeré pronto, ella también quiere conocerlos.

La mujer se levantó y se acercó a Jack dejando un casto besó en su frente, acarició sus hebras con cariño y fue hacia la puerta.

- Me voy, por favor duerme temprano, ¿de acuerdo?

- Lo haré mamá, descansa.

La mujer sonrió y dejó solo a Jack.

La relación entre Jack y su madre era de adorable, la mujer siempre recibía a su hijo con abrazos cuando llegaba de algún partido, claro que ella después se burlaba diciéndole que apestaba. Mientras con su hermana, era casi igual, la niña tenía ocho años y era de lo más celosa con su madre quejándose que la mujer prefería a Jack que a ella, para la señora Frost, no existía el favoritismo.

✧✧✧

J

ack se encontraba en recostado en su cama, apoyando su cabeza en el respaldo mientras la música en sus audífonos sonaba. Con los ojos cerrados, disfrutando la agradable voz de Kina. Tarareando los versos de la canción.

Recordó a Elsa e inconsistentemente sonrió. Solo esperaba la platinada confiara en él, no quería que le tuviese miedo. Le demostraría que él no era como los demás. La platinada no era tan inocente como todos pensaban, claro que sentía miedo al confiar en él, ¿que pasaría si el terminara haciendo una broma? Jack no la culpaba, pero estaba seguro de que jamás le haría daño.

Era domingo, así que no tenía mucho que hacer, mientras sus padres en su habitación. Comenzaba a aburrirse así que decidió dormir un poco para matar el tiempo.

Justo cuando estuvo a punto de adentrarse en un profundo sueño, la música se detuvo, remplazandóla con el sonido que indica un mensaje.

Jack quitó sus audífonos.

Con sus dedos pulsó el mensaje y apareció un chat, el remitente era desconocido, así que decidió leer el mensaje primero.

Número desconocido

» Hola Jack, Soy Elsa.

» ¿quieres ir por un helado conmigo?

MUTE 沉默的 JELSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora