Mi nombre es Kim Doyoung y desde el primero año de la universidad, he estado enamorado de Jungwoo, pero hasta ahora he tenido el valor de intentar conquistarlo. ¿El problema? No tengo experiencia y realmente no sé lo que estoy haciendo.
Por eso aquí...
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Definitivamente fue una mala idea el tratar de conquistar al chico que me gustaba haciendo uso de temas de física cuántica y química. ¿En qué estaba pensando? Si bien Jungwoo se veía neutral y jamás había dado señales de que fuese dado a la física o la química, ni que le tuviera un especial desagrado, debí haberlo considerado dos veces antes de abrir la bocota. Sin embargo, allí estaba yo, pavoneándome con mi alto nivel de intelecto para sorprender a Kim Jungwoo en un discurso ingeniosamente romántico. Creí que con Jungwoo funcionaría, que él lo entendería... ¡Pues no!
Verás, tu pobre o gran coeficiente intelectual no debería ser importante para alguien que verdaderamente te aprecia por quien eres y no por lo que los demás esperan de ti. Segundo, no puedes decir que una persona es "esto" o lo "otro" simplemente por cómo la ves o lo que decida mostrarte. Lo sé, porque lo he aprendido a la mala.
Por ende, he decidido anotarlo en mi diario, para no volver a cometer el mismo error. Así que...
Por nada del mundo le expliques a tu crush ni con física cuántica ni con química lo mucho que te gusta.
¡Estoy sumamente avergonzado!
En clase de química, en lugar de ver solamente teoría, había días en los que nos íbamos por la práctica, lo cual era asombroso, pues aquello volvía el ambiente en uno mucho más dinámico y como bien le decía mi adorada abuelita a todo el mundo: "¿Quieres aprender algo? Comienza a trabajar en ello". Cuánta razón en sus palabras. A menudo trabajábamos en parejas y era de conocimiento general que yo era el "cerebrito" del laboratorio. Lo que me convertía en el tipo indicado para ser cuestionado por todo tipo de cosas o para simplemente ayudar a quienes estaban completamente perdidos en este negocio. Jungwoo no era la excepción...
Como sea, el punto es que cometí un grave error con mi persona especial durante la clase y por culpa mía todo terminó mal. ¡Inclusive lo hice avergonzarse! Podrá parecer que estoy exagerando, ¡pero es que en verdad fue terrible!
Ah, soy tan malo en esto del amor. Seguramente si yo fuese el último hombre en pie después de Jungwoo, este me rechazaría sin pensarlo siquiera y preferiría casarse con un árbol. Un posible futuro no muy disparatado al paso que iba.
En esa ocasión, a él y a mí nos tocó ser compañeros de experimento porque Jungwoo había llegado con catorce minutos de retraso y yo... bueno, yo era el único asiento disponible. ¡Parecía ser mi día de suerte! Bien, no éramos lo que se decía "amigos", pero tampoco desconocidos, sólo compañeros, de esos que intercambian palabras sobre cómo está el clima el día de hoy y las complicaciones de la tarea asignada. Jungwoo me saludó con un asentimiento de cabeza, a lo que yo respondí con un sonriente "buenos días" y él procedió a sentarse a mi lado. La actividad constaba en aprender a identificar a la perfección unos cuantos elementos, de modo que, al mezclarse, no provocaran alguna reacción peligrosa.
