Si alguna vez te atreves a por fin confesártele a tu crush, y para ello tu mejor amigo heterosexual te recomienda dar el gran paso de la mejor forma posible ("tienes que conquistarlo a través del estómago, ¡ve y cocínale algo!"); si entonces pasas horas y horas cocinando para perfeccionar la receta de brownies con frutos secos que has obtenido de internet (y con todos los inconvenientes que eso conlleva, como gastarte todo el dinero para almorzar las últimas dos semanas del mes, o casi quemar tu cocina las primeras tres veces); si además de eso le llevas el mejor trozo de brownie envuelto cuidadosamente en papel de seda color rojo; si (contra todo pronóstico) logras convencerlo para que te acompañe en dirección a tu casa, entregándole el regalo en medio de un parque cercano, con el atardecer haciendo que tu crush se vea incluso más hermoso de lo que es, y lo observas gritar de emoción cuando abre finalmente el regalo antes de comérselo de un solo bocado...
Primero, por favor asegúrate de que lo que cocinaste no lo mandará al hospital.
No te atrevas a regalarle un delicioso brownie con la intención de pedirle noviazgo, no sin antes saber que el maní le causa reacciones alérgicas.
No seas imbécil, como yo.
De por sí no puedo creer que todo lo que hago termina por fracasar (ni siquiera quiero recordar el día lluvioso, la pancarta y el cine, por favor), pero esta vez llegó a un extremo que no pensé posible: ¡básicamente estuve a punto de ases*nar a Jungwoo! Ni siquiera puedo escribir la palabra correctamente, y recordar aquel día aún me hace sentir culpable, aunque Jungwoo me haya dicho por millonésima vez que no está molesto conmigo y que debería dejar de pedirle perdón.
¡Pero es que no puedo! Pensar en su rostro tornándose rojo, luego inflamándose, con los ojos llorosos (y yo, más imbécil aún, preguntando con tristeza: "¿tan malo está?"), perdiendo la capacidad de hablar y de respirar normalmente, ahogándose (y yo continuando con mi estupidez innata: "¡¿de verdad me quedó tan malo?! ¡por lo menos disimúlalo un poco, me demoré tanto haciéndolo...!") y luego verbalizando apenas un "¡mi epinefrina!" antes de desvanecerse, me hace sentir extremadamente culpable. Claro, no tenía forma de saber que era alérgico al maní o que en su mochila siempre porta un par de autoinyectores de epinefrina en caso de emergencia —y, aunque lo hubiera sabido, no tenía ni idea de cómo utilizarlo—, por lo que mi única reacción fue llamar a una ambulancia. Eso, y entrar en pánico. Por suerte reaccionar como un idiota fue, por primera vez, una salvación: gracias a mis gritos desesperados, un chico en las cercanías —de nombre Jaehyun— se acercó y logró entender en un segundo qué estaba sucediendo, y como un milagro sacó uno de sus propios autoinyectores de epinefrina —pues es alérgico a los mariscos, tal como me explicó cuando todo se hubo tranquilizado—, aplicándolo y logrando que los tonos casi violáceos del rostro de Jungwoo fueran desvaneciéndose hasta volver a la normalidad. Para cuando llegó la ambulancia, tuvimos que explicarles que ya todo estaba bajo control y nos regañaron por hacerles perder el tiempo, pero ¡¿cómo iba a adivinar que alguien sí sabría qué hacer?!
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Guía de supervivencia amorosa ᵈᵒʷᵒᵒ
FanfictionMi nombre es Kim Doyoung y desde el primero año de la universidad, he estado enamorado de Jungwoo, pero hasta ahora he tenido el valor de intentar conquistarlo. ¿El problema? No tengo experiencia y realmente no sé lo que estoy haciendo. Por eso aquí...