Earned It.

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Holi 🤗 os traigo una cosita muy cortita (Casi 3K) y que pretendía ser muy hot pero me ha quedado... ay no sé, leedla y me contáis.

Avisos:
- Sexo explícito
- Nostalgia
- Y delulismo

Así me ha quedado esto. Espero que os guste.

"Las quiero, ciao"
😘💜💛


El sol le da de frente, calienta hasta el punto de tener que quitarse la camiseta y recibir el calor en su piel desnuda. Le sienta bien la terraza prestada; Ricky siempre le deja ese espacio para probar cosas nuevas, para investigar en su sonido. Están preparando la gira y necesita temas que le remuevan por dentro, que le hagan vibrar. En su piso es diferente, ahí escondido de la vista de todos ha descubierto un lugar en el que las ideas fluyen mucho mejor.
Conecta los AirPods a su teléfono y le da al play, esa canción le pone y con el sol se deja llevar desde los primeros acordes; sus caderas se mueven lentas al compás de la música y su cuerpo reacciona uniéndose a la sensualidad que desprenden sus poros. Raoul no es muy de dejarse ver así en publico pero está solo y cuando eso sucede, en la intimidad, es mucho más cerdo que todo eso así que la voz de The Weeknd y su Earned It le permiten fluir. Se contonea lento, gustándose, recorriendo con sus manos su torso descubierto y ondulando sus caderas. Se siente sexy, capaz. Lo imagina cerca, rozándose con él, notando la piel tostada siguiéndole el ritmo. Fluye, canta en el falsete y su voz le retumba en el pecho, potente, sensual. Se toca y quiere más, lo quiere a él recorriendo su cuerpo, haciéndole disfrutar. Quiere la lengua de Agoney rozarle ahí dónde ahora pellizcan sus propios dedos. Escucha un ruido y se gira a su espalda pero no hay nada cuando mira, sólo las ganas de que estuviese ahí, entrando por la puerta. Así que sigue a lo suyo y viaja a un lugar donde solo Agoney lo sabe llevar.
Las cosas entre ellos son diferentes, nada parecido a todo lo demás, a lo que la gente pueda pensar, él y Agoney son, y lo serán siempre por eso cuando quiere excitarse es al moreno a quién recurre aunque ahora solo sea en su mente y estén más alejados de lo que le gustaría.

El cuerpo de Raoul es una obra de arte, al menos es lo que le llega a él desde la entrada. Esa mañana cuando Ricky le pidió que fuese a su casa y cerrase la terraza que se la había dejado abierta, antes de marcharse tres días a Barcelona con Pablo, no esperaba encontrárselo allí sin camiseta y ondulando su cuerpo en un movimiento, para él, hipnotizante. No lo esperaba pero nunca se le pasaría por la cabeza rechazarlo y por eso se pierde en su culo marcado bajo el pantalón negro y el pliegue de sus inguinales contraerse y estirarse por el gesto sexual que desprende ese rubio que hace más de dos años le cambió la vida.
Es instintivo, animal, es verle y querer comérselo, querer recorrer cada centímetro de su piel, morder todos y cada uno de sus secretos, quererle sin más. A pesar de todo, a pesar de todos.
Cuándo Raoul se gira él se esconde, se echa hacia un lado, se oculta entre las sombras del salón y consigue que Raoul no le vea. O eso cree.

El rubio sigue bailando y cantando en la terraza, sexy, libre. Agoney permanece a su espalda, estático, recorriendo con sus ojos negros cada parte de él. Se acerca al tiempo que se nota hervir la sangre y es que ese es el efecto que Raoul causa en él, excitación incontrolable. Camina lento, como un animal salvaje en época de caza, fijando su objetivo; Raoul y el sexo que tiene con él.
Se relame los labios y se quita la camiseta después de dejar las llaves sobre la mesa, no le importa hacer ruido porque ha descubierto los aparatitos en los oídos de Raoul así que va, se acerca sin más hasta casi rozarle y es entonces que el rubio lleva sus manos a los Airpods y se los quita para dejar que el ritmo, que solo escucha él, pueda embriagarles a los dos.

– Te he olido desde la puerta – Susurra.

– ¿Te gusta? – Agoney jadea a su espalda, en su oreja, suelta aire caliente que Raoul recibe como brisa de mar, ese mar embravecido que es ahora mismo Agoney. Ninguno dice nada más, solo bailan lento, muy lento, casi pesado, en movimientos circulares de sus pelvis, contoneos que les hacen rozar su piel, su ropa, las ganas que se tienen. Raoul lleva su mano hacia detrás y se agarra al culo que tanto le gusta y lo atrae hacia él haciendo que el pecho de Agoney impacte en su espalda y sus manos se agarren a su piel. El gesto les hace permanecer unos segundos quietos y no es hasta que Agoney respira hondo, oliéndole, que Raoul no se vuelve a mover invitando a Agoney a hacerlo con él. Todo con él.

You, you, you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora