Capítulo 1: Baño de Café.

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Desperté por el horrible y estupido sonido de mi alarma, me siento en mi cama y recuerdo el raro sueño que tuve en donde me enamoraba del chico nuevo del colegio, creo que leer muchas novelas de amor en Wattpad esta afectando mi cabeza pero aún así sigo esperando mi típico cliché.

Una vez que decido levantarme de mi preciosa y adorada cama o "mi trono" como lo llama mi mamá ya que según ella solo paso acostada pero vamos, estaba de vacaciones ¿Quién hace algo productivo en vacaciones? Nadie, exacto. Me dirijo al baño riéndome de mi misma por lo floja que puedo llegar a ser.

- Buenos días- digo entrando a la cocina una vez ya cambiada.

- Hija, ¿no deberías llevar unos pantalones?- pregunta mi papá al verme.

- Yo muy bien, ¿y tú?- le contesto a mi papá sentándome frente a él- Y estoy bien con mis shorts, además, me quedan bien.

- ¿Qué hay, pelona?- dice mi hermano con ese estupido apodo que me puso desde que me corte el cabello arriba de los hombros.

Ruedo los ojos. La alarma ya arruino un poco mi mañana, no dejaré que él la termine de arruinar.

- Ya dime, ¿Quién te gusta?- me pregunta mamá.

Funco el ceño- ¿Por qué crees que me gusta alguien?- le preguntó confundida por su pregunta.

- Hija, tú no eres de arreglarte para ir a clases.

-¿Entonces crees que lo hago por alguien?- alzo una ceja y niego con la cabeza- Mamá, esto lo hago por mí no por impresionar a alguien que ni siquiera existe porque no me gusta nadie.

- Sí cariño, lo hace por ella y ademas no tiene permiso de tener novio- dice mi papá

- Sí, ella no tiene permiso de tener novio- le sigue mi hermano y le doy un golpe en la cabeza.

Mi mamá rueda los ojos y se ríe por la actitud de los dos.

- ¿Nos vamos?- pregunta mi hermano.

Me levanto de mi lugar y me despido de mis padres, tomo mi mochila y la cuelgo en mi hombro.

- ¿Lista para volver a ver esas caras horribles?- pregunta mi hermano arrancando el auto.

Frunco el ceño.

- Mathew, veo tu cara todos los días y no hay nadie más feo que tú, aunque tus amigos no se quedan atrás.

Miento. Mi hermano a sus diesciocho años tiene un excelente físico y sus amigos igual, todas las chicas babean por ellos y con mucha razón ya que ellos pasan horas en el gimnasio ejercitándose. Y yo tengo salud, eso es lo más importante.

- Tienes razón ellos son... ¿Qué? Yo hablaba de los profesores y por favor, esta cara fue tallada por ángeles. Aceptalo- dice mientras pasa una mano por su cara.

- ¿Los profesores? ¿Eres sordo o estupido? Porque yo creo que ambas, a los profesores los jubilaron el año pasado o sea que este año vendrán nuevos y según escuche, serán mas jóvenes- le imformo a mi estupido hermano.

- ¿Cuándo pasó eso?- pregunta y frunce el ceño.

- Sí, eres estupido.

- Pero guapo. Vamos, acéptalo.

- No aceptaré algo que no es verdad- me bajo del carro una vez ya se estacionó y camino rápido hacia la entrada del colegio.

- ¡ACEPTALO!- grita tan alto que luego empieza a toser como loco.

Me río de él y entro al colegio.

Camino por los pasillos esperando encontrarme con alguna de mis amigas pero no las veo, así que paso por dirección retirando mi nuevo horario de clases. Entro y solo veo a un chico sentado con los brazos cruzados, tiene una cara de susto y mira en un punto fijo de la habitación.

Como un Sueño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora