CAPITULO 2

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Camila pov

Han pasado dos años desde que la nación del fuego nos atacó y solo quedamos unos pocos desde entonces. Mi padre junto con unos poco guerreros que quedaron se fueron ya hace un año para unirse a la nación tierra y así apaciguar un poco a la nación del fuego.

Mi hermano y yo quedamos a cargo de lo que quedaba de la tribu del agua del sur. Como mi padre era el gobernante no nos quedo más que hacernos cargo.

Mi abuela me solía contar historias de los anteriores avatares, pero cada vez se le veía con menos esperanzas de que el próximo avatar apareciera. Dicen que desapareció hace dos años, otros que los soldados de la nación del fuego lo mataron, pero nadie sabe la verdadera historia. Solo queda esperar... él es nuestra única esperanza para que termine esta guerra infernal que se desato.

_Camila, hija._ mi abuela me llamo. Salí de la casa y ella me estaba esperando._ Ya es hora de tu entrenamiento._ me sonrió. Ella se veía tan cansada.

_Si, Granma..._le devolví la sonrisa y empezamos a caminar hacia el mar para entrenar._ ¿Qué haremos hoy?._ le pregunte mientras seguíamos caminando.

_Hoy te enseñare los métodos de curación._ fruncí el ceño.

_¿Métodos de curación?._

_Con el agua no tan solo puedes defenderte y herir, también puedes curar y establecer el espíritu._ nos quedamos en silencio hasta llegar al mar._ Bien..._ miro para todos lados. No sé qué cosa es lo que buscaba, aquí todo era hielo y pingüinos._ Quiero que me tires lanzas de hielo y me hieras._

_Tu quieres... ¿tu quieres qué?._

_Quiero que me ataques._ ella frunció el ceño y se alejo un poco. Empezó a mover sus manos y cuerpo para que el agua fluyera al igual que sus movimientos._ ¡Ahora!._ vi que formo pequeños cuchillos y me los tiro sin aviso.

Espera!._ los esquive y también hice pequeños cuchillos y se los tire. Solo uno le rozo haciendo que le sangrara la mejilla._ ¡Abuela!._ corrí hacia ella y vi su mejilla._ Maldición, ¿Por qué hiciste eso?._estaba un poco asustada y enojada._ Mira lo que me hiciste hacer._

_Ahora, repite los mismos movimientos que yo y me sanas._ fruncí el ceño y empecé a imitarla. Manos levantadas, moviéndolas como si estuviera fluyendo el agua por mi cuerpo y moviéndome con ella hasta llegar a mi abuela que se había quedado quieta._ Sigue haciendo lo que estas haciendo._ me susurro para que no me desconcentre. Le hice caso y puse el agua que estaba moviendo en su mejilla y esta se empezó a iluminar esta que el agua desapareció y la herida en la mejilla de mi abuela también.

_¿Cómo?¿yo hice...?¿tu estas?._ estaba tan asombrada de que me saliera a la primera que no podía formular preguntas.

_Lo hiciste bien, hija._ me sonrió y me todo una mano._ Ahora hazlo contigo._ vi mi mano y de esta salía sangre. Ni siquiera me di cuenta de cuando me la hice.

Vimos otros movimientos más hasta que llego Noah corriendo para detenernos.

_Camila, ya es hora._ me tomo de la mano y me llevo con él._ ¡Nos vemos abuela!._ le gritó mientras corríamos.

_Espera, me sacaras el brazo._ lo frene un poco._ ¿Por qué tanto apuro?._

_Mico dice que vio un grupo de pescados no muy lejos de aquí y yo quiero agarrarlos antes de que se vayan._ me siguió tirando hasta que llegamos a su bote y nos encontramos con el bote de Mico y Mitsha, su hermana._ Ya llegamos, vámonos._ me tiro arriba y me paso el remo.

El Avatar - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora