Capítulo 4

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Me levanté temprano esa mañana había quedado con Marina que recogería a su hermana sobre las once de la mañana, la verdad es que lo menos quería era pasar tiempo con Alba no teníamos un ambiente demasiado cómodo cuando nos daba por respirar el mismo aire, cuando termine de arreglarme sali al salón encontrandome a María desayunando junto con Marta y como por arte de magia una idea apareció en mi cabeza
 

- Buenos dias chicas - salude preparándome un café y sentandome enfrente de ellas- ¿teneis que hacer algo esta mañana?

- Yo hasta por la tarde no trabajo esta semana tengo turno de tarde porque se te a ocurrido algo que no sabemos

- ¿Y tú Marta?

- Yo tengo que ir a la universidad el plazo de matricularse acaba hoy y si no voy al final no podré hacer la carrera

- Pues tengo la solución Marina me ha pedido que acompañe a Alba a la universidad esta igual que tu Marta tiene que ir a matricularse hoy y mi novia me ha pedido que la acompañe -vevi un poco de cafe- que os parece si venís con nosotras las dos y así una vez tengáis todo solucionado podemos ir a dar una vuelta y a comer algo

- Por mi todo perfecto pero no me puedo quedar a comer tengo que estar en el trabajo temprano y prefiero descansar un poco antes

- Vale no te preocupes ..... entonces venga ya tenemos plan para esta mañana así Alba y Marta conocen un poco más de Madrid

 
Terminamos de desayunar hablando de varias cosas en general como por ejemplo si iba a ver alguna variación en el repertorio de mis actuaciones esa semana ..... si María descansaría algún día o de si Marta estaba nerviosa por empezar en una universidad nueva cuando terminamos lo recogimos todo y nos fuimos a vestir para ir a buscar a Alba.

Cuando llegamos aparqué el coche bajando nos de él para dirigir nuestros pasos hacia el portal de mi novia que no tardo en recibirnos eso si saludó al resto con un simple gesto y a mi se me abalanzó colgándose de mi cadera besándome con bastante pasión algo que hizo reírse a María y Marta.

- Por favor no se come delante de los pobres -suspiro sentándose en el sofa- de verdad se me esta subiendo azúcar solo de veros

- Lo siento María pero que quieres que haga yo con la amiga tan guapa que tienes si es que me tiene loquita perdida -me besó justo cuando vi por el rabillo del ojo aparecer a Alba-

- Si es que de verdad -nego con la cabeza- unas tanto y otras tampoco

- Que exagerada eres Mari ya sabes que yo cuando quieras te hago un favor solo tienes que venir hasta mi habitación yo siempre te voy a recibir con los brazos abiertos

- Por dios Natalia que imagen más turbia tu quédate con tu novia que yo ya me las apañó sola pero oye gracias por la oferta -rio fuertemente contagiando al resto-

- De verdad sois idiotas cualquiera que no os conozca pensara que teneis algo porque yo ya estoy aconstumbrada que si no pensaría mal -me beso en los labios- menos mal que se que solo me quieres a mi ..... bueno chicas yo me voy a trabajar cariño te veo esta noche en el bar

- No trabajes mucho -Marina se despidio de todos y salio por la puerta- bueno que nos movemos que a este paso llegamos cuando haya cerrado la universidad

- Si sobre todo por tu lentitud conduciendo no Lacunza

- Villar no me hagas cabrear que vas a pie y no te dejo subir al coche en toda la mañana quedas advertida -la señale con un dedo aguantando la risa-

- Eso es un golpe bajo Natalia si sabes de sobra lo que yo te quiero ..... es que si te adoro más reviento a que no vas hacer que tu segunda persona favorita vaya caminando

- Mira que eres pelota cuando quieres tira para el coche antes de que me arrepienta porque si .o pienso dos veces a lo mejor cumplo las amenazas -me reí con ganas haciendo estallar de la risa a Alba y a Marta que veían la escena intentando no reirse-


Narra Alba

La verdad es que ya no aguantabamos más la risa menos mal que les dio por reírse a ellas y pudimos estallar de una vez, la relación que tenían María y Natalia era de lo más graciosa, por llamarlo de una forma, estuvimos todo el viaje hablando de varios temas agradecí que Natalia trajera tanto a Marta como a María eso hizo que estuviera más cómoda haber estado a solas con ella hubiera llevado a conversaciones que no quería ni tener que plantearme.


- Bueno ahora que ya os habéis matriculado, que también menuda casualidad que vayáis hacer la misma carrera, que os parece si nos vamos a comer por ahí -la voz de Natalia retumbo en el coche-

- Me encantaría ir a comer pero tengo turno de tarde ya te lo dije esta mañana y prefiero descansar un poco que es viernes y el bar suele estar bastante lleno de gente -María se excuso- ¿Y tu Marta te quedas con ellas o vienes conmigo en metro?

- Pues mira tengo que ir hacer unas compras esta tarde y no he pasado muy buena noche así que creo que me voy a casa también a descansar si no luego no me va a dar tiempo a hacer nada

- Mira que sois aburridas yo también trabajo de noche y no me voy como una abuela a casa a descansar no me esperaba esto de ti María

- Una que ya tiene una edad -rio con ganas- además te recuerdo que después de tu mini concierto hemos quedado todos en el bar para salir

- Esta bien -Natalia nego con la cabeza- me tendre que conformar con la compañía de mi cuñada ten amigos para esto porque tu te vienes a comer conmigo ¿Verdad Alba? -dijo con cara triste-


Y si claro que le dije que si como le iba a poder decir que no con esa cara de pena es que me era imposible y así es como termine sentada en aquel restaurante italiano con la persona que sin saberlo me hacía daño con su sola presencia aunque ella no quisiera y es que al fin y al cabo era mi cuñada así que tendría que acostumbrarme a su presencia pese a doler y disimular de la mejor forma posible.


- Estas muy callada -su voz me saco de mis pensamientos- desde que hemos subido al coche no has dicho ni una palabra

- Estoy cansada solo quiero llegar a casa y echarme un poco -dije mirandola mientras conducía- te agradezco que me acompañaras se que no te ha tenido que hacer ninguna gracia que Marina te lo pidiera

- Alba no podemos seguir así cada vez que estamos cerca el aire se vuelve ta espeso y hay tanta incomodidad que es imposible hasta respirar -aparco el coche delante del portal-

- Natalia no quiero tener esa conversación por el bien de todos, pero sobre todo por el de mi hermana, dejemos las cosas como están tu estas con Marina tu eres feliz ella es feliz y eso es lo importante solo hagamos como que aquello nunca existió -sali del coche y cerre la puerta sin darle opción a contestarme-


Subí a casa lo único que quería era echarme en la cama descansar todo lo que pudiera sabía perfectamente que tendría que ver a Natalia que era la novia de mi hermana pero lograría superarlo aunque me costase y si al final no podía siempre podía volverme a Elche con la Rafi lo que tenía claro era que por nada del mundo me interprondia en la relación de Marina porque siempre me voy a repetir mentalmente que la felicidad de mi hermana siempre estara por encima de la mía.

Cruce de caminos (Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora