Pov. NarradoraEstaba una peculiar pareja en el mercado del pueblo, comprando de todo para el negocio.
Meliodas: Elizabeth que te parece si te compro esto para que sea el nuevo uniforme? Ehh? Di que sii, por favor- decía el pelirubio con cara de pervertido
Elizabeth: Amm, no lo sé señor Meliodas, no le parece que muestra mucho?- hablaba con inocencia.Meliodas: Por supuesto que no- dijo indignado.
Elizabeth: Pero señor Meliodas sólo mirelo- dijo apuntando hacia el traje.
El pelirubio la imagino con mucha lujuria pero una dulce voz lo sacó de sus pensamientos.
Elizabeth: Señor Meliodas no pienso ponerme eso!- dijo un poco sonrojada y avergonzada.
Meliodas: Listo, nos lo llevamos!- dijo con entusiasmo.
(...)
Pov. Meliodas
Estábamos camino hacía el castillo, estaba nervioso por cómo respondería su padre ante tales sentimientos. Sólo trate de calmarme.
Llegamos al castillo, estaba muy, pero muy nervioso. Al final pase hacía la sala donde estaba el Rey Baltra, el padre de Elizabeth. Le dije a Elizabeth que no dejará un momento a solas, ella sólo asintió y procedí a decirle todo, fui directo.-Iré al punto, y seré franco. Yo Meliodas quiero pedirle la mano de su "hija"- dije poniendo esa última palabra entre comillas porque sabía que no lo era biológicamente- Quiero estar a su lado, y protegerla cada uno de los días...
Baltra: Qué?- hablo sorprendido por dichas palabras.
- Lo que escucho... Lo sabía, sabía que algún día le pediría esto, sabe que Elizabeth es mía desde que se la entregue. Ella no a dejado nunca de pertenecerme.- hablé firme.
Baltra: No!, es sólo un capricho tuyo, es mí hija y no permitiré que un demonio como tu se case con ella, acaso te volviste loco, cuando llegue a despertar esos recuerdas todo se acabará para ella. Te recomiendo que la dejes, que ya no la tengas más a tu lado!- hablo un poco enojado.
Estaba demaciado enojado, tanto que mi marca demoniaca apareció, y el Rey me miraba con terror. Me acerqué a el de manera lenta, cuando estaba enfrente de el sólo le advertí.
-Sólo quiero recordarle que no tiene derecho de alejarme de ella, ella por derecho es mía, y no voy a casarme con ella sólo por precaución de su memoria, pero no me alejarte de ella ni un sólo minuto, ¿Entendió?- dije muy enojado.
Baltra: C-claro- hablo entrecortado por miedo hacía mi.
-Bien eso era todo lo que quería decirle, hasta luego- dije volviendo a la normalidad y mostrar de nuevo mis ojos esmeraldas con la sonrisa de siempre.
Pov. Elizabeth
Escuche un grito de mi padre así que me empecé a asustar y a poner nerviosa, el tiempo pasaba y no salían de ahí. Hasta que oí como las puertas se abrían y ahí estaba, Meliodas con las manos en los bolsillos y con una enorme sonrisa.
-Señor Meliodas!, que tal? Como estuvo todo allí?- pregunté con entusiasmo.
Meliodas: En la taberna hablamos Elizabeth- hablo casi susurrando y con una voz tenebrosa.
Sentía nervios de llegar a la taberna, no estaba segura de que todo estuviera bien, tenía un mal presentimiento...