El cine, yo lo describiría como un lugar mágico, un lugar donde puedes oler palomitas por doquier, un lugar familiar, mi lugar de trabajo y un lugar donde yo llegaba y ya quería devolverme a mi aburrido y sobrio departamento.Mi trabajo era el de vender entradas para las películas, en conclusión, no servía de nada ¿Por qué alguien querría comprar las entradas ahí si todo se podía hacer por internet? Digo, en internet te saltabas las colas, podías comprar con mucha anticipación y evitabas estar entre la multitud de personas.
Todos odiaban este inútil trabajo, o al menos eso creía yo.
Lo que me convenció de que yo estaba equivocado, tenía un nombre.
Cait.
Ella había llegado hace poco y trabajaba en el mismo turno que yo. No pasaba desapercibida, era una bomba de color en mi mundo gris, siempre llevaba trenzas que recogían su cabello rojizo, ocupaba leggins debajo de sus faldas de jeans y su uniforme lo decoraba con chapitas de diferentes cosas.
Nuestros puestos solo eran separados por dos personas y a veces no podía evitar lanzarle un vistazo, siempre la veía sonriendo, pero nunca nos habíamos mirado a los ojos, de hecho, ni siquiera estaba seguro si sabía mi nombre.
Algo que había notado con el paso de los días era que ella siempre llegaba antes que todo el mundo, entonces, un día, decidí también llegar temprano.
Cuando llegué, la encontré haciendo unos garabatos en una hoja de papel, supuse que estaba haciendo cosas de la universidad ya que parecía de mí misma edad, todavía no tenía puesto el uniforme, así que podía ver la exageración de colores que traía en su ropa, sin embargo, lo que más saltaba a la vista era que, en su puesto, tenía aves de papel.
—¿Te gusta el origami?— Las palabras salieron de mi boca antes de que yo pudiera atraparlas.
—Si, es algo que hago para concentrarme y evitar estar nerviosa— Ella levantó la vista hacía mí y una sonrisa se deslizo por sus labios.
Miel.
A eso me recordaba el color de sus ojos.
—Es aburrido, al igual que este trabajo— Hablé antes de pensar, su sonrisa fue disminuyendo, sin embargo, no desapareció ¿cómo podía mantener una sonrisa tanto tiempo en su rostro?
—¿Crees que este trabajo es aburrido?— Alzó una de sus rojas cejas y yo asentí— ¿Te das cuenta de que somos la puerta que le permite a las personas perderse en el mundo de una película y disfrutarla?
—Eres muy imaginativa, pero, si no lo habías pensado antes, pueden hacerlo por internet, es mucho mejor— Su ceño se frunció y por primera vez desde que la vi, sus labios formaban una línea recta.
—Creo que mejor me iré a poner el uniforme— Guardó la hoja en su mochila y se levantó de la silla para luego desaparecer detrás de una puerta.
Miré su puesto y me encontré con las aves, parecían juzgarme por haber sido tan insensible con ella.
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Ave de Papel
Romance"¿Puede alguien ponerle color a tu aburrida y monótona vida?" No es tan largo. Es para un concurso. No olviden votar y comentar. Espero que les guste❤️