Chapter One

121 11 14
                                    

"Something is happening"

Era un día normal, los rayos del sol iluminaban hasta los rincones más oscuros de aquel lugar, las flores deslumbraban su maravillosa belleza que era envidiada por las abejas que día a día le trataban de arrebatar un poco de su encanto, las aves cantando una relajante y gustosa melodía para los oídos mientras aventuraban todo el mundo observando cuán increíble es. El cielo estaba con algunas nubes que constantemente cambiaban de forma, dejando que las personas utilicen su imaginación para poder adivinar de que figura se trataba. Era algo inimaginable, como sacado de una maravillosa obra de arte que fue hecha por un pintor nato. Los colores dominaban en el pueblo de Avonlea siendo decorada por el placentero aroma de las flores, tan dulce cual miel se tratase. Era un día como otros en primavera, o eso pensaba aquella jovencita de auténtica cabellera tal fuego fuese.

El día era Domingo, hoy tocaba ir a la iglesia, sin embargo, ella dormía plácidamente en su cama, y no es porque detestara ir al lugar en donde veneran a nuestro Señor o le hartara escuchar las aventuras que tuvo su hijo en la Tierra enseñando detalles pequeños pero valiosos para todos, sino que ayer fue un día agotador o más bien se podría decir que hoy en la madrugada lo fue, y ¿por qué? Una sola palabra: Tarea.

Flashback:

Caminando por ese bosque tan silencioso se encontraban dos jovencitas que, con una gran sonrisa en sus rostros, charlaban sin parar. Se denotaba la gran alegría que expresaban por tan solo tener un momento para ellas solas y conversar tranquilamente, sin interrupción alguna.

-Anne.- habló la chica de cabellera oscura e increíbles talentos ocultos.

-¿Si, Diana?- respondió una risueña joven observando a su mejor amiga.

-Me alegra poder tener un tiempo contigo, te extrañé en estos días.- mencionó con una pizca de tristeza en sus ojos.

Para dolor de ellas, no tuvieron tiempo de verse durante una semana, las clases tuvieron que cancelarse por ese lapso de siete días, el lamentable motivo fue lo sucedido con los indios y el temor de que tomen su venganza hacia ellos. Sin embargo, aquella chica, de infinitas estrellas marrones en su rostro, sentía que merecía recibir las consecuencias de sus acciones, pues sufría demasiado al pensar las atrocidades hechas por esos señores tan insensibles hacia su amiga y otros niños inocentes.

Por lo tanto, la tristeza profunda no tardó en aparecer en ese momento al recordar aquello mencionado por su mejor amiga. No lo había olvidado, pero, por un momento dejó de culparse demasiado.

-Sí.- trató de sonreír un poco, mas no pudo, por lo que optó en no mirarla- yo también.

-Lo siento, no quise ponerte triste, Anne.- contestó con preocupación-

-Diana, no te disculpes.- la observó deteniendo su caminar- No has hecho nada malo, yo soy la que causó todo esto, sino fuera por mí, Ka'kwet estaría feliz viviendo con su familia y no horrorizada viviendo con temor ante todo.

-Tú no lo sabías, nadie lo sabía y mucho menos se lo esperaban, así que no te culpes por todo esto. Sé que ha sufrido mucho y tú lo estás haciendo ahora, pero ellos ya recibiran las consecuencias de sus acciones. Tú solo querías lo mejor para ella.

Hubo un silencio, un silencio que le transmitía un poco de dolor a la chica de melena cual fuego, pues ahora se concentraba en el nudo que se había formado en su garganta y del incesante ardor en su pecho. Unos segundos más tarde, pequeñas gotas viajaban por su mejilla, para tener como destino final el suelo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 12, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

•~ ꫝꫀꪶρ ꪑꫀ ~•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora