Capítulo 2
En la oscuridad de una enorme ciudad.
Una chica corre por los callejones oscuros, como si estuviera en un laberinto donde el precio por no llegar a la meta es morir.
Un chica correr por los enormes edificios que la rodean.
Contenedores de basura se pueden ver cada pocos metros.
Ella corre por su vida, como si ella fuera la presa y estuviera huyendo de su cazador.
Dejar de correr es la muerte.
Tomar el camino equivocado es la muerte.
Atacar es la muerte.
Tocar a su cazador es la muerte.
Como sea que esto sea visto no es más que un juego cruel en el cual la chica sin importar su opinión o lo que ella decida siempre termina con su muerte.
Pero la chica como si no entendiera esto continua su carrera, dobla en la esquina de un callejón.
Voltea hacia atrás por un solo instante, y lo ve su cazador camina sin ninguna preocupación.
Ella tiene una edad de unos 14 años, su cabello es castaño corto y en su cabeza tiene unos lentes militares, esta sujetando un rifle de asalto.
La figura de su perseguidor esta completamente sumida en la oscuridad, solo puede ver la silueta oscura.
A pesar de encontrare en tal desesperada situación, la chica parecía tranquila, como si estuviera resignada a su destino, sus ojos cafés carecen de emoción.
Ella mira hacia delante el camino se acabó.
Ella eligió el camino equivocado, delante de ella eta una enorme pared de un edificio, está en un callejón sin salida.
Ella voltea hacia atrás su perseguidor esta delante de ella, con una enorme y enferma sonrisa.
A pesar de esto, la chica no se sobresalta.
Levanta su arma y sin vacilación dispara el arma que es capaz de convertir a un apersonas en un montos de pulpa y carne, hacia la silueta oscura.
Pero algo extraño ocurre, las balas que debieron de atravesar el cuerpo de su cazador, son devueltas a ella.
La mayoría de ellas fallaron, pero una le dio en su pierna atravesándola, el frágil cuerpo de una chica de 14 años fue dañado por una bala que incluso podría atravesar un chaleco antibalas, así de poderosos son los disparos del rifle de la chica.
Un agujero rojo oscuro se abre en su pierna, la bala incluso rompió el hueso, ella incapaz de seguir de pie cae pesadamente al suelo, en el cual hay algunos vidrios rotos que se incrustan en su piel.
El eco de los disparos desaparece, los único que se escucha son los lentos pero constantes pasos de su cazador.
La chica se retuerce en el suelo, pero... no por dolor, no, sino para alcanzar su arma, la cual ella arrojo al caer.
Pero es inútil su destino ya está marcado, ella estaba destinada a morir desde el momento de su nacimiento, su vida solo tenía valor por este momento.
La figura de su cazador se acerca ella, las luces de una puerta trasera de uno de los edificios cercanos ilumina su figura.
Es un chico de unos 16 años, su piel tiene un color blanco enfermo, su cabello blanco es un poco largo.
Pero su ojos lo único que demuestran es un profundo aburrimiento mientras mira a la chica retorcerse en el suelo.
Pero contrario a sus ojos una enorme y enferma sonrisa adorna sus facciones.
