ISLA

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Dedicdo a @AnahiVals

Hoy estaba de muy buen humor, bueno lo estaria si no recordara del beso que le dio Soma en la noche, corrección madrugada. Por alguno extraña razón cada vez que lo recordaba instintivamente se tocaba el labio inferior con el dedo indise. La forma en la que la beso había sido muy diferente a como Asahi la hubiera besado alguna vez. No sabia si sus mejillas estaban rojas de la excitación o que fueran un efecto de todo el alcohol que consumió; pero de alguno manera u otro le había gustado el beso demasiado para su gusto. Asahi siempre la besaba con delicadeza como si fuera una princesa, eso siempre le gusto pero la forma salvaje en la que Soma la había besado le revolvió las ideas. Fruncio el seño. Ahora no solo, no podia sacar a Asahi de su mente sino que Soma también se unía a la ecuación; a lo cual su instinto le decia que no podia traer nada bueno consigo.

Se puso a analizar todo, si amaba tanto a Ashi por que empezaba a compararlo con todo al respecto con Soma? Si tanto amaba a Asahi como proclamaba, por que no le entrego su virginidad? Por que, claro si una mujer amaba a un hombre hubiera mandado al carajo todas las reglas morales que decian que debía llegar virgen al altar, verdad? O solo eran suposiciones suyas, el alcohol le estaba dando una mala pasada. Relajo su semblante por que si seguia le saldrían arrugas lo cual era una joda a su edad.

Se levanto de la cama mucho mas animada, se dio una larga ducha, el jabón limpiaba toda su piel y el agua le daba una muy reconfortante relajación. Empezo a tararear "not of my businness" mientras se enjuagaba el cuerpo; al terminar cerro la llave de la ducha y se enjuago el cabello, el cual era sorprendentemente largo. Se enrollo él cuerpo con una toalla que apenas le tapaba su intimidad, no le pudo importar menos. Encendió su teléfono por que él sonido de las notificaciones no podían ser mas molestos. Reviso la bandeja de mensajes.

Tenia 30 mensajes nuevos de Asahi, 10 de megumi, al igual que de su madre.
Pero los unicos mensajes que le llegaron a interesar fueron los de su amiga, Hisako.

Erina donde estas?! Desparesiste de repente. Asahi fue echado de su casa! Y te esta buscando por la ciudad como un loco! Tu hermana y tu madre ya no se hablan! Nadie quiere explicarme nada!!-

El mensaje de voz acabo. Que donde estaba? Pues de luna de miel.
Que Asahi fue echado de su casa?...una carcajada burlesca se salió de entre sus labios. Pues para ella ese infeliz podria morir de inanición buscándola. Que su familia estaba mal, se lo merecian, se los podian tragar unos tiburones y a ella le importaría una mierda. Le contesto a Hisako, pero solo era para que diera señales debida nada más...no quería ver a nadie o por lo menos no por él momento...le daba asco en pensar lo ingenua que fue cuando era la inocente Erina Nakiri.

Tranquila Hisako, estoy bien...no te preocupes, solo...no me busques, si?-

Estaba insegura de si responder o no, pero no podía ser una cobarde ignorando todos los mensajes que recibiera sin embargo, la situacion era bastante delicada. Había ido de luna de miel sin esposo, sin avisarle a nadie así que podria contar como desparecida. Apago su teléfono nuevamente, no se quería arriesgar a que los contactos de la familia de Asahi o la de ella le pudieran rastrear. Con una sonrisa guardo el teléfono, despidiendo asi de que compraría uno nuevo ese mismo dia.

Se vistió con unos shorts de mezclilla color verde musgo, una camisa sin mangas cafe oscuro y una chamarra de jean del mismo color del short. Llego a una gran tienda de electrónicos; el escaparate de la tienda era bastante llamativo: Electronic Tools. Solo entró para quedar sorprendida con el intetior, centenares de carteles de la proclamada "selección de otoño" se filtraron en su vision, emociono cual niña, empezo a recorrer los pasillos mientras miraba todos los prodictos con una desbordante emocion. Se encamino al pasillo de musica, habian audifonos de todo tipo, tamaños, estilos y colores pero ninguno se comparaban a los audifonos dorados con detalles negros aprueba de sonido que encontro. Eran esplendidos, se los arrebato a una mujer de unos 20 años, la mujer en respuesta la empezo a perseguir mientras la insultaba; Erina en cambio solto una risa alegre cuando la perdio de vista, como si fuera a dejar que esa persona tuviera tal tesoro musical.

En busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora