ESCAPE

1.9K 114 32
                                    

Erina se levanto despacio le dolía el cuerpo había dormido en el suelo. Se levantó mientras escuchaba los gritos de su madre al otro lado de la puerta - Erina!! Sal de ahí!! Déjame ayudarte, hablemos!!- decía mientras daba golpes en la puerta- Callate...no quiero tu ayuda nadie puede ayudarme- le respondió en un rugido mientras tiraba todos los objetos que habían en su comoda.- Erina por dios que estas haciendo?!- le grito.

Pero Erina no respondió tomó una de las fotos que tenia y la lanzó al suelo, tomo uno de los cristales y lo posicionó en su muñeca, pero se detuvo.

El de verdad se merecía que se quitará la vida por el, merecia su sacrificio...no claro que no...no merecía sus lagrimas...ninguno de ellos...solo eran unos hijos de puta que se aprovecharon de ella.

Se miro al espejo todavía llevaba la lencería de bodas y su maquillaje estaba en toda su cara sin mencionar las ojeras y su cabello era un desastre.
Entró a la ducha con todo y ropa para dejar que el agua la relajara. Veinte minutos después Erina salió y cuando estaba terminando de alistarse, diviso un pequeño sobre en su cama el cual solo por curiosidad abrio. Se sorprendio al ver dos boletos a un hotel en Miami,Florida todo pagado por tres semanas. Se le salio una sonrisa.

Se termino de arreglar y salio de su cuarto bajo y cuando estaba a punto de salir,escucho la voz de su madre deteniendola de golpe.- adonde vas Erina?- y ella respondio mientras la miraba por encima del hombro- eso no te importa- pero cuando iba a abrir la puerta esta se abrío sola mostrando la figura de Megumi, a lo cual Erina bufo.

Vas a hablar con el?- cuestionó Megumi - Por qué no lo haces tu pareces que tu te entiendes mejor que yo...con mi marido.-le dijo con burla para haci pasar de largo y salir por la puerta rumbo al aeropuerto. Si, se iba de París. Iba a disfrutar de su luna de miel sin esposo. Llegó y la encargada se sorprendio de que no hubieran maletas pero no le importó mucho; lo malo era que faltaba una hora para que el avión llegar. Entonces no tuvo más remedio que ir al baño mientras esperaba y cuando buscaba su labial en su bolsa, diviso el otro boleto y como no sabia que hacer con el tomó su encendedor y lo quemo. Si claro, juntos en la adversidad, si...tan cierto como que su abuela es virgen. Al diablo con los hombres! Si por ella fuera todos los hombres del planeta se podrían pudrir en el infierno!

Su esposo...ella no tenía esposo. La persona que debía ser su marido no hizo más que acostarse con su hermana mientras le mentía a ella diciendo que le era fiel en todo sentido, puras mentiras! En serio, ese sentimiento que crecía en los restos de su corazón ya roto,era molesto la llenaba de furia, desprecio, enojo y de...esperen así se sentía odiar a alguien, nunca había odiado a nadie en sí vida. Ese sentimiento se sentía extraño y su imaginación volaba en muchos escenarios en donde ellos sufrían de diversas.

Y entonces pensó en las cosas que haría al llegar a Miami como ir a la playa y después de varias horas aterrizaron en el aeropuerto.

-/-/-/-/-/-

Su avión había arribado justamente después de una hora tal y como lo había dicho la encargada. Subió y después de unas siete horas de viaje - en las que durmió la mayor parte del tiempo - se bajo de este, claro como no tenía equipaje salió del aeropuerto nada mas se bajo del avion. Admiro la hermosa de la ajetreada ciudad y al fondo la playa.

Llegó a la carretera y llamo a un taxi. Iba a ingresar al vehículo cuando un hombre pelirrojo un poco mas alto que ella le había robado el taxi cuando sólo escucho decir - Lo siento tengo prisa - y así Erina tuvo que esperar todavía mas tiempo para poder ir al hotel. Claro hombres,¡Todos tenían que ser hombres! ¡ De verdad odiaba a los hombres ! Por que tenia que toparse siempre con los más imbesiles. Pero bueno ya tendría tiempo de odiar a la especie masculina después de ver el hotel. Llegó al hotel que bueno era inmenso con unos tal vez veinte,veinticinco pisos con casi una manzana de diámetro. Era hermosamente gigantesco, o por lo menos asi era para ella.

En busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora