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Cada vez que pasaba sus pequeñas manos por su rostro, le hacía saber lo mucho que necesitaba de ella de nuevo.
La acción de poner el pestillo en la puerta del despacho donde se encontraban como tantas veces atrás, se lo dejaba más que claro.
- Señorita Lee... - susurraba cerca de su oído, apartando el pelo de éste, al notar aún como se negaba a estar de nuevo entre sus brazos - ¿No cree que olvida algo más?
Y es que por mucho que disfrutara en el momento, ella se negaba a seguir siendo lo que se sentía, "la zorrita del jefe".
Jimin colocaba sus manos en su cintura, moviendolas ligeramente para hacerla estremecerse, traspasando la americana roja que usaba Lee como uniforme de trabajo.
La atraía cada vez más hacia su rostro, levantándole el mentón con los dedos de su diestra hasta hacer que prácticamente rozaran sus labios y respiraran a la vez cada vez más agitados.
- ____, vamos cariño, lo deseas tanto como yo.
Y es que un simple apodo cariñoso la tenía en el suelo derretida ante sus pies, sabiendo que después de nuevamente llegar a su orgasmo iba a tratarle como lo que era, una simple secretaria, la cual usaba para saciar los orgasmos que no le daba su mujer.
Pero no podía negarse como quería ante él y fue el simple gesto de pasar su mano por su nuca terminando por deslizarla por el cuello de ésta y apretar un mechón de pelo haciéndole gruñir a milímetros de su boca, el que terminó de encenderla aún más.
Jimin ya conocía sus puntos débiles y cómo hacerla estremecer en milésimas de segundo con su simple tacto.
Sacando la camisa lentamente de su falda, interpuso una pierna entre las de la chica intentando hacer fricción con su feminidad.
Ella no podía aguantar más sin responder a su tacto y caricias, y es que se pasaba el resto del día pensando en el cuerpo de Jimin aunque también jodida por el mismo. Pero todo lo olvidaba cuando se saciaban el uno al otro.
Jimin cansado de esperar la levantó dejándola caer aún en la puerta y rodeando sus caderas con las piernas de ella, giró bruscamente sus cuerpos para bajar las persianas que daban a fuera quitando cualquier vista de terceros, y es que ya tenía claro que la iba a follar ahí mísmo.
Una vez todo cerrado y apagado, dejándo tan solo una pequeña luz al lado de su mesa de trabajo, lo apartó todo de ésta dejando reposar el trasero de ella.
Ahora ____ no se negaba, queriendo ella más que nadie que la satisfaciera con las mismas ganas, pero para Jimin eso de "el que calla otorga" se la sudaba por completo, y es que su silencio no le valía como contestación.
Sólo quería escuchar una cosa y no iba a parar hasta hacerlo.
- Si no lo pides no lo haré - le habló pausando las palabras conforme salían de su boca, esperando de ésta una única frase.
____ seguía callada, pero mirándolo con toda la lujuria que sólo él le despertaba.
- Quiero oírlo - le mandó esta vez jugando con los volantes de su falda.
- Por favor... - gruñía como podía al querer sentirle dentro de una vez.
Jimin la miraba aún poniéndole atención esperando que siguiera con la frase mientras movía su pelvis simulando follarla aún con la ropa puesta.
- ¿Por favor qué... Señorita Lee? - se apegó a su cuello para susurrarle.
La tensión y el calor la invadieron por completo terminando por decírselo lo más claro posible.
- Fóllame ahora Park - la mano de éste no tardó en moverse de su sitio para de una vez subirle la falda.
Y haciendo una pequeña risa ladina contestó para sí mísmo - Era todo lo que quería oír - terminando por morder el lóbulo de su oreja izquierda y hacer que se moviese en el sitio arqueando ligeramente su espalda.
Abrió la camisa de la chica desabotonando uno a uno sus botones mientras que ésta le miraba a los ojos impaciente del sexo de casi cada día.
Echando su cuerpo hacia atrás dejándola caer encima de las hojas de documentos que tenía él en su mesa pero en el momento sin importarle lo más mínimo; se dispuso a masajear sus pechos hasta sentir cómo sus pezones se ponían cada vez más duros, y fue ahí cuando besó y mordió sin descanso cada uno de ellos, terminando por recibir gemidos de su parte en los que se ahogaba sin dejarlos salir.
- Vamos nena, déjalos salir - fue nuevamente a su cuello mientras que su mano derecha hacía un recorrido algo tardío hacia su feminidad. Acción que ella esperaba con deseo.
Y es que cuando los movió ya dentro suyo no pudo seguir reteniéndolos.
Acto seguido y al notarla ya más que lubricada de su propia esencia, Jimin bajó la cremallera de su pantalón de traje sacando tan sólo su miembro de éste.
Lo movió masajeándolo con la feminidad de ella, cosa que la volvía loca y haciendo que suplicara de nuevo.
- Hazlo ya Jimin-ah - Y es que le encantaba que se dirigiese así hacia él, apodo que le daba la superioridad que tenía; y no tardó en hacerlo sin aviso.
Lo metió de una estocada casi sin dejarla terminar de hablar para pillarla por sorpresa y que saliera de ella un gemido tan deseado por él.
Siguió moviéndose mientras echaba su pelo hacia atrás por el calor, sin siquiera quitar su chaqueta, buscando más su placer que el de ella como siempre hacía y es que tan sólo iba a ser un polvo más de muchos.
Notando cómo llegaba cada vez más a su ansiado orgasmo y mirando la cara de la chica al sentirse igual, Jimin colocó su zurda a un lado de la cabeza de Lee, a la vez que llevó su diestra al clítoris de ella, intentando cada vez moverse con más fluidez.
Y finalmente viendo su cara de estar llegando al esperado clímax pudieron hacerlo ambos al mismo tiempo dejando descansar sus sudorosos cuerpos en la mesa del despacho.
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sé que no es gran cosita pero aquí está, al menos sólo el principio :'). Y no sé si lo terminaré borrando algún día.
