Parte 3

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Ángela estaba totalmente entusiasmada, su euforia crecía con cada vaso que tomaba, yo solo me moría por besarla. Quería decirle de una vez que la quería solo para mí, aunque mi mayor preocupación era la respuesta que ella me daría... Era consciente que solo teníamos una semana de conocernos. Eso sí, desde la primera vez que conversamos, acordamos irnos juntos, claro que el primer día entro a mi aula por que se confundió, hablamos solo un momento, pero, quedarnos para irnos al paradero al terminar las clases. Siempre todo muy exacto, nunca quedamos nada dentro de la academia, es más, ninguna conversación se produjo así... no queríamos mancillar nuestras conversaciones rebajándolas al nivel de los triviales diálogos que allí abundaban... no lo dijimos nunca; aunque lo sobreentendíamos. Nunca la veía en los recesos, tampoco la buscaba, no quería que ella pensara que estaba desesperado por verla,  a pesar de que era evidente que lo estaba... De todas maneras, un par de veces salí al receso y caminé lentamente a la cafetería a comprar "algo", nunca la vi.. supongo que solo se quedaba en su aula; no insistí en esa operación, porque siempre, a la salida, ella estaba en la esquina, a una cuadra de la academia, esperándome (tal cual habíamos quedado un día anterior). La única esperanza que irradiaba mi ilusión romántica era que desde hacía dos día, ella me esperaba en el paradero antes de entrar a clases, lo hizo sin saberlo quedado antes.. ella pensaba también en mi, me esperaba siempre con una sonrisa, sus sonrisas eran solo mías, Ángela.. Ángela.. siempre con polos negros y de manga larga, siempre con su cabello lacio y reluciente, aunque nunca vi un mismo polo, los nombres de bandas de metal, punk rock, cambiaban día a día: Ramones, Metálica, Sex Pistols, Molotov, Mago de Oz, Mar de Copas, The Smiths, Joy Division, Black Sabbath, Narcosis, Eutanasia, Motörhead, Cannibal Corpse, Los muertos de Cristo, Los Crudos, Nirvana, Anfo, Fun People, etc.

La verdad no recuerdo exactamente que conversamos antes de atreverme a decirle lo que sentía por ella (ya estábamos por terminar el vino), no recuerdo que ideas fueron las que tuve, ni cómo abordé el tema; sin embargo... sucedió, se lo pregunté.

-¿Que opinas de mí? - le pregunté mirándole a los ojos.

-Que eres un loco - me respondió.

-Entonces... esta bien, ¿no?, a ti te gustan los locos y las locuras. - le dije sonriendo.

-No, eso es falso.. eres un mentiroso y un loco, un antisocial. - replicó riendo mientras tomaba mas vino; era la primera vez que sonreía tanto.. entendí por qué amaba sentirse embriagada... era una forma de escapar de su hermetismo y misantropía... y es que todos necesitamos, así sea a ratos o pedazos, contacto humano.

-Ja, ja, ja... No menos que tú; pero.. ¿Qué es falso? - le pregunté.

-Qué me gusten los locos, a mí me gustan las locuras, pero no todos los locos. respondió.

-Ah, no todos.. está bien.. ¿Cuál loco te gusta entonces? - le inquirí.

-Ja, ja, ja.. en este momento solo hay una persona que me gusta... Espera.. no me gusta, creo que es más que eso-- o no losé.. - me respondió, mojó sus labios, sonrió y se quedó viéndome preocupada.

-Dame un momento tu vaso - le dije; ella me lo entregó sin protestar. Puse nuestros vasos al costado mío, saqué la mochila del medio y la coloqué en el suelo - ¿Qué pasa? - me dijo ella sorprendida o eso parecía. Era el momento, había llegado la hora.. me jugaría el todo por el todo. La tomé de la mano, ella lo permitió, no dejaba de mirarme y yo sentía la cabeza estallar; con mi mano sujetando la suya le dije: -Sé que no nos conocemos mucho tiempo, se que hay muchas cosas que no sabes de mí ni yo tampoco de ti, sé que te puede parecer absurdo todo esto; sin embargo, es necesario que te diga algo.. discúlpame si te incomodo pero debo hacerlo.. -respiré profundamente y continué. - te quiero, estoy enamorado de ti, ¿quieres estar conmigo? - lo sé.. lo sé.. fue ridículo, yo también esperaba algo más de mi mismo.. a pesar de que tenía un discurso planificado solo atiné a decir eso (soy un fracaso como trovador). Ella me sonrió, su semblante cambió, se puso seria; no se por cuanto rato, me apretó la mano y al instante vi una lágrima caer por su mejilla, me asusté, mi corazón se detuvo. -Yo también.. yo también te quiero - me respondió y de inmediato un hormigueo generalizado cubrió mi ser; no lo podía creer.. - ¿de verdad? - Pregunté, - Nooo. Ja, ja,ja.. Claro que sí, pero ahora tendrás que luchar junto conmigo. - respondió ella. - Nunca dudes de eso, nosotros no encajamos en esta sociedad, construiremos nuestro mundo. - le aseguré mientras tomaba la otra mano. Las lágrimas caían una tras otra mientras me escuchaba, ella cercó su rostro al mío y me susurró: -Nunca he estado con nadie, nunca me había interesado nadie.. - Yo siempre estaré a tu lado, no podría separarme de ti. - la interrumpí. - Gracias - me respondió y suspiró. -Yo me acerqué y besé su rostro delicadamente, recorrí sus mejillas y probé sus lágrimas. Ella me abrazó, yo la abracé, nos volvimos uno desde ese instante. El calor de nuestros cuerpos entrelazados lo siento ahora mismo, cada palabra que anoto en este cuaderno es por ella... por mi musa... por mi Ángela.. Ella hizo sentir que estaba en casa; por primera vez entendí que es la calidez de tu hogar, del verdadero hogar.. Luego de ese instante eterno, nos miramos, ambos cerramos los ojos y juntamos nuestros labios, nos besamos.. Mis neuronas enloquecieron, mis ojos estaban cerrados; sentía que mis pupilas se dilataban, sentía mis extremidades arder y como la sangre que fluía se volvía densa, fue demasiado excitante.. el placer del primer beso, la primera satisfacción de ser querido.. de querer y que te quieran.. de poseer y ser poseído.. Decidí ser feliz con ella... pero no con esa felicidad "felicidad" fútil de historias comerciales que hacen llorar a los incautos.. si no con esa felicidad propia de haber estado cerquísima a la muerte y al final haberte salvado, que hace amar inmensamente la vida.. Fue un revelación.. lo nuestro quemaba, lo entendí.. hay que arder siempre, hay que mantener nuestro fuego encendido, hay que estallar en colores, hay que hacer ruido, hay que reírnos de la monotonía y de la rutina, hay que vivir tan al extremo que parezca que nuestra vida contiene miles de vidas y miles de muertes y miles de resurrecciones... entendí que esa debía ser nuestra felicidad.

Amores insanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora