— ¿C-cómo? Tu.. – preguntó con la voz rota. Sentía un torbellino de emociones Inombrables.
El pensamiento de que Elsa era muda no provocaban nada al sentimiento que él sentía por ella, al contrario aumentaba, solo quería cuidarla y abrazarla, Elsa era de cristal para él. Y ahora, de su boca había salido su nombre algo tembloroso, con tan solo un susurro, hizo que su mente se tranquilizara. Ahí estaba Elsa, a su lado, acariciando su cuello con una mueca.
— Hablaste – murmura conmocionado, sonrió hacia Elsa – ¡Tú dijiste mi nombre!
Elsa le devuelve la sonrisa, algo apenada, para luego asentir, ella carraspeo un poco.
Jack prestó atención al momento en el que Elsa comenzo a teclear en su celular. Tardó casi un minuto, pero fue suficiente para que la mente de Jack comenzara a procesar todo lo ocurrido.
El peliblanco frunció el ceño cuando ella le entregó el celular, lo tomó y leyó el mensaje, mientras los suaves dedos de Elsa se deshacían de las pocas lágrimas que se habían escapado momentos atrás.
"Perdón por esto. Se que mis padres te hablaron de Anna. Días antes de conocerte, mis padres me llevaron con un logopeda, acepté por que ellos tenían la ilusión de que yo volvería a hablar como antes. Todos los domingos asistía para mi 'Rehabilitación' hace unos días, el doctor vió mejorías en mi, me dijo que en menos de un mes podría hablar, tal vez no fluidamente, pero si podría pronunciar palabras básicas. Siempre que regresaba a casa después de verte practicaba con tu nombre, quería que lo primero que escucharas salir de mi boca, fuera tu nombre.
Mis padres y Tadashi estaban enterados de esto, les rogué para que no te dijeran nada, yo misma te lo diría. Sigo sintiendo molestia en mi garganta pero esta bien, he sido capaz de decir tu nombre y estoy feliz"
Una lágrima había caído en la pantalla
Elsa sollozó cuando el cuerpo de Jack se abalanzó al suyo para abrazarla fuertemente. Sentía al pálido murmurar que la amaba y después dejaba besitos en las mejillas de la platinada, quien poco a poco comenzaba a sonrojarse.
Estuvieron casi un minuto así hasta que el peliblanco se separó de ella, pero ahora colocándose a su lado de nuevo y pasando su brazo por el hombro de la chica.
Jack se repuso y sonrió – Tu voz es muy linda, es cálida pero tienes ese toque serio a la vez. La amo, es la adecuada para ti.
Elsa lo miro enternecida
— Quisiera escuchar de nuevo tu voz, ¿podría grabar mientras pronuncias mi nombre? – dijo emocionado – Uh creo que aún no estás lista, supongo que puedo esperar, un mes no es demasiado, me gustas tanto que estoy dispuesto a esperar.
— ¿Quieres regresar a casa o tienes otra idea? – cuestionó Jack, con la mirada en los azules ojos de la chica.
— A casa.
Jack la miro sorprendido, para después sonreír.
— Vamos a casa
Pasó su brazo por los hombros de la platinada y caminaron hacia el coche.
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La Señora Arendelle sonrió al ver a su hija llegando a casa con el peliblanco. Se levantó del sofá y despertó a su esposo que estaba sentado a su lado, el hombre algo somnoliento miro a hacia los lados y vió la razón por la que su esposa lo despertó.
La platinada junto al chico estaban dándose castos besos.
Jack abrió sus ojos y se sobresaltó al ver a Agnarr detrás de Elsa, mirándolo furioso. Jack se alejó de ella algo espantado. La platinada se dio la vuelta confundida, encontrándose con la fría expresión de su padre y una sonriente Iduna a su lado.
— ¿P-papá?
— No tienen permitido hacer esas cosas en mi casa.
— Agnarr.– le recriminó – Perdonen, Elsa la cena está en el comedor, tu padre y yo nos iremos a dormir, buenas noches. – se despidió empujando a su esposo que se rehusaba a retirarse.
— Sigo algo aturdido por lo que ha pasado. – confesó el peliblanco rascando su nuca.
Elsa señaló con su dedo las escaleras.
— ¿No cenarás?
Ella negó.
Jack vió a Elsa acercarse, ella bajó la mirada y tomó la pálida mano del chico.
Elsa comenzó a caminar hacia las escaleras llevando a Jack consigo.
Ambos entraron a la habitación y Jack inspeccionó el sitio con curiosidad, era un cuarto simple, habían algunos pósters de bandas underground, no había pensado que eso le gustaba a Elsa.
Dejó de mirar solo para observar que Elsa estaba sentada en la cama, ahí entendió todo.
— ¿Quieres que duerma contigo? – preguntó nervioso.
Elsa asintio. Jack aceptó.
Se quitó los tenis y se metió entre las cobijas, luego Elsa hizo lo mismo y lo abrazó acomodando su cabeza en su pecho. Estaba con la chica que amaba, se sintió tan cómodo y reconfortado, nada lo arruinaría, luego se las arreglaría para evadir los reclamos de Agnarr por haber dormido con su hija.
Espero les haya gustad0
El final, perdón si quedó kk o muy simple Gracias por apoyar la historia 😔 Las tkm 💗
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