>>San y Tú<< ^Mi defensor^

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-Me agrada mucho ese chico, no pregunto si a ti sí porque la respuesta es segura, le agarraste confianza tan rápido...

Confesó él cuando San ya se había ido. Ahora de repente todos insistían en que le había agarrado confianza a San bastante rápido, y en parte era verdad, no tenía por qué negarlo.

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Esta noche ya era hora de ir a la fiesta, y tenía la corazonada de que todo el colegio estaba hablando de eso. Al parecer había invitado a muchas personas, o tal vez siempre era así y yo simplemente como no voy a fiestas, no lo sabía.

-Ayy, ¡Estoy tan emocionada por esta noche! Esta noche irá Mingi a la fiesta, y Woo dijo que su casa tenía habitaciones individuales-. Dijo ella claramente emocionada, demasiado emocionada-.

Yo hice una cara que demostraba asco provocando la risa de Yerim y unas personas más que estaban a nuestro alrededor, entre ellas, San.

Sonó el timbre y todos volvieron a sus salones. En los recesos había estado pegada a mis amigos ya que no quería que justo hoy Hyeon me hiciera algo dejándome una que otra marca, pero en el siguiente descanso no me cuidé bien y ví la cara de Hyeon frente a mí sin darme tiempo ni de pensarlo.

-Mmm-. Dijo en señal de que estaba pensando y me tomó de la mandíbula apoyando un dedo en cada lado, abultando mis labios-. Hoy te dejaré solita, debo preparar este cuerpo para la fiesta.

Con un tono de burla anunció eso y se separó cuando observó por el rabillo del ojo a mi compañero viniendo hacia mí.

-¿Eres amiga de Hyeon? -Dijo San, al parecer a nadie le caía bien esa tipa-.

-N-No, solo quería... Decirme algo-. Excusé.

Él asintió y yo me prácticamente fugué en cuanto vi a mi amiga Yerim.

Luego de unas horas, ya estaba Yerim en mi casa ayudándome con los accesorios y ese tipo de cosas.

Junto a lo que habíamos comprado aquel día, me sugirió unos aretes redondos grandes en las orejas, un collar largo con una escopeta como dige. Por último, unas pulseras que eran las que siempre usaban.

Nos llevó mi hermano a la casa de Wooyoung, San también estaba allí ya que al parecer no tenía quién lo lleve y él no sabía manejar. Cuando llegamos, había mucha gente, demasiada para mi gusto. Yunho desapareció en unos 5 segundos, Yerim se fue a tomar un trago.

-No sueles ir a fiestas, ¿No?-Comentó el que quedaba-.

-N-No, para nada la verdad-. Dije y reí un poco al final-.

Él sonrió y tomó mi muñeca guiándome hasta la pista de baile.

-La verdad esto es lo mejor que hay de las fiestas, vamos bailemos.

Dijo San y comenzó a bailar como si nadie lo estuviese viendo. Él era realmente admirable. Su personalidad era tan extrovertida y no temía al qué decían los demás. Siempre te daba las fuerzas que necesitabas para hacer lo que querías, te apoyaba.

Al verlo a él bailando, se me contagiaron las ganas de hacerlo también, así que me armé de valor y lo hice. La estaba pasando demasiado bien y esto de las fiestas me estaba gustando, igual estaba únicamente bailando con San como si no hubiera nadie más que nosotros dos, todo lo que alrededor se encontraba no era nada para mí, yo solo miraba a San mientras me movía al compás de la música.

Ya me encontraba cansada por lo que se lo comenté a mi compañero que al parecer estaba igual, así que salimos de la pista de baile a hidratarnos de lo que sea.

-¿Nunca has tomado?-Dijo San con un ápice de sorpresa-.

Yo negué con la cabeza y él me tendió un vaso que contenía un líquido efervescente al tiempo que me guiñaba un ojo brindándome confianza. Yo lo acepté y lo bebí. El gusto era horrible y aún más cuando pasaba por la garganta. Hice una mueca de asco apenas alejé el vaso de mis labios. El se rió un poco.

-Ya te acostumbrarás a su sabor.

-Lo dudo-. Respondí y comencé a buscar a mi amiga con la mirada, y vaya que la encontré-.

Yerim estaba tambaleándose de un lado a otro mientras que detrás suyo estaba Mingi haciendo el intento de sostenerla. Yo miré a San y le toqué el brazo levemente señalando a la anterior mencionada. San y yo salimos de donde estábamos para ir junto a ellos.

-Parece que alguien ya debería marchar a casita-. Mencionó Mingi burlón-.

-N-No, yo no iré a n-ningún lado~-. Negó Yerim alargando las vocales de sus palabras, estaba verdaderamente ebria-.

Miré la hora en mi reloj de mano, ya era bastante tarde pero no me di cuenta al estar bailando por ahí acompañada.

-Buscaré a Yunho, en cuanto lo encuentre diré que nos lleve-. Decidí y me volteé para salir caminando hasta encontrar a mi hermano con San detrás mío-.

Estuve como 15 minutos buscándolo hasta que lo encontré, estaba a punto de besarse con una chica, así que me acerqué un poco más para percatarme de que aquella chica era Hyeon.