- 1:30 a.mChoi San miraba por la ventana como la lluvia seguía empapando los vidrios. El café entre sus manos estaba frío ya, pero no quería terminarlo. Temía que si lo hacía, no tuviera nada más que hacer allí y lo obligarán a irse. La realidad es que no tenía idea de que hacer. Sentía que había cometido Un terrible error y no sabía cómo remediarlo. Su teléfono tenía la batería muerta hace ya varias horas. Su novio Hongjoong lo había abandonado en una parte de la ciudad que no conocía en absoluto,y si fuera peor, era demasiado tarde. Si decidía tirarse a caminar, no tenía ningún rumbo que seguir, mucho menos una forma de pagar el transporte en caso de que lo encontrará. Lo más probable es que volviera a aquella cafetería con aspecto a antiguo, completamente empapado y con el frío colándose hasta sus huesos.
En conclusión, no tenía más que quedarse allí y esperar.
Las lágrimas volvieron a correr por su rostro. Estaba asustado, triste, desilusionado. Esperaba que Hongjoong volviera por él, pero si lo hacía, ¿Que diría?¿Que dirían ambos?
Y como si no tuviera suficiente ya, su estómago comenzó a rugir. Tomo un poco del café que quedaba en su taza y arrugó la nariz. Estaba helado. Dejo la taza sobre la mesa y suspiro, quería que esa noche terminará de una vez por todas.
Yunho por su lado no le quitaba la mirada de encima al castaño. Esperaba que el chico de cabello blanco volviera y se lo llevará consigo, pero había pasado una hora casi, y nada.
No pudo evitar sentir pena por él. Aquél chico no quitaba la vista de la ventana, y revolvía por quinta vez ya el café de su taza. Se pregunto porque simplemente no pedía otro, pero el castaño no tenía ninguna mochila encima y recordó verlo revisar todos los bolsillos de sus pantalones antes de pedir. Claro, no lo hacía porque no tenía el dinero para pagarlo después. Yunho quiso golpear su cabeza por no haberlo notado antes. Encendió la cafetera y puso a hacer el café suficiente para dos tazas. Se agachó junto al mostrador de vidrio debajo de él, y trato de adivinar cuál de los postres que habían quedado ese día podría gustarle más al castaño. Se decidió por algo que fuera lo suficientemente grande como para saciar su hambre; una porción doble de cheseecake de arándanos y frutos rojos. Dejo el plató sobre la barra y lleno dos tazas grandes mientras calentaba una croissant para si mismo. De tanto pensar en comida había despertado su propio apetito. Anoto todo en un cuaderno de tapa oscura a un lado de la caja registradora. Le descontarían ese dinero de su paga, pero ya no quería ver llorar a ese desconocido una vez más.
Se acercó a la mesa con el par de platos y tazas en una bandeja con el perfecto equilibrio que había adquirido en sus meses trabajando allí.
Dejo una taza humeante y la porción de torta frente a él. Sus ojos parecieron brillar por un momento, pero luego negó y lo alejo hacía la otra punta de la mesa, dónde Yunho había tomado asiento.
"No puedo pagarlo."
Yunho le sonrió y negó con su mano.
"Yo invito."
San no necesito que dijera nada más. No había comido nada desde esa tarde, y moría de hambre.
"Me llamo Yunho"
"Soy San" contesto en voz baja, con la boca llena de arándanos y masa. Trago todo, haciendo una mueca al sentir como le raspaba la garganta y golpeando apenitas su pecho para que la punzada se detuviera "gracias por esto."
"No es nada" sonrió. San le devolvió la sonrisa, y Yunho no pudo evitar ver los lindos hoyuelos que se formaban en sus mejillas.
"¿Que te paso para que terminarás aquí?" no pudo evitar preguntar.
San negó, sentía las lágrimas amenazar con salir una vez más.
"Hice enfadar a mi novio."
Yunho arrugó la nariz.
"¿El enano idiota que te abandono aquí es tu novio?"
San corrió la vista, no le gustaba que hablarán así de Hoongjoong, aunque en el fondo supiera que era verdad.
"Hongjoong no es una mala persona... solo está molesto."
"Te abandono acá. No sé qué clase de persona sea pero se nota que es un asco de novio" notó como comenzaba a alzar la voz, y respiro hondo. Estaba molesto con aquel desconocido, y ver los ojos hinchados de San solo lo empeoraba "¿Tienes como volver?"
San negó.
"Ni siquiera sé dónde estoy ahora."
Yunho casi se ahoga con su café.
"¿Cómo que ni siquiera sabes dónde estás?"
San se hizo más chiquito en su lugar. De repente sentía como si Yunho le estuviera dando una reprimenda por ser tan idiota, por dejarse pasar tanto por encima. Cerró sus ojos con fuerza, realmente necesitaba que esa noche acabara de una vez.
"Es una larga historia" intento excusarse.
"Tenemos toda la noche"
San suspiró, dando unas vueltas sobre su eje a la cuchara, deformando el pedacito de cheseecake que aún no había comido.
"Estabamos de visita en la ciudad. Los padres de Hongie viven a unos minutos de aquí, y como me pidió que viniera con él, yo.... yo solo supuse que él..." respiró hondo, cerrando sus ojos con fuerza y desviandolos al instante de abrirlos hacia arriba, intentando reprimir las lágrimas. "supuse que él quería presentarme a sus padres porque nuestra relación estaba avanzando. Pero ellos no siquiera sabían que él es gay" llevo sus pies al borde del asiento, haciéndose una bolita y envolviendo sus brazos encima de sus rodillas. Apoyó su mentón en sus rodillas, concentrando su mirada en sus deditos jugando entre sí. "Ni siquiera sabían que yo existía"
"Lo siento" dijo bajito el mayor. San solo se encogió de hombros, queriendo cortar el tema de una vez.
Yunho suspiró. Veía al castaño frente a él con culpa en su rostro. San realmente sentía que el error lo había cometido él.
Dejo su taza a un lado y tomo las manos del chico entre las suyas.
"Mi turno termina a las seis" comenzó "Si puedes aguantar hasta entonces yo te llevaré hasta tu casa."
La mirada de San se iluminó una vez más
"¿En serio harías eso por mí?"
Yunho asintió.
"Solo con una condición" al ver qué San no decía nada, prosiguió. "No dejes que vuelvan a tratarte así nunca más."
240620|littleyunho
queriendo borrar la foto que tenía de encabezado casi termino borrando el capítulo entero sksjksjsj
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𝑴𝑰𝑫𝑵𝑰𝑮𝑯𝑻 - ʸᵘⁿˢᵃⁿ
Fanfiction[윤산] Yunho tiene que cubrir el turno de la madrugada en Treasure, la cafetería en qué trabaja y cree que nada interesante puede pasarle. Y era así hasta que un chico con los ojos repletos de lágrimas y un novio que lo abandona en el medio de la na...